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Qué hacen algunos profesores para luchar contra esta aterradora cifra: 9 de cada 10 estudiantes no comprenden lo que leen

Escribe Richard Reyes Cuba*

En la mesa de madera un registro de notas se mantiene suspendido sobre el remolino de libros de tapas policromas. La profesora Karly Yanet Castillo Chávez, empuñando con sagacidad un lapicero, traslada sin cesar anotaciones de un cuaderno a otro. 

El cansancio figura en su rostro, en su cabello, en sus manos, que ahora sentencian las calificaciones de sus alumnos. Calificaciones que, impregnadas de un rojo chillón y mordaz, reflejan el diagnóstico de una realidad lacerante.

Y es que La Libertad, región que en su momento albergó las mentes más brillantes del país, hoy carga con pesar un indicador alarmante: solo el 6,2 % de los estudiantes del segundo grado de secundaria entiende lo que lee y comprende matemáticas. 

El documento que tiene una periodicidad anual se perfila como una de las herramientas más útiles al momento de pensar en políticas públicas.

Es decir, más del 93 % del estudiantado asiste a las escuelas a leer sin entender ni una sola línea. En otras palabra, 9 de cada 10 están sin alcanzar los logros mínimos de aprendizajes. 

Así lo determinó el último reporte del Índice de Competitividad Regional (Incore), presentado por el Instituto Peruano de Economía el 3 de julio del año 2023. El documento que tiene una periodicidad anual se perfila como una de las herramientas más útiles al momento de pensar en políticas públicas.

Panorama claro

El estudio tiene el propósito de analizar y revelar la situación económica y social de las 25 regiones del país; que, al ser comparadas, de acuerdo a ciertos criterios, arroja como resultado el retrato competitivo de todo un territorio. 

De acuerdo con su lógica, la relación entre desarrollo y competitividad no expresaría una mera coincidencia; sino que su estrecha conexión sería el resultado del promedio de seis pilares fundamentales que determinan qué tan competitiva es una región con respecto a las otras. 

Así como los estudiantes rinden exámenes para evaluar los avances de sus aprendizajes, las regiones son sometidas al cálculo exhaustivo que decidiría si estamos jalados o aprobados. En este aspecto, La Libertad no está desaprobada; sin embargo, deja mucho que desear.

 Karly Yanet Castillo Chávez corrige exámenes en el colegio Santa Edelmira de Trujillo.
Comprenden. Leen, Profesores
Karly Yanet Castillo Chávez corrige exámenes en el colegio Santa Edelmira de Trujillo.

Tres cosas en la vida

Walter Peñaloza, reconocido educador peruano, alguna vez dijo: “La educación refleja el estrecho enlace de tres términos que no pueden separarse: hombre, sociedad y cultura”.

¿Qué clase de sociedad somos si los que serán sus futuros ciudadanos no saben interpretar las instrucciones de un examen o criticar un texto, ni entienden el argumento de un cuento?

 “Una sociedad compuesta por personas expuestas a que lo engañen”, responde, con énfasis, la docente Karly Castillo. La afirmación tiene sustento al verificar las posiciones que a lo largo de estos últimos años ha ocupado la región en el pilar de la educación.

En el año 2020, La Libertad ocupaba el noveno puesto en el sector de educación, contrariamente a lo que se ha percibido en esta última edición: La Libertad descendió al duodécimo lugar, solo por encima de Apurímac, Áncash o Pasco.

La profesora Karly Castillo Chávez se esfuerza para contrarrestar la realidad de la compresión lectora en el Perú.

“Los chicos quieren como leerlo rápido y no lo entienden. Por ejemplo, cuando le hacemos preguntas que las respuestas están dentro del texto ni siquiera las ubican”, afirma la profesora Karly al referirse a las dificultades que afronta en su tarea de educadora y la razón que tenía Confucio: “El leer sin pensar nos hace una mente desordenada. El pensar sin leer nos hace desequilibrados”.

Ella es profesora del nivel secundario del colegio Santa Edelmira, en la avenida Huamán de Trujillo. Y al igual que otros profesores de distintas instituciones observa con preocupación el rendimiento de sus estudiantes.

Leer es vida

La lectura es una ventana por la que las personas asoman al mundo del conocimiento y la ficción. Una ventana que nos permite vivir historias. Una ventana al mundo del pasado. Una ventana que nos instruye y nos enriquece.  La función que cumple la lectura en la vida de las personas es inconmensurable. 

Para Mario Vargas Llosa, la lectura es una forma de lucha contra las insuficiencias de la vida. Oswaldo Reynoso entendió a la lectura como la absoluta libertad: “Si queremos un país de ciudadanos libres, debemos leer con frecuencia”. En sintonía, la Santa Teresa de Jesús apuntaló: “Lee y conducirás, no leas y serás conducido”.

Marco Aurelio Denegri, entrañable educador, en cambio, refiere a la lectura como el único vicio saludable.  “Un libro  —compara Franz Kafka— debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros”. 

Para Mario Vargas Llosa, la lectura es una forma de lucha contra las insuficiencias de la vida. Oswaldo Reynoso entendió a la lectura como la absoluta libertad: “Si queremos un país de ciudadanos libres, debemos leer con frecuencia”. En sintonía, la Santa Teresa de Jesús apuntaló: “Lee y conducirás, no leas y serás conducido”.

El filósofo francés Jean Paul Sartre concibe a esta actividad como una creación dirigida en la que el escritor y el lector construyen mutuamente el sentido de una obra. Asimismo, otro filósofo de peso como lo es Umberto Eco sostenía que leer prolongaba la vida de una persona.

La lectura alimenta, por eso el poeta español Federico García Lorca aseguró que si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino medio pan y un libro. 

Lucha, libertad, placer, creación y prolongación, todo eso, y mucho más, comprende el valioso patrimonio de cualquier persona que se tome la paciencia y la atención de recorrer las líneas negras de un libro. 

Profesores la tiene clara

De acuerdo con el reciente informe Incore, en La Libertad más del 93 % de estudiantes de segundo año de secundaria tienen un rendimiento insatisfactorio en lectura y matemáticas. 

Por si fuera poco, a esta situación se suma que un 54,8 % de los colegios en La Libertad no cuentan con acceso a los tres servicios básicos (electricidad, agua, desagüe), factor que incide de forma innegable en la experiencia de aprendizaje de los estudiantes de la región durante este último semestre.

De acuerdo con el reciente informe Incore, en La Libertad más del 93 % de estudiantes de segundo año de secundaria tienen un rendimiento insatisfactorio en lectura y matemáticas

Experiencia que la profesora Karly se esfuerza en enriquecer a sus estudiantes, a pesar de las carencias de un sistema educativo que no se muestra diligente. Según ella, el uso de ciertas técnicas le han rendido fruto en algunos estudiantes para mejorar su comprensión lectora. 

“Una de las estrategias que me están funcionando últimamente es leer junto con ellos, porque he identificado el problema de que a los estudiantes no les gusta leer solos. Esto se debe a que, como no comprenden, se aburren. Por lo que, leo con ellos párrafo a párrafo, vamos haciendo un análisis, les pido sus opiniones; y así voy avanzando en la lectura de textos, porque si yo simplemente les entrego el texto no lo van a hacer, y en el caso de que lo hagan no lo comprenden”, sostiene.

 Añade: “Y también empleo textos cortos, ya que no tienen el hábito de la lectura; por decir, si les doy un texto de cuatro o cinco páginas al mirarlo solamente ya no lo quieren leer”.

Siempre la familia

El hábito lector no se construye, de manera exclusiva, en los centros educativos; sino, también, parten de la familia, célula principal de la sociedad. 

Así lo constata una investigación de la Universidad de Huelva, en la cual se afirma que existen factores como la clase social, situación laboral, los hábitos lectores de las personas adultas, así como las actitudes de madres y padres hacia la ayuda de sus hijos, que afectan de manera decisiva en la formación del hábito lector. 

Con este hecho disparador, la escuela sería un agente que contribuye en el entendimiento y profundización de los textos que día a día reciben los estudiantes en los planes lectores.

El plan lector es una estrategia organizada por el Ministerio de Educación, que busca desarrollar la capacidad de lectura y el hábito lector en estudiantes de instituciones educativas privadas y públicas. 

El plan lector ha sido objeto de críticas, en algunos casos, por miembros de comunidades educativas; sin embargo, en el colegio Santa Edelmira estaría obteniendo avances. 

Según lo dice la profesora Karly: “En esa hora semanal que dedicamos al plan lector nos cercioramos de que los chicos comprendan lo que leen porque si dejamos que lean no lo van a hacer. Y también que adquieran estrategias tales como el subrayado, el parafraseo, etc.”.

Al final de cada jornada de aprendizaje, la profesora Karly Yanet guarda libros, escribe anotaciones y prepara la clase del día siguiente. Los pupitres vacíos, donde hace unas horas alumnos redactaban y leían textos, ahora toman en ella un fuerte sentido de responsabilidad, en un país donde la educación es relegada al silencio y la desidia de sus autoridades. 


*Este contenido es resultado del curso de Introducción al Periodismo del programa de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Privada Antenor Orrego.