La activación de quebradas y el inminente desborde del río Chicama amenaza a la población de la provincia de Ascope, en La Libertad, unas de las jurisdicciones más afectadas por las intensas lluvias desatadas por el ciclón Yaku.
En esta jurisdicción, por cinco afluentes cercanos a zonas urbanas empezó a correr agua y el río Chicama llegó a superar los 400 metros cúbicos por segundo.
Frente a este panorama que ponen en peligro la vida de miles de personas, cientos de viviendas, zonas de cultivos y vías de comunicación es fundamental la convergencia de esfuerzos para mitigar el impacto de la naturaleza.
Así, a través de una nota de prensa, la azucarera Casa Grande informó que continúa ejecutando acciones de apoyo, como labores con maquinaria pesada en los sectores de Piedra Molino, Atahualpa y Cuculicote, para fortificar barreras de contención y evitar la afectación de tierras de cultivo, carreteras y viviendas aledañas que podrían verse afectadas.
Asimismo, vienen llevando volquetadas de tierra amarilla para reducir el impacto de las inundaciones, en diversos puntos como Mocán, Santa Clara, Facalá, Roma, Ascope (capital), entre otros lugares. “Y en una acción coordinada con la municipalidad provincial dispusieron de una camabaja para traslado de maquinaria del Gobierno Regional para labores en Puente Victoria (Roma)”, señala el comunicado.
Ascope: Agua y calamina
En el Centro Poblado de Mocán entregaron calaminas para las familias afectadas, mientras que en el sector de Arróspide Mejía (Ascope) apoyaron con cisterna para abastecimiento de agua.
La furia de la naturaleza afectó las redes de agua potable en esta parte del valle Chicama.
“Durante el fenómeno del niño en el 2017 los trabajos de la empresa fueron la principal línea de defensa para los cultivos y las zonas urbanas, logrando salvaguardar a la población, mantener las vías de comunicación activa y restablecer las líneas eléctricas”, destacó la nota de prensa.
