Escribe Iveth Xiomara Yamunaqué Gonzales
Juan Rivera Mamani tiene 20 años, las heridas de una rara enfermedad y las ganas de montar bicicleta cueste lo que cueste. Practica ciclismo, junto a sus amigos, desde el 2020, el año de la pandemia.
Para Juan, el ciclismo no era, para nada, algo novedoso. Sin embargo, los pedaleos de la vida lo llevaron a encontrarse con personas que le inyectaron ese gusto por las dos ruedas y las aventuras, porque las buenas compañías convierten el camino más corto y lo llenan de recuerdos. “La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el balance debes seguir moviéndote”, dijo un tal Albert Einstein.
La bicicleta se inventó en el año 1817, cuando el investigador alemán Karl Freiherr creó el primer transporte dirigible con dos ruedas denominado Laufmaschine (máquina andante).
Desde entonces, le ha aparecido una agresiva competencia. Colman Mc Cartly, columnista en The Washington Post, advierte que la bicicleta es la “primera máquina que dominamos de niños y la que abandonamos cuando las seducciones del automóvil toman el control”.
Sin embargo, la bicicleta tiene una hermosa dualidad: sirve para la práctica de un deporte y, también, como medio de transporte.
Rueda la vida
Juan Rivera, quien vive en Sullana, se inició en la práctica de este deporte como un pasatiempo para distraer la mente de los problemas cotidianos y guardar momentos inolvidables.
A él, el ciclismo le ayudó a corregir sus relaciones interpersonales, ya que conoció a las mejores amistades que hoy puede tener. El escritor estadounidense Chip Brown comparó a las bicicletas con el mejor amigo del hombre: “Al igual que los perros, las bicicletas son catalizadores sociales que atraen a una categoría superior de personas”.
Juan Rivera empezó su historia con los pedales en el 2020 y, lo retomó a mediados del 2021 debido a que sufrió de Guillain-Barré, una enfermedad que ataca tus nervios y debilita tus músculos.
La dolencia no fue impedimento para dejar el ciclismo, todo lo contrario, en los meses que tardó su recuperación se motivó para seguir y llevar su pasión a otro nivel.
El Club Ciclistas del Chira está integrado por mujeres y varones, quienes unieron fuerza, ganas y perseverancia para crear aventuras sobre ruedas. El club ha evolucionado desde su creación. Se inició con solo tres amigos y, actualmente, se posiciona como uno de los colectivos más conocidos en Sullana. Este grupo ha participado en diferentes competencias.
Ellos también
Así como los ciclistas del Chira, Arturo Bejarano Chaparro, estudiante de la Universidad de Piura, alista todos los sábados, en la mañana, llaves, billetera y celular. Casco, rodillera y guantes.
Sale de casa y, al llegar al patio, visualiza en una esquina a una de sus compañeras de vida: su bicicleta. Reluciente, con un sticker de flamas en el asiento que la hace única; sube, pedalea y se abre paso por las calles de Piura.
O como el universitario Jefferson Otero Ontaneda, que relaciona a la bicicleta con libertad y diversión, porque es un medio de transporte saludable, el cual lo ayuda a ponerse en forma, al realizar ejercicio.
Pondera la versatilidad y el empleo de este vehículo como una manera de ahorro en lo que respecta a gastos en combustible.
Ellos forman parte de una comunidad de mil millones de miembros que, con este hábito, ayudan a salvar el planeta de una manera, que tal vez, ni ellos pueden percatarse, debido a que el vehículo en el que andan es el más amigable con nuestra casa mayor: el planeta.
Importancia de la bicicleta
El 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, declarado así por la Asamblea de las Naciones Unidas en 2018. Este día es propicio para recordar que la birueda es considerada como el transporte más económico, sostenible y limpio del mundo.
La fecha, además, sirve para valorar la importancia de este medio por su contribución en el cuidado del medioambiente y en la de los ciudadanos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de la bicicleta promueve la salud física y mental, previene sedentarismo, el cual es uno de los factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (hipertensión, diabetes, obesidad, entre otras). Así mismo, favorece la calidad de aire en las ciudades y a recuperar el espacio público a favor de los transeúntes.
La mejor alternativa de transporte
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el empleo de bicicletas, como medio de transporte, ha llevado a dar un respiro a las ciudades, reduciendo la contaminación provocada por las emisiones de los autos y el resto de transporte.
El transporte ecológico empieza a ganar terreno en las ciudades, ya que no produce gases tóxicos y supone menos espacio: unas 16 bicicletas ocupan lo mismo que un vehículo. Mejora tu economía, impulsa la movilidad sostenible, es duradera, su coste de inversión es menor que el de cualquier transporte privado.
Juan Rivera empezó su historia con los pedales en el 2020 y, lo retomó a mediados del 2021 debido a que sufrió de Guillain-Barré, una enfermedad que ataca tus nervios y debilita tus músculos.
Así mismo, se debe garantizar que este medio tenga condiciones seguras y asequibles a través de la acción ciudadana y el gobierno de turno.
Según el Plan de Movilidad Piura, el viaje a través de bicicleta es casi inexistente en esta provincia del norte del Perú, con apenas, 0.75 % del total de los desplazamientos de las personas.
En la actualidad, este vehículo es considerado como una alternativa para realizar desplazamientos por las zonas urbanas. Ello implica contar con infraestructura adecuada, segura y accesible, como ciclovías.
Sobre ruedas y anécdotas
“Cuando conseguí mi bicicleta, debo haber sido el chico más feliz de Liverpool, tal vez el mundo”, respondió en una entrevista John Lennon, ex The Beatles.
Montar bicicleta es como la vida misma. Las rutas y quedadas (paradas) siempre traen un sinnúmero de anécdotas. El miedo, las risas, los apuros forman parte de los mayores placeres de la vida, el montar bicicleta.
“Recuerdo que una vez estábamos por los cerros de Puerto Rico (Piura), ya era tarde y justo a un muchacho de nuestro grupo se le pincha la llanta, tuvimos que parar y, como en ese tiempo, no contábamos con luces, alumbramos con nuestros celulares. Uno de los que estaba ahí dijo: ‘Apúrense que dicen que estos cerros están encantados’”, narra Juan Rivera.
El joven junto a sus amigos intentó parchar la llanta; sin embargo, los parches desaparecieron repentinamente. Todos sorprendidos por lo que había ocurrido, buscaron por veinte minutos, ya que eran los únicos que tenían.
“Los parches aparecieron detrás de nosotros y nos sorprendimos, debido a que inicialmente los habíamos colocado al centro de todos”.
Mientras parchaban, escucharon una voz que los llamaba desde el cerro, nunca supieron si fue el viento o alguien que los vio pasar, pero su sed de aventura la cambiaron por rápidos pedaleos y miedo.
El transporte de dos ruedas es una de las maravillosas opciones para dejar atrás el congestionamiento que ahoga a las ciudades. Cada año se venden cien millones de bicicletas a lo largo y ancho del globo terráqueo. Esto es una señal de que cada vez hay mayor preocupación para cuidar el planeta.
Mientras pedalees, el planeta respira más. Si manejas una bicicleta eres un ser sano y respetuoso con el medioambiente, porque es lo desconocido a la vuelta de la esquina lo que hará que tus ruedas se muevan. Feliz día Mundial de la Bicicleta, al transporte más limpio del mundo.