Cuando la maltrecha economía peruana se recuperaba del impacto de dos años de pandemia, se desató la guerra en Europa entre Rusia y Ucrania, en febrero de este año. El topetazo inesperado se reflejó en el aumento de precios del combustible y los alimentos. Sin embargo, el golpe de nocaut llegó hace unos días con la medida adoptada por los gremios de transportistas del país, que decidieron acatar un paro nacional indefinido por el alza del precio del combustible.
En nuestra región, a esta lucha se unirá la Coordinadora Regional de Transportistas de La Libertad este lunes 4 de abril. Lo que se temía se hará realidad: se viene una nueva tormenta en la economía nacional y regional. Guillermo Blas de la Cruz, presidente de este colectivo que agrupa a diferentes empresas de micros, taxis, combis, colectivos y mototaxis de Trujillo, afirma que la medida es necesaria y urgente para evitar el colapso del servicio de transporte urbano. ¿El pedido? Exigir la intervención del Gobierno para frenar el incremento de precios del combustible.
“La posición del gremio es acatar el paro indefinido a partir del 4 de abril. Hasta ahora no hay acuerdo con el Gobierno. Estamos retomando la atención a ese pedido que no se ha materializado el año pasado, se ha quedado todo en papeles; hubo mesas de trabajo, pero nada concreto. Queremos que el gobierno nos ponga interés, que entregue un subsidio. Nuestra realidad es dura”, declara.
El dirigente explica que, hasta hace unos meses, un micro consumía en combustible entre 160 y 180 soles por seis viajes completos (ida y vuelta); ahora invierte 300 soles, en cinco vueltas completas. “El impacto ha sido terrible. La pandemia nos golpeó primero, hay micros y empresas que no están operando; a eso hay que sumarle la crisis del combustible, la crisis política, todo influye. Estamos trabajando a pérdida. Recaudamos un 50 % y a veces ni a eso llegamos. Ya no hacemos seis vueltas, solo cinco, estamos gastando un promedio de 60 soles por vuelta, 300 soles diarios”, contabiliza.
Le encanta la gasolina
El mismo golpe sintió la Confederación Regional de Empresas y Transportistas de La Libertad (Coretralib), que asocia a 1400 unidades de combis, en 22 compañías. Raúl Muñoz Reyes, su presidente, lamentó que la gasolina ahora cueste 22 soles el galón, cuando el año pasado pagaban 13 soles.
Estamos trabajando a pérdida. Recaudamos un 50 % y a veces ni a eso llegamos. Ya no hacemos seis vueltas, solo cinco, estamos gastando un promedio de 60 soles por vuelta, 300 soles diarios.
“Una combi trabajaba al día con 70 u 80 soles, pero ahora se gastan 130 o 140 soles. La diferencia es muy significativa. La situación cada vez se complica más. No queremos llegar a este extremo de ir a paro; pero nos vemos en esa necesidad. Queremos que el Gobierno nos solucione este problema, es muy difícil seguir funcionando así. Coretralib va a apoyar de forma contundente este paro”, advierte.
Cada unidad afiliada al gremio de combis moviliza, a diario, entre 250 y 400 pasajeros, dependiendo la ruta. En tanto, cada micro transporta entre 700 y 800 pasajeros al día, según la Central Regional de Transporte Urbano de La Libertad (Certull). En total, son siete gremios los que acatarán el paro desde este lunes 4, aproximadamente 40 mil unidades entre micros, taxis, combis, colectivos y mototaxis.
Sobre este particular, Transportes Metropolitanos de Trujillo (TMT), organismo público descentralizado de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), elaboró un estudio para implementar el corredor vial en Trujillo, el 2018. En este se estima que existe entre 700 mil y 800 mil usuarios del servicio de transporte urbano en la provincia. Esta es la cifra que resultaría afectada con la medida de fuerza que anunciaron los transportistas del medio local.
“Toda la población resulta afectada con una medida así. Las personas siempre están en movimiento, tienen que trasladarse a sus centros de labores, estudios, etcétera. El impacto que se tiene es elevado”, comenta la gerenta del citado organismo público descentralizado, Mariela Tantaleán Olano.
Efectos de la guerra: nueva alza de precios
De cada 100 barriles de petróleo que se consumen en el Perú, 75 son importados; y cada año nuestro país importa más de 6 000 millones de dólares de este commodity. En el 2021, Rusia fue el segundo productor mundial de petróleo por lo que no es de extrañar que el precio por barril de crudo haya superado inmediatamente la barrera de los 100 dólares, nivel que no se fijó desde el 2014. Esta alza, sin duda, nos afectará directamente, con efectos negativos en cuanto a la inflación, sostiene la Cámara de Comercio de Lima.
Asimismo, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha impulsado el cese de operaciones de compañías petroleras en territorio ruso, tales como Shell Plc (SHEL) y BP Plc (BLP), las que anunciaron su retiro. A su vez, TotalEnergies SE anunció que no invertirá en nuevos proyectos en el país.
El presidente del Instituto de Economía y Empresas (IEE), Francisco Huerta Benites, advierte que esta medida generará un nuevo aumento de precios de los productos de primera necesidad que golpeará a las familias liberteñas. “Esto nos coge débiles, cuando empezó la pandemia la economía estaba bien, la gente tenía ahorros; ahora nos agarra golpeados, con una inflación alta, con un descenso de la actividad económica, el empleo está debilitado, aumentó la informalidad, el desempleo y subempleo. Cayeron los ingresos promedios de los trabajadores”.
Agrega que incluir más combustibles en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles Derivados de Petróleo (FEPC) generará un gasto millonario al Estado, el cual, de aprobarse, deberá ser bien focalizado para asegurarse de beneficiar a los que más lo necesitan.
Esto nos coge débiles, cuando empezó la pandemia la economía estaba bien, la gente tenía ahorros; ahora nos agarra golpeados, con una inflación alta, con un descenso de la actividad económica.
“Las autoridades deben ver la forma de saber negociar, este aumento de precios es por razones internacionales. Lo que quieren los transportistas es ingresar a un sistema de estabilización, significa que el Estado subsidie la gasolina para que cueste menos en el servicio que ellos prestan. Si el micro sube a S/ 2.50 la gente no va aceptar, si el taxi sube a S/ 10 tampoco, por eso quieren evitar llegar a ese extremo”, indica.
“Lo que debe hacer el Gobierno es adoptar medidas innovadoras que beneficie a la población que realmente es afectada. Si se subsidia el transporte, van a entrar todos, hasta el que no es afectado también se beneficia. Eso es el subsidio ciego. Esa medida no es sostenible. Lo que tiene que hacer el Gobierno es focalizar bien”, declaró.
Vale indicar que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) tomó acciones para mitigar el impacto de los combustibles en el país. A través del Decreto Supremo Nº 002-2022-EM, difundido en el diario El Peruano, se incorpora por un período de tres meses, la gasolina de 84 y 90 octanos y el gasohol de 84 octanos al FEPC. Además, se integra, temporalmente, al Diésel 2 y el Gas Licuado de Petróleo (GLP) a granel en el Fondo de Estabilización, debido a que este último es un combustible muy utilizado entre los taxistas y otros transportistas.