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El sapo guardián: la innovadora propuesta que nació en las aulas universitarias para frenar el dengue

Se trata de un dispositivo que simula los movimientos de un sapo sobre la superficie del agua. Conoce cómo evita la reproducción del mosquito transmisor de la enfermedad.

Un ingenioso dispositivo en forma de sapo de plástico, desarrollado por un docente de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP), promete ser una solución efectiva en la lucha contra el dengue.

Denominado el sapo guardián, este pequeño artefacto ha demostrado un 92 % de efectividad en la prevención de la propagación de esta enfermedad, según comunicó la casa de estudios.

La creación surge en respuesta al alarmante aumento de casos de dengue en el país, con cifras que alcanzaron cerca de 11 000 contagios en una sola semana de mayo, según datos del Ministerio de Salud, sumando un total en lo que va del año de 209 000 casos

El sapo guardián tiene una efectividad del 92 % para prevenir la reproducción del zancudo del dengue.

El docente responsable del proyecto, el profesor Fernando Pérez, especializado en diseño industrial, ideó este dispositivo que podría representar un avance significativo en la salud pública de las comunidades más afectadas.

Dengue: cómo funciona el sapo guardián?

El sapito guardián es un dispositivo que simula los movimientos de un sapo sobre la superficie del agua, generando ondas que impiden la reproducción del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue.

Este mosquito requiere aguas limpias pero calmas para depositar sus huevos, y el movimiento constante creado por el dispositivo desbarata su ciclo reproductivo.

El dispositivo puede operar mediante energía solar o una batería recargable, lo que lo hace adaptable a diversas condiciones y comunidades. Está diseñado para ser autónomo, flotante y eficiente en la captación de energía solar.

Pérez explicó que el diseño fue “todo un reto”, debido a su tamaño reducido y la necesidad de garantizar tanto su flotabilidad como su capacidad de generar ondas de manera efectiva.

El sapo guardián: así fue el proceso de desarrollo

El proceso de desarrollo del sapito guardián incluyó múltiples experimentos y pruebas. Se incorporaron dos ruedas con paletas a cada lado del dispositivo, accionadas por un pequeño motor alimentado por una celda solar.

Estas ruedas permiten el desplazamiento del dispositivo y la creación de ondas en el agua, perturbando así el hábitat necesario para la reproducción del mosquito.

“Este producto tiene el potencial de ser implementado en diversas comunidades, marcando una diferencia tangible en la salud pública y mejorando la calidad de vida de muchas personas”, afirmó Pérez.

Además, destacó que este proyecto no solo es un avance en diseño industrial, sino también una preparación de la academia para desarrollar productos con un impacto positivo en la sociedad.

El éxito del sapo guardián podría tener repercusiones significativas en la lucha contra el dengue, que afecta a millones de peruanos cada año. Su implementación en las áreas más vulnerables podría reducir drásticamente la incidencia de la enfermedad, proporcionando una herramienta innovadora y accesible para la prevención.