InicioFruta frescaFrutero DeportivoArgentina es puro equilibrio para triturar a Croacia

Argentina es puro equilibrio para triturar a Croacia

Lionel Messi y Julián Álvarez (2) anotaron en la goleada 3-0 de Argentina frente a Croacia. Sudamericanos jugarán la final de Qatar 2022 el domingo.

Si Lionel Messi es una arma de destrucción masiva, el chico Julián Álvarez es un dardo venenoso. El delantero es un jovencito con huellas de acné, pero con la piel sin erupciones, en especial, cuando encara como kamikaze contra las defensas. 

Hoy lo hizo de manera magistral tres veces. En la primera, le cometieron un penal. En la segunda, la embocó. Y en la tercera, acompañó midiendo el tiempo y el espacio para estar justo en el lugar donde Messi, su ídolo desde pequeño, sacaría el pase. Anotó dos goles. Fue determinante en los tres con los que Argentina desintegró a Croacia. 

El apellido Álvarez se encuentra entre los 300 más populares del mundo, pero solo hay un Julián, la debilidad de un tal Pep Guardiola, quien no se sació hasta llevarlo al Manchester City, aunque para ello debió deshacerse de figuras mundiales como Sterling y Gabriel Jesús.

Messi humilla al defensa Josko Gvardiol y brinda el pase para el tercer gol de Argentina, el cual lo anota Julián Álvarez. (Foto Andina). Mundial Qatar 2022. Semifinales.
Messi humilla al defensa Josko Gvardiol y brinda el pase para el tercer gol de Argentina, el cual lo anota Julián Álvarez. (Foto Andina).

Obrero y doctor

Si Messi es un martillo pulverizador de defensas, Nicolás Otamendi es un ingeniero minimalista que construye trincheras y parapetos que ningún enemigo atraviesa. A veces, es un cirujano que corta ataques sin provocar heridas ni daños a terceros. 

El defensa de 34 años era un tronco seco empujado por la corriente hacia el cementerio donde ‘mueren’ los de su estirpe: un defensor de oficio. Abandonó una liga top (La premier), un equipo de élite (Manchester City) para jugar en un campeonato emergente (Primera División de Portugal) y en un equipo respondón (Benfica).

Según Wikiapellidos, en el mundo hay 6974 personas con el apellido Otamendi. La mayoría vive en Argentina y muchos en Venezuela. El único Otamendi que cuando estaba camino al retiro, ha decidido, en Catar, ser otro tipo, es el que ayer volteó a jugar como el mejor defensa del planeta fútbol. Volvió a marcar para alejar el prefijo ex del participio ‘futbolista’ y agigantar su vigencia. 

Argentina y la simetría

Argentina derrotó a Croacia porque fue una simetría de opuestos, un péndulo preciso. No sufrió del síndrome de la sábana corta: cuando atacaba no se desvestía los pies, ni cuando defendía se descubría la cabeza. Siempre armónico en la defensa, el ataque y las transiciones. 

Los partidos se juegan en el medio campo, pero se ganan en las áreas. Allí estuvo Julián Álvarez y compañía, en una de ellas, y Nicolás Otamendi y compañía, en la otra. Nadie de la oncena de Scaloni jugó por debajo de su nivel. 

Esta vez, Messi tuvo menos protagonismo con el balón, pero cuando apareció revalidó todo lo que se dice de él. (Valdano: «El mejor es Messi y el segundo, Messi lesionado». Figo: “Verlo jugar es como tener un orgasmo”.  Arsene Wenger: “Messi es un jugador de Play Station”. Luis Enrique : “Hace cosas que ni siquiera veía en Oliver y Benji (Supercampeones)”.

Había protagonizado unas gambetas y pases precisos, pero su pináculo fue, en el segundo tiempo, cuando desde, casi el mediocampo, recibió el balón e hizo lo que quiso con el croata Josko Gvardiol —para muchos el mejor defensa del Mundial— para el tercer gol y cerrar la goleada. 

El apellido Álvarez se encuentra entre los 300 más populares del mundo, pero solo hay un Julián, la debilidad de un tal Pep Guardiola, quien no se sació hasta llevarlo al Manchester City, aunque para ello debió deshacerse de figuras mundiales como Sterling y Gabriel Jesús.

Gol con efecto

Hay goles que pulverizan todo lo que está en pie para imponer un nuevo orden mundial. El primer tanto de los sudamericanos —penal: obra y gracia de Álvarez y ejecución de Messi— provocó ese efecto. Hasta entonces, 34 minutos del primer tiempo, la posesión del balón y el gobierno del juego era de los europeos. Con ese tanto, Messi se convierte en el goleador histórico de Argentina en las citas mundialistas. 

Croacia jugaba con aplomo y Argentina con ímpetu, confundiendo velocidad con apresuramiento. Todo cambió con el tanto. Es verdad que ningún partido es igual a otro y que es inevitable las comparaciones. Messi y sus amigos sufrieron más frente Australia, que contra el subcampeón del mundo que había hecho llorar a Neymar.

Esta vez Croacia no reaccionó con firmeza como el partido lo ameritaba. (Foto Andina)

Por el resultado y por el trámite de juego, no fue el partido disputado y atiborrado de emociones que el mundo esperaba. Argentina lo resolvió en el primer tiempo. Croacia no recordó el pretérito perfecto de su reacción frenética y contundente frente a Brasil y sucumbió. Argentina combinó mejor el presente y conjugó a la perfección en imperativo del verbo ‘ganar’. 

César Clavijo Arraiza
César Clavijo Arraiza
Nació en un desierto frente al mar, donde solo crecen árboles de algarrobos. Dice que le gustan todas las frutas, pero en los últimos meses se ha decantado por el pepino, de origen andino; pero con una mala fama: se cree que si se consume después de beber licor puede causar la muerte. Periodista, escritor, docente, padre y esposo. Es torpe con la pelota, pero ama jugar fútbol. En el 2018 publicó "Tercera persona"; en el 2023, "No todo se queda en la cancha". Terminó un doctorado en comunicaciones.