InicioFruta selectaArticulistas'Pobres criaturas': la cosa se pone un poco rara

‘Pobres criaturas’: la cosa se pone un poco rara

Si tardé un poco en verla fue, tal vez, por temor o por la información de que existe alrededor de la película de Lanthimo.

Pobres criaturas (Yorgos Lanthimos, 2023) cuenta la historia de un experimento, un nuevo Frankenstein.

Una joven se suicidó, pero volvió a la vida gracias a las mañas de un científico que juega a injertar distintos seres para mejorarlos.

Este doctor sufrió múltiples vejámenes venidos de su progenitor, en busca de aplicar en un cuerpo humano las teorías que fluían por su imaginación.

Por su parte, la bella joven es un ser que va aprendiendo de la vida, experimentando, sufriendo, descubriendo o contrastando de forma empírica los conocimientos teóricos que le brindaron.

Ella se escapa de su hogar/prisión en busca de aventuras y experiencia de la mano de un embaucador/seductor, quien la roba con la única intención de aprovecharse de ella; pero termina muy mal parado.

La película nos presenta a Bella, la protagonista, como esa hermosa chica en busca de conocimiento.

La bella joven es un ser que va aprendiendo de la vida, experimentando, sufriendo, descubriendo o contrastando de forma empírica los conocimientos teóricos que le brindaron.

Aunque, para ello la primera parte de la cinta resulte algo extraña; pero conforme va avanzando, nos acostumbramos a ese entorno entre bizarro y antiguo, moderno y casi preindustrial.

Nos acomodamos o la historia se vuelve más convencional. Trata de ser un paso entre el descubrimiento del mundo a los ojos de una mujer que se presenta ingenua y susceptible para terminar potenciando su inteligencia mediante la lectura y vivencias, conociendo casi de primera mano lo que acontece en la sociedad en la que vive.

Este experimento fílmico no llega a convertirse en tal, pero es una rara avis en el universo cinematográfico hollywoodense.

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Muy diferente a lo antes visto, por su forma de presentarse a través del uso de los colores que van de los azules a sepias, luego al blanco y negro, entre otros muchos juegos de esta interminable paleta de colores.

También utiliza lentes deformantes para acentuar episodios, el abuso de las escenas sexuales y, sobre todo, por tratar de darle a esta mujer una suficiencia, fortaleza y inteligencia que alcanza al experimentar una vida saturada de deseo, desenfreno y, hasta cierto, punto libertinaje; pero de forma pensada que ayuda a su desarrollo.

Ese es el lado de la cinta que trae de por sí un mensaje embellecedor. El mostrar a una mujer simple, pero compleja, que partiendo de los conocimientos básicos que le dan en su hogar, busca crecer y entender el mundo para tener una real visión de dónde vive y existe.

Pobres criaturas

La empodera de una forma suficiente y práctica, con esa mirada cuasi científica que le permite almacenar conocimiento.

Esta película es un punto de partida para entender cómo (aunque de forma extraña) funciona o debería funcionar nuestro desarrollo como seres humanos.

Emma Stone, por su muy buen performance, está convirtiendo a este en uno de sus mejores papeles. Por ello viene siendo premiada y debería seguir obteniendo más reconocimientos.

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Por otro lado, su contraparte masculinos quedan o lucen apocados por su presencia, entusiasmo o inteligencia, salvo Godwin Baxter (Willem Dafoe), quien es ese padre casi desfigurado/monstruoso, pero con un cariño enorme por su hija/creación que le da las alas y permite seguir creciendo, confiando en sus capacidades.

La película es muy interesante, con una fuerza única, pero que llega cautivar a pocos. Ojo, uno se tiene que dejar llevar por la corriente hacia dónde nos dirige el tránsito de ella, entregarse al disfrute de este extraño mundo, para que nos permita alcanzar las muchas reflexiones a las que nos conduce.

Solo nos queda esperar por más visualización a  este tipo diferente de contar historias

Federico Sabana Vega
Federico Sabana Vega
(Chicama, 1980) Maestro en Educación, con estudios de Doctorado en Comunicación Social, docente universitario, cinéfilo en rehabilitación, seriéfilo por decisión, adicto a la cultura friki, promotor y realizador de eventos culturales. Organizador, gestor y promotor del Trujillo Cómic.