Por segundo año consecutivo, la ciudad de Trujillo, conocida por ser cuna de la emblemática danza de la marinera, no será el anfitrión del Concurso Nacional de Marinera 2024. El coliseo Gran Chimú, que solía albergar este patrimonio cultural peruano, no lo hará debido a desacuerdos entre los organizadores, el Club Libertad, y el suspendido alcalde de Trujillo, Arturo Fernández.
El concurso se traslada a la provincia constitucional del Callao y se llevará a cabo del 22 al 28 de enero. Sin embargo, los planes para su retorno a Trujillo el próximo año ya están en marcha.
La danza de la marinera, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1986, está profundamente arraigada en la identidad trujillana. Pero su ausencia ha dejado más que un vacío cultural.
El concurso se traslada a la provincia constitucional del Callao y se llevará a cabo del 22 al 28 de enero. Sin embargo, los planes para su retorno a Trujillo el próximo año ya están en marcha.
Trujillo sin marinera: pérdidas millonaria
El presidente del Club Libertad, Fernando Burmester Landauro, calcula pérdidas de cerca de 40 millones de soles. La cancelación de aproximadamente 5.000 reservas de hotel, así como la disminución en los ingresos de restaurantes, comercios de trajes de marinera, paquetes turísticos y otros negocios relacionados con el turismo han causado un golpe económico en la ciudad.
El 15 de enero, Burmester y el nuevo alcalde de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, se reunieron para planificar el retorno del concurso a Trujillo en 2025. Como parte de este compromiso, se han coordinado dos ensayos de acceso libre en el Club Libertad para que los visitantes puedan disfrutar los bailes de las parejas de marinera.
El coliseo Gran Chimú, que tradicionalmente alberga el evento, necesita una remodelación según los acuerdos en la reunión. Burmester apuntó que la renta diaria de 25 mil soles se paga a pesar de las malas condiciones del establecimiento, obligando a los organizadores a hacer reparaciones de su propio bolsillo.
Club Libertad y Arturo Fernández
El concurso no se llevó a cabo en Trujillo después de que el suspendido alcalde Arturo Fernández se negara a emitir los permisos correspondientes, alegando que el coliseo Gran Chimú no cumplía con las especificaciones necesarias para alojar el evento, y calificó al concurso no como un evento cultural, sino como un negocio. Estos desarrollos provocaron que los representantes del Club Libertad se trasladaran a la capital.
“Yo he dicho que la marinera no le pertenece a un puñado de familia o a una familia, eso está descartado, yo no puedo dar y exigir que los funcionarios hagan cosas para que aprueben y después tengamos una segunda Utopía”, dijo el entonces alcalde de Trujillo.