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Trujillo: la extorsión, un delito impune que no se denuncia por miedo a represalias

Policía de Trujillo asegura que el 90 % de víctimas prefiere no sentar la denuncia.

Los atacan con artefactos explosivos, balean sus casas y les envían aterradores mensajes (por celular) y cartas con amenazas de muerte; es decir, el miedo sopla sobres sus nucas. Sin embargo, el 90 % de víctimas de extorsión no denuncia por temor a represalias.

Así lo informó el jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Trujillo, coronel Javier Méndez Yupanqui, quien aseguro que ante el silencio de las víctimas la Policía actúa de oficio.

“Sin embargo, estamos comunicando (los casos) al Ministerio Público, porque es una situación de oficio por configurar un delito con seguridad pública – peligro común”.

El 90 % de víctimas de extorsión no denuncia por temor a represalias.

Méndez también detalló que las víctimas que denuncian, cuando son citadas, no acuden a la Divincri, lo cual califica de irresponsabilidad, pues el beneficiado es el delincuente.

Trujillo: ¿Policía es eficiente?

El 2023 cerró con 2000 denuncias por extorsión. Trujillo ocupó el primer lugar con el 65%; Ascope y Virú ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente. Sin embargo, 600 casos (el 30 %) fueron archivados porque fueron masivas.

La Policía en Trujillo captura a dos delincuentes.

Para la Policía, la ineficacia nace en las víctimas porque abandonan la investigación. Sin embargo, los datos almacenados “sirven para cruzar información”, explica Méndez, quien, además, asegura que diversos operativos importantes descabezaron organizaciones criminales dirigidas desde penales de alta custodia como Juliaca, Lurigancho y Castro Castro, nacieron con esta data.

La captura más importante contra este delito ocurrió en la provincia de Chepén: dos mujeres fueron detenidas por estar involucradas en el rentable delito de la extorsión. Según la División de Investigación Criminal de Chepén, prestaban sus cuentas bancarias para que las víctima depositen el dinero exigido por reos del penal El Milagro, para que no atenten contras su negocios y sus vidas.

Jorge Clavijo Correa
Jorge Clavijo Correa
Nació en el ardiente puerto de Paita y tiene gustos afinados por la música electrónica, el post-punk y el blues. Nunca será un 'mangazo', como se les dice a las varones agraciados; pero tiene un entusiasmo especial por este fruto que descubrió de niño gracias a la complicidad de sus abuelos. De origen indio, el mango metaforiza el proceso de maduración en la vida profesional de Jorge. En el periodismo empezó verde cubriendo y escribiendo historias policiales en horas de la madrugada para un canal de televisión. Creció con su destacada participación en cuatro concursos nacionales de periodismo y está tomando buen aroma como docente universitario. Algún día madurará.