Escribe Luis Quispe Palomino*
Fue en tercero de primaria, si mal no recuerdo, que creí que todas las palabras terminadas en –on se tildaban: “camión”, “colchón”, “corazón”, por ejemplo. Me pareció un consenso útil al tiempo que debía aprenderme las reglas de acentuación gráfica para una tarea en clase.
Sin embargo, por alguna extraña razón, palabras como “contaron”, “dijeron” y “escucharon” eran la excepción a la regla, lo cual dificultaba mi aprendizaje. Eso no es todo. La situación empeoró en 2010, año en que pasé a sexto de primaria, pues, a los meses, mi profesor me enseñó que colocarle tilde a “guion” devenía en falta ortográfica.
Este cambio fue un atropello contra las buenas costumbres de la redacción. Hasta la fecha, yo sigo pronunciando, como (casi) todos, [gui.ón] en dos sílabas; pero parece que la docta institución matritense, llamada Real Academia Española (RAE), deseara que pronunciemos “guion” como quien pronuncia “kion”, es decir, en una sílaba. Para lo cual resulta imposible porque, en cuestiones del habla, sabemos que no hay rey que nos gobierne.
Antes de continuar con mi explicación, es oportuno comentar que dicha modificatoria se produjo a raíz de la Ortografía de la lengua española, publicada en 2010, compendio académico que rectificó varios presupuestos de la edición de 1999; la cual, por ejemplo, permitió que quienes pronunciasen “guion”, truhan” o “rio” como hiato siguieran acentuándolos gráficamente.
En seguida, explicaré cuál fue la razón de tal reforma en nuestro bagaje cultural, así como los criterios por los que se prohibió el uso de la tilde.
Hay que tener en cuenta que el habla del español de América difiere del español general, también llamado “español de España”; es más, me atrevería a decir que existen más variaciones fonéticas en nuestra pronunciación. Por tanto, la manera en cómo se articule una secuencia vocálica, que es la unión de dos o más vocales, depende de varios factores: la procedencia geográfica del hablante, la ubicación de la secuencia en la palabra, la velocidad con que se dice el mensaje, entre otros.
De ahí que un grupo diga [guión] y otro vocalice [gui.ón], lo cual no ha sido motivo de preocupación debido que, en ambas formas, la fuerza de voz recae en la /o/, no en la /i/.
Precisamente, esto último es una observación de dimensiones enormes, pues, según las autoridades de la materia, la Ortografía de la lengua española (2010) no tiene como función determinar en cuántas sílabas se compone una palabra. Tan solo ello debe ser una didáctica pedagógica de los profesores.
Dicho de otra manera, el actual sistema de acentuación gráfica se despreocupa por si los hispanohablantes pronuncian “guion” como palabra monosílaba o bisílaba en el plano hablado; más bien, su función es aplicar convenciones para establecer la naturaleza de las secuencias vocálicas a efectos ortográficos.
En ese sentido, ante las diversas maneras de expresiones vocálicas por parte de los hispanohablantes, con el objetivo de establecer un sistema ortográfico común, se acordó que la secuencia formada por una vocal abierta (/a/-/e/-/o/) y una vocal cerrada con tilde (/i/-/u/), y viceversa, será un diptongo en el plano escrito. De modo que pasan a ser palabras monosílabas con diptongo, y no hiato, “guion” [guión], “truhan” [truhán], “fio” [fió], “rio” [rió] y “lie” [lié].
No obstante, me he percatado que quienes optan por regresar a la edición de 1999 y tildar “guion” su argumento lo sostienen en que la Academia ha recogido dos versiones para el término que significa “Espacio de tiempo”: “periodo” (que es voz grave, tiene diptongo y no se tilda) y “período” (que es voz esdrújula, tiene hiato y sí se tilda).
El actual sistema de acentuación gráfica se despreocupa por si los hispanohablantes pronuncian “guion” como palabra monosílaba o bisílaba en el plano hablado.
Aclaro el asunto. El argumento citado no guarda ninguna similitud con nuestro tema. Si bien es cierto que existen dos formas para su pronunciación, como sucede con “guion”, la fuerza de voz recae en vocales diferentes: en “periodo” recae en la /o/ y en “período” recae en la /i/. Situación que no ocurre en “guion”, donde ambas formas de pronunciación tienen como voz tónica la /o/.
Estando las cosas así, ¿habría que tildar “guion” para que su ortografía se corresponda con nuestra pronunciación? Como hemos visto, la RAE no tiene como objetivo modificar el habla, porque no se puede, ni que las diversas formas de pronunciación se ajusten a sus presupuestos lingüísticos: “esta convención es puramente ortográfica”. Por lo tanto, cualquier razonamiento ajeno deviene en falacia.
*Luis Quispe Palomino (Barrios Altos, 1999). Estudia la carrera de Derecho en la Universidad Privada Antenor Orrego. Ha publicado artículos de opinión y divulgación en las revistas Los Contemporáneos (México) y Taquicardia (Trujillo). En 2020 inauguró el proyecto Disicultura, el cual se ha convertido en la primera editorial de textos de no-ficción, de forma autogestionada, de La Libertad. Actualmente, se desempeña como docente de Lenguaje y corrector de estilo. Reside en Laredo.