Buenos Aires. En el campo ganó Messi y compañía, en la calles los negocios. Uno de ellos: los tatuadores. Estos artistas han duplicado su trabajo en Argentina desde el domingo 18 de diciembre, cuando su selección derrotó por penales a Francia y levantó por tercera vez en su historia la Copa Mundial de Fútbol. Tatuarse a Messi es un emoción, pero, también, buen negocio.
Los argentinos han dejado de lado las tradicionales serpientes o calaveras como diseños para entintárselos en la piel, por la cara del capitán de su selección o por el trofeo de la Copa del Mundo.
El tatuador Esteban ‘Tebi Cobra’ Vucinovich cuenta que tiene programados, para la próximas dos semanas, solo tatuajes vinculados al Mundial. Incluso, algunos clientes, tenían cita para grabarse calaveras o serpientes y los cambiaron por Messi o el trofeo.
“Tengo dos o tres turnos por día ya pautados”, cuenta a la AFP.
Según este artista del barrio bonarense de Palermo, el trofeo del Mundial es lo que más eligen para tatuarse, pero también el rostro de Messi y las frases que pronunció durante el Mundial: ¿qué miras, bobo? El otro preferido es Emiliano ‘Dibu’ Martínez, el arquero con capa de héroe por sus atajadas de penales, especialmente en la final ante Francia (3-3 en 120 minutos, 4-2 en la definición por penales).
Tatuarse a Messi es gratitud
El empleado del Estado Nicolás Rechanik se tatuó a Messi en muestra de agradecimiento. Considera que el volante del PSG no solo se representa a él, sino lo que los argentinos vivieron todos los años de esfuerzos, derrotas y muchos sacrificios para consagrarse como campeones mundiales.
En su pierna izquierda exhibirá, para siempre, al capitán argentino vestido con camiseta que la selección usó en el Mundial de Catar, besando la Copa dorada.
“Llevar a Messi en la piel, es llevar a uno de los dos más grandes futbolistas de la historia, –el otro, Diego Maradona, también lo tengo tatuado–. Es una representación cabal de lo que es el fútbol argentino y lo que es la argentinidad para todos nosotros”, cuenta emocionado.
Se llama pasión, se llama amor
¿Contra sentido? Alma Ocampo. 20 años. Juega al fútbol desde pequeña. Y una promesa puro amor cuando perdió Argentina 2-1 en el estreno frente a Arabia Saudita: se haría un tatuaje.
“Fue cuando todo el mundo estaba perdiendo la fe y yo decía que Argentina iba a ganar y si ganaba, me tatuaría la Copa. Así lo hice y con la fecha: 18/12/2022”, cuenta.
Aunque no se arrepintió de su ofrecimiento “dolió bastante”, acepta. “Es la primera vez en mi vida que veo Argentina campeón y creo que fue posible gracias a toda la unión de los jugadores y me parece muy lindo la alegría que despertó en el país. Es lo que más moviliza en un país futbolero como Argentina”, se entusiasma Alma.
Barajas de éxito
El profesor de Educación Física Ariel Sacchi escogió tatuarse una carta de cinco de copas, por los cinco mundiales que Messi jugó; pero con el capitán de la selección en medio besando la Copa.
“Me tatué a ‘Leo’ porque nos dio la alegría más grande a todos los argentinos. Creo que lo merecía mucho después de tantas veces, finalmente, se le pudo dar y es algo lindo”, afirma Sacchi.
Lo que genera el nacido de Rosario en los argentinos, dice, “no tiene una explicación lógica”.
Pero en medio del fervor, algunos tatuajes salieron mal en Argentina. Un Messi de cara gorda, un ‘Dibu’ con apellido equivocado, aparecen entre otros tatuajes fallidos.
El elenco de Lionel Scaloni ganó el tercer título mundial para la Argentina, después de Argentina-1978 y México-1986. (Tomado de la agencia Andina).