Escribe Rodrigo Montañez*
Siempre hemos hablado de respetar nuestros derechos y de tener una vida digna. No me cansaré de hacer énfasis en que no todas las personas vienen a este mundo para ser felices; muchos dicen que es parte de la vida. Sin embargo, ¿qué sentido tiene vivir así?
Hablemos de nosotres, nuestra comunidad, organización, grupo de personas, como quieras llamarlo: LGBTIQ+. ¿Qué hay de nuestra felicidad y calidad de vida? Sí, estamos dentro de lo que se llama población vulnerable, y eso es un claro factor de que tenemos una calidad de vida menor.
Dentro de la comunidad LGBTIQ+, las personas trans son las que tienen, desde mi perspectiva, la menor calidad de vida. Hace una semana, en Trujillo, Erika Quintana, una mujer trans, fue quemada viva dentro de un vehículo en el distrito de Moche tras salir de una discoteca.
¿Somos conscientes de la forma en cómo un ser humano fallece? La comunidad trans muchas veces muere de esta forma —asesinada— y ¿por qué? La respuesta es simple: únicamente por odio. Odio a lo diferente, odio a lo que no es correcto según lo que el sistema binario te ha dicho, odio a poder darles trabajo, odio a relacionarnos con elles, odio a poder amar. Odio.
Como Erika hay muchas otras personas trans que en estos momentos están sufriendo violencia: violencia en el trabajo o de repente sin trabajo, violencia en la falta de salud o, simplemente, ser sometidas a algo que no son o llamándolas por un nombre que ya no tienen.
Hemos sido totalmente violentados por el simple hecho de presentarnos como somos, de vivir como queremos y de amar como deseamos. Vivimos es un Estado binario, hetero-cis, patriarcal, machista y sexista, el cual impone todas esa visiones en las ‘familias’, es decir, ni bien nace una personas ya tiene marcado el camino que recorrerá. Algo diferente a ello es totalmente condenable.
¿Cómo enterrar a una mujer trans? ¿cómo las entierran? Hasta para ello no existe una muerte digna y tranquila, ya que las exequias son siempre con apoyo solidario de la familia elegida, al no tener respaldo del Estado con un trabajo justo que le permita acceso a la salud, a una pensión. La necesidad de acudir a ayuda cuando una persona trans está enferma o asesinada es de todos los días.
Erika es una más de las personas valientes que siguen llenando nuestros corazones para seguir resistiendo en este país. La resistencia es el poder más fuerte que las personas trans y la comunidad LGBTIQ+ tienen, el resistir a las frases de tus compañeros, de tus padres, del taxista, del señor del banco, del personal de salud, de las miradas en un centro comercial, de la vecina que susurra. La resistencia es lo más valioso que hemos tenido año tras año y seguiremos, ya que sin ello, todos, todas y todes ya estaríamos muertos.
*Estudiante de Ciencias de la Comunicación de UPAO. Actor en formación. Creador y presentador de @rozamiento___ (cuenta de Instagram sobre temas de educación sexual, comunidad LGBT, arte y cultura). Activista social. Me encanta bailar, ir al teatro, reír y viajar. Amo conversar y cuestionar todo lo que pasa a mi alrededor.