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Casas en Trujillo: las fachadas más atemporales de San Andrés que debes conocer

Continuamos nuestro viaje a través del tiempo y el espacio para explorar las joyas arquitectónicas que adornan Trujillo, una ciudad hermosa, pero atacada por la delincuencia y los políticos, que, casi siempre, son lo mismo.

En esta ocasión, nos adentraremos en la urbanización San Andrés, que guarda tesoros en cada una de sus fachadas. Son diseños atemporales porque no conocen el tiempo. Siguen vigentes, vigorosas y —algunas— elegantes.

Al igual que las mansiones del centro histórico, estas viviendas son testigos mudos de una época gloriosa; pero, también, reflejan la evolución de la arquitectura y el estilo de vida en nuestra ciudad.

Palmeras en el jardín

En un rincón de la urbanización San Andrés se erige esta imponente construcción de líneas rectas y volúmenes bien definidos.

Su fachada, pintada en tonos cálidos de ocre y beige, evoca la calidez del sol trujillano y contrasta armoniosamente con el verde vibrante de las palmeras que la flanquean.

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La casa, de estilo arquitectónico moderno, exhibe una sobriedad elegante que la distingue de sus vecinas. Sus grandes ventanales, protegidos por pequeñas viseras, invitan a la luz natural a inundar los interiores, para crear una atmósfera luminosa y acogedora.

El balcón corrido en el segundo piso, con sus barandas de metal, aporta un toque de sofisticación y ofrece una vista panorámica del entorno.

Casa pintorescas San Andrés, Trujillo.

Imaginemos por un momento la vida que se desarrolla tras estas paredes. ¿Será el hogar de una familia numerosa que ha atesorado innumerables recuerdos en sus espacios? o ¿quizás alberga un estudio de algún artista, donde la creatividad fluye libremente?

Las posibilidades son infinitas y cada detalle arquitectónico nos invita a tejer nuestras propias historias.

Líneas y contrastes

Esta vivienda sorprende con una propuesta audaz y contemporánea. Su fachada, pintada en un vibrante tono amarillo, se destaca en el paisaje urbano porque irradia energía y positivismo.

El contraste entre el amarillo intenso de las paredes y el marrón oscuro de la cochera crea un juego visual dinámico y llamativo. La reja de madera, con su diseño geométrico y sus líneas rectas, aportan un toque de modernidad y sofisticación a la fachada.

Fachada. Casa San Andrés, Trujillo.

La planta superior, ligeramente volada, se adentra en el espacio aéreo, creando una sensación de ligereza y amplitud.

Los grandes ventanales que se abren hacia el exterior permiten una abundante entrada de luz natural, la que ilumina los interiores y genera una atmósfera cálida y acogedora.

Verde olivo

Esta vivienda invita a un viaje a través del tiempo y a recordar las construcciones de mediados del siglo XX. Su fachada, pintada en un suave tono verde oliva, nos evoca la naturaleza y la calma.

Las líneas rectas y los volúmenes simples de la construcción son característicos de la arquitectura de aquella época.

Los grandes ventanales, protegidos por cortinas blancas, permiten que la luz natural inunde los interiores, creando una atmósfera acogedora y luminosa.

El balcón corrido en el segundo piso, con sus barandas de metal, aporta un toque de elegancia y ofrece una vista panorámica del entorno.

Fachada. Casa San Andrés, Trujillo.

El jardín frontal, aunque pequeño, está cuidado con esmero y contribuye a crear un ambiente agradable y relajante. El césped verde, las plantas ornamentales y el pequeño árbol añaden un toque de vida y color a la fachada.

Un árbol desnudo

Esta vivienda nos cautiva con su diseño que combina elementos clásicos y modernos. Su fachada, pintada en un cálido tono amarillo ocre, evoca la calidez del sol trujillano y crea una atmósfera acogedora.

El árbol desnudo que se yergue frente a la casa, aunque sin hojas, aporta un toque de elegancia y sofisticación. Sus ramas extendidas enmarcan en el ingreso principal y crean un interesante juego de sombras.

La puerta de madera, de un tono más oscuro que la fachada, destaca por su diseño sencillo y elegante. Los ventanales, con sus marcos de madera, permiten que la luz natural inunde los interiores y creen una atmósfera luminosa y acogedora. La casa, a pesar de su antigüedad, conserva un aire de modernidad.

Amarillo y metal

Esta vivienda nos sorprende con una combinación de colores audaz y un diseño moderno. Su fachada, pintada en un vibrante amarillo y un intenso azul, crea un contraste visual llamativo y energizante.

Los grandes ventanales, enmarcados en azul, permiten que la luz natural inunde los interiores, lo que crea una atmósfera luminosa y acogedora.

El balcón corrido en el segundo piso, con sus barandas de metal, aporta un toque de elegancia y ofrece una vista panorámica del entorno.

La escalera exterior, que conduce a la puerta principal, añade un elemento dinámico a la fachada e invita a descubrir los secretos que guarda esta casa.

Sin duda, esta construcción es un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser una expresión de la creatividad y un reflejo de los gustos y estilos de vida contemporáneos.

Auténtica y decadente

La fachada, pintada en un suave tono verde menta, nos transmite una sensación de calma y tranquilidad.

Las puertas de madera, con sus marcos arqueados, son el elemento más destacado de la fachada. Su diseño sencillo y elegante nos invita a cruzar el umbral y descubrir los secretos que guarda esta casa.

La combinación de materiales como el ladrillo visto, la madera y el hierro forjado, aporta una textura y calidez a la fachada.

Fachada. Casa San Andrés, Trujillo.

Los detalles ornamentales, como los arcos y las molduras, son característicos de la arquitectura de aquella época.

Esta vivienda representa un estilo de vida más sencillo y conectado con la naturaleza, en comparación con las construcciones más modernas y vanguardistas que hemos visto anteriormente.

Sin embargo, su encanto radica en su autenticidad y en la historia que guarda entre sus paredes.

El tejado único

Esta casa, pintada en un vibrante tono amarillo, se destaca entre las demás construcciones de la zona.

Su techo de tejas rojas le da un toque de calidez y tradición, mientras que las puertas de madera agrega un detalle de elegancia.

En el pequeño jardín delantero, un palmeral añade un toque de verdor y frescura. La cerca blanca de madera rodea la propiedad, creando un ambiente acogedor y privado.

La casa se encuentra en una calle tranquila, rodeada de otros edificios de diferentes estilos y épocas. En el fondo, se puede apreciar un edificio alto y moderno, que contrasta con la arquitectura más antigua de la zona.

Fachada. Casa San Andrés, Trujillo.

Esta casa es un ejemplo de cómo el diseño puede ser una expresión de la identidad cultural y la historia de una comunidad.

Su diseño y materiales reflejan la influencia de diferentes estilos y épocas, creando un espacio único y lleno de carácter.


Nuestro recorrido por las casas de la urbanización San Andrés nos ha permitido apreciar la diversidad arquitectónica y la riqueza cultural de este barrio. Hemos visto casas de diferentes estilos y épocas, desde las más antiguas y tradicionales hasta las más modernas y vanguardistas.

Nuestro recorrido por las casas de la urbanización San Andrés nos ha permitido apreciar la diversidad arquitectónica y la riqueza cultural de este barrio

Cada inmueble tiene su propia personalidad y encanto, y refleja la historia y el estilo de vida de sus habitantes. Algunas son grandes y espaciosas, mientras que otras son más pequeñas y acogedoras.

Algunas están rodeadas de jardines, mientras que otras se encuentran en calles estrechas y animadas.

Lo que todas estas casas tienen en común es que son parte de la identidad de San Andrés. Son un testimonio de la historia y la evolución de este barrio, y nos recuerdan la importancia de preservar nuestro patrimonio arquitectónico.

Texto y fotos: Valeria Ortiz y Juan Torres