“Me siento feliz”. May Tayson Rafael Eguia Trauco, suboficial técnico de tercera PNP, desborda alegría mientras recibe su diploma de condecoración y un cheque de 1000 soles entregado por la Universidad César Vallejo. Era agosto del 2014 y la Tercera Macrorregión Policial La Libertad lo distinguió tras intervenir valerosamente a un delincuente que minutos antes asaltó una farmacia con otros dos sujetos en Trujillo.
Tayson y otros policías del Grupo Terna, unidad policial a la que pertenece, se enfrentaron a balazos, la noche del 30 de julio de ese año, con delincuentes de la banda los Pulpos, uno de ellos fue detenido tras recibir un disparo. Su acción le valió el ascenso inmediato.
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10.2.2020. Jean Pierre Carrillo Peralta, también suboficial de tercera por aquel entonces, le estrecha la mano al alcalde de Trujillo, Daniel Marcelo Jacinto, de quien recibe un diploma de distinción por su valerosa intervención.
Carrillo Peralta, también del Grupo Terna, se había enfrentado a balazos dos días antes con un grupo de delincuentes que asaltaron la agencia del Banco Continental de la urbanización Primavera, en Trujillo.
Seis delincuentes ingresaron a la agencia bancaria, ubicada en la cuadra siete de la avenida Nicolás de Piérola, redujeron al vigilante y obligaron a tirarse al piso a los usuarios. Fue en ese momento que Jean Pierre Carrillo Peralta y su compañero Daniel Josué Reyes Morales entraron en acción. Usaron sus armas de reglamento, se enfrentaron a los delincuentes, hirieron a uno y el resto huyó. Ambos agentes fueron ascendidos por su valerosa acción.
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May Tayson Rafael Eguia Trauco y Jean Pierre Carrillo Peralta vuelven a ser noticia. Pero esta vez por cruzar esa delgada línea de la ley. Ambos agentes fueron intervenidos por tener vínculos con la banda criminal los Elefantes de La Esperanza, dedicada a la venta de droga en cinco distritos.
May Tayson y Jean Pierre Carrillo pertenecen al Grupo Terna. Se les conoce como ternas, por su trabajo en grupos de tres, y operan bajo el mando del Escuadrón Verde, unidad especializada de la Policía Nacional enfocada en contrarrestar delitos menores como robos y microcomercialización de drogas; aunque ahora el término se ha generalizado e incluye a agentes de Inteligencia y de la Unidad de Servicios Especiales.
La Fiscalía contra el Crimen Organizado de La Libertad los sindicó, junto a otros ocho efectivos en actividad, de extorsionar y resguardar a los Elefantes de La Esperanza para dejarlos operar sin problemas en este distrito, así como en el Alto Trujillo, El Porvenir, Florencia de Mora y Laredo.
“No vamos a hacer espíritu de cuerpo ni defender a nadie. Si tenemos a gente que está en la Diroes y que ha ocupado la más alta magistratura del Estado (en referencia al expresidente Pedro Castillo), con mayor razón cualquiera de nosotros. Este trabajo de investigación policial ha tardado unos ocho meses. Estos malos policías participan más de un año en estas actividades ilícitas”, indicó el jefe de la Policía en La Libertad, general PNP Augusto Ríos Tiravanti.
Precisó que en lo que va de su gestión —asumida el 29 de junio de este año — ya son 22 malos policías detenidos por “cruzar la delgada línea de la ley”.
“Esto con el firme propósito de luchar contra la corrupción y limpiar la Policía de los malos elementos. La Policía es la única institución que viene limpiando sus filas expulsando a los malos efectivos que enlodan el uniforme y que han traicionado a la patria y la sociedad”.
Este trabajo de investigación policial ha tardado unos ocho meses. Estos malos policías participan más de un año en estas actividades ilícitas
Otra banda desarticulada
Los Elefantes de La Esperanza lo conformaba un clan familiar liderado por Rosa María Carranza, alías Tía Kalo; y sus hijos Rosa Torres Marín, Yonhy Rivero Marín y Jessica Torres Marín, quienes tenían su centro de operaciones en el distrito La Esperanza. Pero como la banda se integraba en total por 38 personas —de los cuales 32 fueron capturados la madrugada del jueves 22— extendían sus tentáculos en Florencia de Mora, Alto Trujillo, El Porvenir y Laredo.
Según información que maneja la fiscal provincial Magdalena Cisterna Burga del Equipo N.° 2 de la Fiscalía Especializada Contra la Criminalidad Organizada, esta red criminal operaba desde hace veinte años en La Esperanza.
Desde ese tiempo empezó a extender sus ilícitos negocios con el apoyo de malos efectivos de la Policía Nacional, quienes sabiendo la actividad ilícita a la que se dedicaban, los extorsionaban para evitar, frustrar y advertir intervenciones conjuntas entre la PNP y la Fiscalía. En buen cristiano, les allanaban el terreno para que operen sin problemas, previo pago de fuertes sumas de dinero.