Del amor al odio hay instantes. Lo que antes era emoción, de súbito, se puede convertir en una desilusión mayor. Esto parece ocurrir en la flamante relación del histórico delantero peruano Paolo Guerrero y el club Universidad César Vallejo de Trujillo.
El 2 de febrero, la institución deportiva confirmó el fichaje del delantero. Desde entonces, se le espera en Trujillo para su presentación oficial. Mientras tanto, Guerrero trabaja con un preparador físico, enviados por la institución poeta, en Brasil.
Sin embargo, el domingo 11 de febrero esta historia dio un vuelco inesperado cuando el periodista Franco Lostaunau reveló que la llegada del atacante, último campeón de la Copa Sudamericana con el LDU de Quito, aún está en veremos.
Por la noche, en su programa en la cadena ESPN, Lostaunau informó que conversó con Guerrero y con un representante de la Universidad César Vallejo para conocer detalles de la situación.
Los hechos concretos son que el deportista quiere resolver el contrato con la Vallejo y que la institución norteña no está dispuesta a aceptarlo.
¿Asuntos familiares? No queda claro el argumento que ha trascendido para que Guerrero quiera patear el tablero. Se especula del interés de un “club grande” de la capital Lima que estaría interesado en contar con sus servicios.
¿Guerrero debe respetar contrato?
Por su parte, César Vallejo se mantiene firme en su posición y exigirá el cumplimiento del contrato. En su programa Después de Todo (Movistar TV), el periodista Michael Succar Acurio contó que habló con la dirigencia de la César Vallejo.
“(Guerrero) tiene contrato firmado con nosotros y lo esperamos la próxima semana en Trujillo, como quedamos con él hace algunos días. Todo sigue igual como se pactó”, reveló.
Guerrero y Vallejo: lucha a la vista
La situación se vuelve aún más complicada debido al interés y la expectativa generada en torno a la llegada de Paolo Guerrero a César Vallejo.
La afición y los medios de comunicación esperan con ansias su presentación oficial, y su ausencia en Trujillo podría generar descontento y decepción entre los fanáticos.
Además, la directiva del club ha invertido recursos significativos en el fichaje de Guerrero y esperaba contar con su contribución en la cancha.
El club ha apostado fuertemente por la contratación del goleador y ha realizado esfuerzos para asegurar su llegada.
La negativa del delantero a presentarse en Trujillo podría poner en peligro el acuerdo alcanzado y generar un conflicto contractual.
La directiva deberá encontrar una solución que satisfaga tanto sus intereses como los de Paolo Guerrero.
Mientras tanto, en sus redes sociales, que es el vehículo por donde el Vallejo ha mantenido informado a sus seguidores de los detalles de la llegada del capitán de la selección peruana de fútbol, no se ha publicado nada sobre la nueva situación.
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Es importante destacar que la relación entre un jugador y un club se basa en la confianza y el respeto mutuo. En este caso, será fundamental que ambas partes encuentren una solución que permita proteger los intereses de cada uno.
El tiempo dirá cómo se resolverá este conflicto y qué implicaciones tendrá para el futuro del delantero y del club.
