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Comida envenenada: consumieron almuerzo infectado y ahora necesitan ayuda para enfrentar las lluvias

Personas que consumieron alimento con veneno buscan recuperarse para proteger sus viviendas frente a las lluvias del ciclón Yaku.

La quinta etapa del sector Víctor Raúl Haya de la Torre, en El Porvenir, es una zona golpeada dos veces. Los vecinos viven taciturnos y con poca fuerza. Primero, los doblegó la lluvia; luego, la comida envenenada que consumieron pensando que recibían un acto de caridad.

“No viene nadie, señor”, insiste la vecina Ana Vásquez Ávalos, quien, desde el sábado, cuando ocurrió la intoxicación, se mantiene alerta para ayudar a sus conciudadanos. Ella se refiere a que ninguna autoridad ni empresa ni personas de buen corazón acudió a su vecindario para ofrecer ayuda.

“Por favor, pedimos que vengan a brindar socorro. Las personas están pasando una crisis tanto por el envenenamiento y por las lluvias, y están desamparadas”, continuó.

Los vecinos viven taciturnos y con poca fuerza. Primero, los doblegó la lluvia; luego, el alimento envenenado que consumieron pensando que recibían un acto de caridad.

El sábado 11 de marzo, un día después de una de las lluvias más intensas que ha caído en Trujillo en los últimos años, un grupo de personas llegaron al sector Víctor Raúl Haya de la Torre para repartir almuerzo: arroz, puré de papá y carne guisada.

Luego que consumieron los alimentos, los vecinos empezaron a sentir dolor de estómago, náuseas, incluso, botaron espuma y sangre por la boca. El caos se apoderó de la zona, debido a que los afectados superaban la treintena. De inmediato, fueron trasladados al centro médico Santa Isabel de El Porvenir y al hospital Belén y Regional de Trujillo. 

BuenaPepa informó el domingo 12 de marzo que, además de los vecinos de El Porvenir, otra treinta de familias de Villa Marina (Salaverry) también sufrieron el mismo cuadro de envenenamiento. Ellos acudieron al hospital Walter Cruz Vilca de Moche y también al Belén de Trujillo para salvar sus vidas.  La mayoría de las víctimas en ese sector son extranjeros.

Envenenada y doble dolor

Dos días después de la tragedia, muchos vecinos ya están en sus viviendas recuperándose. “No tiene fuerzas, les cuesta comer. Solo comen caldito de sémola, porque su cuerpo no admite otro alimento”, describió Ana Vásquez.

Florencia Muñoz Ávalos es una vecina envenenada.
Florencia Muñoz Ávalos es una vecina envenenada.

Ante la situación de emergencia y la advertencia de más presencia de lluvias en las próximas horas, la condición de estas personas es muy preocupante. 

“Ellos necesitan estar fuertes para protegerse de las lluvias. Las lluvias aún no pasan. Ellos necesitan poner sacos a sus casas, poner plásticos; por eso es importante que las autoridades vengan a apoyarnos. Hay personas que su condición les parte el corazón a cualquiera”, continúa.

Hablan las víctimas

En la puerta de su vivienda, sentada en una silla de madera y al lado de su esposo, la anciana Florencia Muñoz Ávalos todavía está “un poco mal”. “Estoy con el estómago flojo, el cuerpo decaído, un poco mareada”, cuenta la mujer, una de las vecinas de El Porvenir que consumió el almuerzo infectado.

Por su parte, la moradora Rosmery Benites Flores relató que el sábado 11 de marzo, al promediar la una y media de la tarde, llegó un grupo de personas a bordo de dos vehículos a repartir alimentos. “Eran jóvenes morenos y altos. Me preguntaron dónde está el comedor. Yo les señalé para arriba. Me dijeron que estaban repartiendo comida y me dieron dos platos. ‘De dónde son ustedes’, les pregunto. ‘Hacemos convenido con los comedores’, me respondieron”, recordó.

En casa de Rosmary Benites, 7 familiares resultados envenenados.
En casa de Rosmary Benites, 7 familiares resultados envenenados.

Dividió la comida con sus hijos, su esposo y un hermano que la visitaba. En total, en su vivienda, siete personas resultaron afectadas por el alimento y necesitaron de asistencia médica. 

“No entiendo cómo puede haber personas malas, endemoniadas que vienen a dejarnos esas cosas. Mejor no nos dieran nada. Nosotros hemos recibido confiadas, porque no es la primera vez que viene a dejarnos apoyo. Antes ha venido gente de buen corazón y nunca no ha hecho mal, por eso nosotros hemos recibido”, relató.

Finalmente, confesó que aún padece las secuelas del envenenamiento. “No puedo pararme bien. Me duele el estómago, la garganta, me suda el cuerpo. A uno de mis hijos le dio bastante fiebre”, relató.

Finalmente, Rosmery Benites mostró restos de la comida que les ofrecieron en un taper transparente el sábado y que ha sido la causante de dimensionar sus males. 

César Clavijo Arraiza
César Clavijo Arraiza
Nació en un desierto frente al mar, donde solo crecen árboles de algarrobos. Dice que le gustan todas las frutas, pero en los últimos meses se ha decantado por el pepino, de origen andino; pero con una mala fama: se cree que si se consume después de beber licor puede causar la muerte. Periodista, escritor, docente, padre y esposo. Es torpe con la pelota, pero ama jugar fútbol. En el 2018 publicó "Tercera persona" y ahora está a punto de terminar un doctorado en comunicaciones.