– Por favor, ayúdenme. Lo hemos perdido todo.
María Ascona Carrión suplica ayuda. Literalmente, lo ha perdido todo. Su casa, en la calle San Martín sector diez parte baja del centro poblado El Milagro, fue arrasada por el huaico, tras la activación de la quebrada del León, la noche del viernes 10 de marzo.
– Mi casa se ha caído. El techo de calaminas se ha caído. Las calaminas chancadas las estamos usando para protegernos. La pared de ambos lados se ha caído.
Su cama, su cocina, sus sillas; solo quedó el terreno. María Ascona vive con su esposo y sus tres hijos en este centro poblado del distrito de Huanchaco. El sueño de un mejor futuro para ellos la impulsó a dejar la selva, hace tres años.
El panorama es desolador en este sector de El Milagro. La casa de esta familia se ubicaba a una cuadra del cauce de la quebrada del León. El huaico arrasó con todo. Solo en su cuadra, al menos otra decena de casas también fueron destruidas.
“Yo también lo perdí todo. Mi esposo y mis dos hijos no tenemos a dónde ir”, cuenta Doris Paredes Cortés. Dieciocho años lleva viviendo en este sector y ahora solo quedan escombros. “Hay muchas otras casas que también se han caído”, agrega.
Seis días después, personal de la Municipalidad Distrital de Huanchaco se acercó a esta zona para empadronar a los damnificados. Durante ese tiempo, decenas de familias sobreviven de la ayuda de personas de buen corazón que les repartieron agua y víveres en cantidades insuficientes.
“Ninguna autoridad vino los primeros días. Recién han llegado hoy para informarnos sobre el bono que dará el Gobierno”, prosigue María Ascona.
Agua, mama; agua, tata
El porcentaje de agua en el cuerpo humano es del sesenta y cinco por ciento, por lo que su consumo es esencial para el funcionamiento del organismo. La falta de líquido vital conduce a la deshidratación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
El cansancio, la confusión y sequedad de las mucosas son síntomas de la deshidratación. En sectores como Primavera y Las Palmeras, en Wichanzao, distrito de La Esperanza; o el centro poblado El Milagro, en Huanchaco, algunos niños y adultos mayores ya empiezan a mostrar estos síntomas.
Fanny Quiñones Carlos, coordinadora de la Comisión de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de La Libertad, muestra su preocupación por la crítica situación que afecta a cientos de familias damnificadas por las lluvias intensas.
“Ya pasó lo peor, pero quedan las secuelas. La gente está desesperada por agua y víveres. Hay muchas casas que han quedado destruidas. La gente duerme en la calle”, explica.
En diálogo con BuenaPepa indica que gestiona ayuda humanitaria para las zonas afectadas, especialmente Wichanzao y El Milagro.
“Algunas empresas han apoyado con agua, que es lo que principalmente falta en estas zonas. Pero necesitamos que las autoridades aceleren los trámites para brindar la ayuda que se necesita. Algunos solo tienen la ropa que llevan puesta, el resto lo perdieron. Hace unos días brindamos ayuda a unas 100 personas. La gente se pelea por agua. Reclaman por ayuda”, declara.
Reporte de daños por lluvias
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) La Libertad, en un informe preliminar, contabilizó a más de 12 mil damnificados por las lluvias y huaicos en cuatro de las cinco provincias costeras de la región, siendo Trujillo la que registra el mayor número (8740), seguido de Pacasmayo (771), Ascope (408) y Chepén (180). Este informe aún no ha sido actualizado, por lo que la cifra sería mayor.