El comercio ambulatorio es un gran problema en Trujillo, una ciudad donde muchos trabajadores informales buscan ganarse la vida ocupando las calles con sus productos y violando las normas.
Los ambulantes han sido, son y, salvo acciones urgentes, serán un dilema para la sociedad.
Frente a esta realidad, la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) ejecuta un proyecto piloto conocido como Un Martes sin Ambulantes, que está —según fuentes ediles— mostrando resultados prometedores en la organización y control de esta actividad. ¿Será verdad?
En un comunicado de prensa, la comuna informó que el proyecto surge como respuesta a la ineficacia de las medidas represivas tradicionales, que solo resultaban en desalojos temporales y en el retorno constante de los vendedores a los mismos espacios.
Un Martes sin Ambulantes
De acuerdo al alcalde provincial, Mario Reyna Rodríguez, la clave no está en la represión continua, debido a la falta de recursos humanos suficientes para mantener el control constante de estas áreas.
En cambio, Un Martes sin Ambulantes busca el diálogo, el convencimiento y el establecimiento de estrategias que permitan regular y ordenar el comercio ambulatorio de manera que minimice el congestionamiento tanto peatonal como vehicular.
El piloto actualmente se implementa en la cuadra 20 de la avenida España, donde los vendedores pueden ocupar solo una parte de la acera entre las dos de la tarde y las nueve de la noche.
Este uso parcial asegura que el paso peatonal permanezca despejado, contribuyendo a la fluidez del tránsito en la zona.
El subgerente de Desarrollo Empresarial de la MPT, Luis Quiróz, destaca que el objetivo es permitir una forma regulada de comercio ambulatorio que no obstaculice el tránsito ni deteriore la estética urbana.
La clave no está en la represión continua, debido a la falta de recursos humanos suficientes para mantener el control constante de estas áreas.
Esto implica prohibir la colocación de estructuras fijas, vallas u otros elementos que puedan interferir con el libre movimiento de peatones.
Trujillo: otras labores, otras responsabilidades
Además de limitar los días de ocupación, los martes se convierten en un día especial de contribución por parte de los ambulantes.
En lugar de vender sus productos en la calle, se involucran activamente en actividades de limpieza y mantenimiento de espacios públicos.
Este compromiso no solo beneficia directamente a la comunidad al mejorar el entorno urbano, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad compartida entre los comerciantes informales y la ciudad.
El proyecto en la avenida España se replicará en otras zonas problemáticas como la cuadra 16 de la misma avenida España y la avenida Los Incas.
Asociaciones como Jehová es mi Pastor, que cuenta con aproximadamente 700 miembros que operan cerca del ex mercado Mayorista en las avenidas César Vallejo y Los Incas, también se han sumado al piloto, mostrando un interés creciente en colaborar para mantener el orden y la limpieza en sus áreas designadas.
Leer más: Alcalde Mario Reyna: Dina Boluarte no ha cumplido con Trujillo
“Es importante trabajar en conjunto con los comerciantes para garantizar el desarrollo económico y el respeto a las normas urbanísticas”, ponderó el alcalde Reyna.
Ello incluye el compromiso mutuo de mantener los espacios públicos libres de obstrucciones y en condiciones óptimas para el disfrute de todos los ciudadanos.
Para enfrentar los desafíos restantes en áreas como Eguren y Sinchi Roca, donde persisten puntos críticos de congestión y resistencia al ordenamiento, la MPT está preparada para aplicar medidas más estrictas si no se cumplen los acuerdos establecidos.
Aquellos que persistan en violar las regulaciones podrían enfrentar desalojos. De esta forma se asegura que el proyecto Un Martes sin Ambulantes no solo sea un esfuerzo momentáneo, sino una política sostenible para mejorar la calidad de vida urbana en Trujillo.