Por los pasillos del Complejo Policial Alcides Vigo de Trujillo camina Luis Joel Cáceres Rivas, uno de los feminicidas más buscados a nivel nacional, por quien se ofrecía una recompensa de 50 mil soles.
Camina enmarrocado y al ver la cámara se detiene. “Soy inocente, me están implicando. Soy inocente”. Su expresión transmite frialdad y rencor. “Me escondí porque me amenazaron que me iban a matar”.
Joel Cáceres desapareció del mapa el pasado 15 de enero de este año, tras golpear y asesinar a Jessica Ortega (44), madre de cinco hijos a quien acosaba.
Las investigaciones determinaron que este sujeto discutió con su víctima, luego de que esta acudiera a una reunión en el distrito limeño de San Martín de Porres. Al parecer, bajo los efectos del alcohol, Joel Cáceres la obligó a salir de la fiesta, le reclamó airadamente y la empujó ocasionando que cayera al suelo. En el piso la golpeó salvajemente hasta causarle lesiones graves y huyó.
“Este hecho tuvo alcance nacional. Él acosaba a su víctima, ella no le hacía caso, así que este sujeto planificó el homicidio. La intercepta y la agrede en forma brutal en la vía pública. Le ocasiona lesiones de consideración. Fue auxiliada y presentó traumatismo encéfalocraneano grave”, contó a BuenaPepa el coronel Javier Méndez Yupanqui, jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Trujillo.
Escapó a Trujillo
Desde entonces, Joel Cáceres pasó a la clandestinidad. El Ministerio del Interior lo incluyó en la Lista de los más buscados y ofreció una recompensa de 50 mil soles información sobre su paradero.
Hace unas semanas, un informante, a quien se le otorgó la clave San Martín 2023-50, brindó información privilegiada sobre su ubicación. Joel Cáceres se refugiaba en Trujillo. Primero se escondió en el distrito La Esperanza y luego, cuando sospechaba que le seguían los pasos, se trasladó hasta un inmueble en El Porvenir.
La noche del lunes 3 de julio, el feminicida fue capturado en el cruce de las avenidas Los Incas y Eguren, frente al mercado Zonal Palermo, ex-Mayorista. Vestía un pantalón jean negro, polera roja y zapatillas.
“En la investigación policial se llega a comprobar su participación en el crimen. Por acción de inteligencia sabíamos que estaba en Trujillo. Para mantener su forma de vida, ya que no podía trabajar, se dedicaba a efectuar apuestas. Es ubicado en la madrugada en la vía pública, no podía trasladarse con normalidad durante el día”, continuó el coronel Javier Méndez Yupanqui.
Feminicidios en alza
En junio de 2023, se han registrado 10 feminicidios en el país, una cifra que iguala la contabilizada en mayo. Estos crímenes han dejado en estado de orfandad a 10 menores de edad, según informa la organización Manuela Ramos, evidenciando la persistencia de la violencia de género y sus impactos devastadores en la sociedad.
Entre las víctimas de feminicidio, se destaca que dos de ellas ya habían solicitado medidas de protección para evitar ser atacadas por sus agresores. Uno de estos casos es el de una mujer de 31 años que había presentado una solicitud de medidas de protección al Poder Judicial después de sufrir violencia por parte de Narciso Choque Mamani, de 30 años. Dichas medidas buscaban prohibir al agresor ejercer cualquier forma de maltrato físico o psicológico hacia la víctima.
En junio de 2023, se han registrado 10 feminicidios en el país, una cifra que iguala la contabilizada en mayo.
Lamentablemente, el pasado lunes 26 de junio, Choque Mamani agredió nuevamente a su pareja y la asesinó. Tras cometer el feminicidio, dejó un escalofriante mensaje en una pared de la casa de la víctima: “Yo maté a Vero”. Posteriormente, intentó quitarse la vida consumiendo veneno, pero fue encontrado con vida por la policía y detenido.
Ante este trágico suceso, la comandante PNP Karen Aguilar, encargada del seguimiento de la medida de protección a favor de la víctima, explicó que se verificó el cumplimiento de las medidas solicitadas, y la víctima había señalado que el agresor no se acercaba a ella. Sin embargo, después de la agresión, la víctima ya no convivía con el agresor y la vivienda donde ocurrió el feminicidio era propiedad de la familia.
La persistencia de la violencia machista y el incremento de los feminicidios exigen una respuesta urgente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. Es fundamental fortalecer los mecanismos de protección a las víctimas y garantizar su pleno cumplimiento, así como impulsar campañas de concientización para prevenir y erradicar la violencia de género. El respeto y la igualdad de género son fundamentales para construir una sociedad justa y libre de violencia.