Si Walter Bayly Llona, CEO de Credicorp Ltd., leyera a Karl Marx, de seguro, lo haría desde Miami. Si Jorge Álvarez Calderón, acaudalado teólogo, estudiara a Raymond Aron, reforzaría su ortodoxia. Por defensa propia.
Si Eduardo Belmont Anderson, uno de los hombres más ricos del Perú, según Forbes, investigara a Max Weber, estaría divorciado. Por nostalgia. Si Salvador del Solar, actor y ex primer ministro, interpretara a Pierre Bourdieu, lo haría excelente.
Sangre con sangre
Según el libro ¿De qué colegio eres? (2022), los nombres de las personalidades peruanas antes mencionadas tienen algo en común: son de clase alta. Pero existe una cualidad más importante, todos están vinculados de modo marital con algún pariente de otra figura suscrita.
¿Con qué propósito? Ser una cofradía que acumule ventajas sobre otros. Los otros siempre son más.
Si Eduardo Belmont Anderson, uno de los hombres más ricos del Perú, según Forbes, investigara a Max Weber, estaría divorciado.
Cristiano Ronaldo, máximo goleador del deporte rey, gana más de 16 millones de dólares mensuales. Por otro lado, según el Ministerio de Educación (Minedu), el salario actual de un profesor es de S/2.850, variando la cantidad por horas laborales.
El propósito no es reconocer la distancia que existe entre estas dos realidades. Es cuestionar la finalidad que cumplen en el receptor: entretener y transformar, respectivamente. La contribución es diferente, pero se prioriza el bienestar colectivo.
La élite: ¿quién es quién?
Este provocador caso nos plantea interrogantes sobre la verdadera valoración de estas profesiones en un mundo que debería cuidar la meritocracia. ¿Por qué la compensación y el reconocimiento varían, de forma significativa, entre dos disciplinas que desempeñan roles necesarios en nuestra sociedad?
“Cobra dos monedas al mes pa mantener cuatro personas. Y no hables de meritocracia, me da gracia, no me jodas que sin oportunidades, esa mierda no funciona”, manifiesta el aclamado rapero Wos en el estadio Diego Armando Maradona (Argentina).
En un país —¿democrático?— como el Perú, los notorios privilegios son infumables y tomados como objeto de prejuicio y desmerecimiento. Se cree que desigualan el abanico de oportunidades que deseamos poseer los no privilegiados. De este hecho, surgen los paralelismos polarizantes.
Veamos el principio. Según el artículo La democracia: un futurible del polígrafo Marco Aurelio Denegri, la democracia original es imposible. ¿El motivo? La igualdad como principio de este régimen. En concordancia con la escuela etológica, la tendencia a la sumisión y al mando es innata. Lo que no es natural es la igualdad. No existe crecimiento sin nacimiento.
“Si me permiten generalizar (generalizar: «mentir y decir la verdad al mismo tiempo, sin dejar de mentir y sin dejar de decir la verdad», Monsiváis), si me permiten generalizar, decía, los de abajo viven recontra asados con los de arriba. «Arriba», no solo es una clase social, «arriba» es una postura, unas maneras, un privilegio intolerable”, define el conocido politólogo Alberto Vergara en su ensayo Los de arriba y los de abajo, publicado en la revista Poder (2013).
Oído a la música
Aristóteles sostenía que los mejores instrumentos estaban destinados a los músicos más talentosos. Desde su ética, consideraba que las habilidades extraordinarias debían ser recompensadas en todos los ámbitos de la vida.
Los ciudadanos más aptos asumían las responsabilidades principales de una nación —como gobernar.
Esta idea filosófica la recoge el economista Vilfredo Pareto. Él concibe a la élite como un sistema circular y primordial, no solo para el beneficio de sus miembros, sino de la sociedad. Esta minúscula esfera está conformada por individuos decentes que cada cierto tiempo vuelven a fabricarse con nuevos aprendices. Su poder debe ser indemne. Entonces, ¿sigue siendo la misma élite? La paradoja de Teseo.
En contraposición, está la teoría del sociólogo Wright Mills, quien se concentra en un grupo de Estados Unidos que controla la economía, el poder y el gobierno. En el siglo XIX, si una minoría dominaba la primera disciplina en sus bienes y servicios, generalmente, se encontraba óptima en los otros sectores (educación, salud, vivienda, etc.).
Sangre azul
Clase alta y élite. Parientes. Desde la postura del sociólogo Pierre Bourdieu, las clase altas almacenan capitales económicos, sociales y culturales.
Cuando uno se ubica en alguna de estas dimensiones, se topará, por mandato, con sujetos que ocupan cargos superiores.
Ellos establecen la élite. Alguien con distinguida obra cultural puede ser subordinado de un sujeto con mayor adquisición económica. Un banquero que entrega, de forma clandestina, maletas repletas de dinero a una candidata japonesa, por ejemplo.
Aristóteles sostenía que los mejores instrumentos estaban destinados a los músicos más talentosos. Desde su ética, consideraba que las habilidades extraordinarias debían ser recompensadas en todos los ámbitos de la vida.
“Julius nació en un palacio de la avenida Salaverry, frente al antiguo hipódromo de San Felipe; un palacio con cocheras, jardines, piscina, pequeño huerto donde a los dos años se perdía y lo encontraban siempre parado de espaldas, mirando, por ejemplo, una flor; con departamentos para la servidumbre, como un lunar de carne en el rostro más bello, hasta con una carroza que usó tu bisabuelo, Julius, cuando era Presidente de la República…”, relata el escritor Bryce Echenique en su obra cumbre Un mundo para Julius.
Let’s go to school, darling!
La clase alta del Perú se diferencia de otras naciones por el tipo de educación que imparte. La escuela es el pase VIP que facilita un futuro encumbrado. El aula es el primer marcador para encapsular a las personas desde valores diferenciales.
En Europa y Estados Unidos, el elemento clave es la pregunta por el origen nativo o departamental. Luego, si es admisible, aparec e la nuestra: ¿de qué colegio eres?
Según la Evaluación Muestral de Estudiantes (2022) del Ministerio de Educación, el 65.7 % de los estudiantes de segundo grado de primaria pertenecientes al nivel socioeconómico alto consiguieron el máximo nivel de logro: satisfactorio en el área de lectura. Solo el 25 % de los alumnos de NSE muy bajo alcanzaron dicha categoría.
En el curso de matemática ocurre un escenario diferente. Apenas el 22.6 % del NSE alto cumplió satisfactoriamente. En el NSE muy bajo, el 8.4 % salió impecable de la tasación.
En segundo grado de secundaria, el 71.6 % de escolares de instituciones privadas de muy alto costo obtuvo el rango superior en la asignatura de lectura de la escala del Minedu; mientras, los alumnos de las escuelas públicas urbanas, el 18.3 %.
Respecto al conocimiento matemático, los colegios privados de muy alto costo alcanzaron el 48.1 % en el nivel satisfactorio. Con gran distancia, el 11.5 % logró lo mismo en las escuelas públicas urbanas.
Es evidente que los mejores resultados provienen de sectores muy acomodados y de ostentoso capital. Si chequeamos las cifras de hace cinco años, esta tendencia no ha cambiado.
Las pruebas estandarizadas son un test significativo del tipo de educación que se recibe en las escuelas dirigidas a la clase alta del Perú. ¿Por qué solo victorias?
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Los colegios internacionales —con mensualidad entre 3 mil y 4 mil soles—priorizan el inglés. Es el amuleto para recorrer el riel de la globalización.
A partir de los 3 años, este idioma se incorpora mediante lecturas y dinámicas recreativas (cine, música, teatro, etc.). En los últimos años, gran parte de las asignaturas se imparten en esta lengua. Exposiciones, días festivos, voluntariados y tours europeos.
Habla, gringo
El inglés se vuelve parte de su identidad. Pasa de ser un requisito a una auténtica expresión en momentos cotidianos.
Así mismo, están asociados a redes educativas como el International Baccalaureate (IB). Dentro de esta moderna fundación, se encuentran 4 programas dirigidos a escolares de los colegios más costosos.
El proyecto más frecuente es el Diploma Program. Los jóvenes de promoción son regulados durante 2 años para elaborar investigaciones y juicios en inglés. Si deciden estudiar fuera del Perú, el diploma les servirá como experiencia. Si deciden quedarse en Lima, les valdrá para convalidar cursos universitarios.
El IB ni siquiera es la contraparte de nuestra seudaeducación. Es otra educación. Desemejante. Nuestro sistema se caracteriza por la memorización, la enseñanza a partir del profesor con un enfoque nacional.
“Reconocemos nuestra propia identidad cultural, pero también la diversidad cultural del mundo en que vivimos”, enfatiza un folleto del IB.
El deporte es una marca preferencial de estas instituciones. Natación, hockey sobre césped, taekwondo, entre otras inusuales disciplinas. En los colegios tradicionales, la importancia por la imagen internacional no es tan acaparadora. Se esfuerzan más por construir una convivencia católica-cristiana.
Esta red sobresale porque aparta a dichos alumnos de la mayoría que termina la secundaria con la normativa estatal. Se instaura un valor diferencial que revela la fragmentación de la educación por parte del gobierno peruano.
El cierre social
En el sentido más tradicional, uno de los principales rasgos en la demarcación de la clase alta es la segregación espacial. Las actividades sociales que organizan se encuadran en ciertos lugares exclusivos como San Isidro y La Molina (Lima).
A su vez, las instituciones educativas con altos precios de mensualidad se ubican en estas zonas. De esta manera, los miembros de este estrato tienen experiencias distintas que gran parte de los peatones.
El deporte es una marca preferencial de estas instituciones. Natación, hockey sobre césped, taekwondo, entre otras inusuales disciplinas. En los colegios tradicionales, la importancia por la imagen internacional no es tan acaparadora. Se esfuerzan más por construir una convivencia católica-cristiana.
Si en los sectores populares, las relaciones interpersonales se fortalecen en el barrio, en las clases altas existe una atmósfera que fabrica un tejido de contactos: los clubes. En estos centros, si algún familiar es asociado, la membresía es automática.
Allí, los jóvenes comparten un tiempo de relajación, mediante el deporte y las salidas de celebración, que se distancia de las responsabilidades.
El alto costo de inscripción, la mensualidad, el ingreso directo y las recomendaciones para ser parte de estas asociaciones estimulan la proximidad con personas de similares recursos. Se esculpe una figura de la polis.
La clase con clase entra
Volviendo al tema educativo. Los padres y abuelos de los escolares poseen una trayectoria profesional. La mayoría de los parientes de esta generación culminaron sus estudios universitarios.
Otra característica es el cultivo de los apoderados en las prácticas extracurriculares. Por ejemplo, el hábito de la lectura como néctar del pensamiento legítimo, el estima por visitar galerías de arte y el turismo por las culturas de las potencias mundiales.
“Mi papá como abogado, siempre le ha interesado el estudio de su profesión. Entonces, tú entras a su cuarto, y hay libros de Derecho, y están al lado de los libros de las novelas históricas que siempre le ha encantado leer a mi mamá”, cuenta Gerardo [nombre reservado en ¿De qué colegio eres?], un egresado que estudió en un colegio con enfoque internacional.
Un cariz que facilita el ascenso en el futuro de los más jóvenes son las reuniones familiares, todos los fines de semana y en casa de algún abuelo. Esta actividad brinda 3 fundamentales beneficios.
En primer lugar, asegura la posesión de recursos materiales y simbólicos. En segundo, permite iniciar lazos informales con parientes exitosos en rubros de producción y así tener una idea más clara sobre la carrera a postular.
Por último, te acercas al mundo de la adultez. Se conoce el modo apropiado de comportarse, vestirse e interactuar. Estas actitudes son prerreflexivas (inicialmente conscientes) para, luego, adquirir una costumbre común con sujetos de igual condición.
La juerga: el paraíso social
Andrea, jovencita de la élite limeña, zigzaguea y brinca en una lujosa discoteca. Mientras se acaricia el cabello, su cintura toma cuerpos. La cámara se concentra en su espalda hedonista.
Un muchacho se le acerca y bailan. Diego, su hermano, la observa mientras se dirige al baño con aquel desconocido. Siente celos. Decide perseguirla. Se escucha Square Roots de Christian Berger, DJ.
La escena descrita pertenece al inicio de la película peruana Dioses (2008). El filme es un retrato satirizado de la clase alta de Lima. Sin embargo, esta cualidad no la exime de tener varios momentos realistas sobre los excesos que cometen.
“Sentía que los personajes hacían y deshacían a su antojo […] Incluso la idea del amor incestuoso me recordaba a la mitología griega. Es un filme sobre gente que se cree todopoderosa”, declaró Josué Méndez, director del largometraje, para explicar el origen del título.
La historia se basa en la relación de hermanos, antes citada, y sus límites dentro de su etapa juvenil. El escarceo por parte de Diego es el valor diferencial de la trama. La tentativa de incesto es un tema que se logra explorar de modo excepcional.
“La idea es mostrar que en todas las clases sociales se hacen zonceras, pues. Todo el mundo sufre en la misma medida. O sea, no discriminan las clases sociales”, explicó Anahí de Cárdenas, quien interpreta a Andrea, sobre el mensaje de Dioses.
Ya terminando la secundaria, el sitio predilecto de la clase alta para el ocio son las fiestas. El primer lugar elegido son las zonas residenciales del grupo de amigos, quienes deciden salir a divertirse. Como segunda opción están las exclusivas discotecas y las casas ubicadas en la playa de Asia (Lima).
La forma de entrar a estos night clubs, casi siempre, es por ‘listas’. Para evitar malos entendidos, los asistentes coordinaban con algún contacto del centro nocturno. Así mismo, hay promotores que llegan a un acuerdo con sus amigos de colegio y los consideran en el registro de clientes.
El sitio predilecto de la clase alta para el ocio son las fiestas. El primer lugar elegido son las zonas residenciales del grupo de amigos, quienes deciden salir a divertirse. Como segunda opción están las exclusivas discotecas y las casas ubicadas en la playa de Asia (Lima).
La bola de espejos observa los contados boxes —compartimientos privados— que se empiezan a llenar de tragos europeos, varones manyados (marcados por la fama en redes sociales) y féminas de apellido compuesto. La atención es personalizada y la barra es libre como los chicos que se reúnen.
Estos espacios se ubican, casi siempre, en el segundo piso de la discoteca o próximos al escenario donde se presentan aclamados artistas. Conocer a estos ídolos es un pasatiempo para la élite.
El simbolismo de representar a esta clase en lugares superiores o que se proyectan hacia arriba —como en la película Parásitos (2019)— es un hecho en el mundo actual. Es un recordatorio de que existen los niveles. En el cine, el ángulo contrapicado es utilizado para representar el poder de los personajes como jefes, reyes, presidentes, etc.
Otro universo es la playa. La mayoría de personas tiene casas al sur de Lima y los que no poseen propiedades se reúnen con amigos y familiares que les otorgan este acceso.
Una noche en las discotecas de la playa Asia
La investigación ¿De qué colegio eres? (2022) extrae las circunstancias que se viven en las juergas de la clase alta. A modo de relato, se ilustra, de manera olímpica, el tipo de trato que tiene este sector con sus semejantes. Los fragmentos más relevantes son:
En la primera temporada de Asia Sur TV (junio 2011) se realizó una cobertura a la fiesta Fall Party organizada por la cerveza Stella Artois en una exclusiva discoteca de la playa Asia. El video de la cobertura es conducido por Vania, una mujer delgada, de pelo rubio y que va vestida de negro.
Aparece ‘la modelito del año’, a la cual le pregunta hasta qué hora se quedará y dónde hizo los previos. Luego, se encuentra con su “hermanita preciosa” y su enamorado “churrísimo”, los cuales habían hecho previos en la casa de la familia de Vania.
Más adelante va donde unos amigos o un “grupo de papacitos”, entrevista a “Aldito”, le pregunta dónde hizo los previos, este le da el nombre del dueño de la casa donde los hizo, a lo que Vania le responde “uy, qué miedo, esa casa es de temer”.
Todo este clima sugiere que se estaba en ambiente en el que todos —al menos a quienes “entrevistaba”— se conocían y reconocían entre sí.
La mayoría de los hombres y mujeres se visten de forma similar, los hombres con camisa y pantalón y las mujeres con vestidos ceñidos, cortos y de colores mayormente oscuros.
La fiesta Fall Party de Stella Artois muestra cómo son las fiestas de los sectores altos limeños: los códigos de vestimenta, el tipo de personas que asisten, así como las relaciones familiares y amicales que se propician.
La mayoría de los hombres y mujeres se visten de forma similar, los hombres con camisa y pantalón y las mujeres con vestidos ceñidos, cortos y de colores mayormente oscuros.
Uno de los entrevistados señala: “Queremos que se repita todos los años, gente bellísima […] Nosotros, los más bellos, claro”.
La vida educativa y social de la clase alta se perfila más allá de una solvencia económica. No es tanto el capital acumulado, es la cultura global que se engendra y se planifica desde el nacimiento.
Desde esta óptica, el privilegio es un aprendizaje que luego se olvida para dar paso, muchas veces, a contextos que facilitan resultados prolíficos en las esferas sociales.
Escribe Johan Fiestas Chunga