Si camina por la calle y una persona lo aborda y le dice que tiene monedas o pepitas de oro y le pide a cambio dinero, tenga cuidado, usted podría ser una nueva víctima de estafa.
Esto es lo que casi le ocurre a un menor de 17 años en plena Plaza de Armas de Trujillo. Un hombre se le acercó, trató de ganarse su confianza y trabajarlo al sentimiento. Le dijo que no sabía leer y que tenía monedas de oro antiguas que quería vender, por lo que le pidió orientación.
El joven, identificado con las iniciales Y.M.P.J., por un momento dudó y esa indecisión casi le cuesta caro. Felizmente, para sus intereses, se percató de la presencia de un agente de Seguridad Ciudadana, quien estaba apostado cerca del monumento de la Plaza Mayor y corrió a pedirle ayuda.
El agente municipal interrogó al presunto estafador, identificado como César Eduardo González Cruz. También se percató de que en las áreas verdes contiguas al monumento central, había monedas relucientes, que fueron utilizadas para intentar sorprender al joven.
De inmediato se dio aviso a la Policía que, junto al personal de Seguridad Ciudadana, realizaba un operativo de fiscalización de las zonas rígidas en el centro histórico.
Tras la revisión de identidad, se confirmó que César Eduardo González Cruz fue intervenido hace seis meses en el parque Cusco de la urbanización Santa María por el mismo motivo.
Para hacer creíble su versión, el intervenido tenía una carta y una dirección, que intentaba usar para sorprender a sus víctimas.
El menor de edad contó a los agentes que el hombre que lo abordó estaba acompañado de otras dos personas, pero estas huyeron luego de acudir a un sereno por ayuda.
César González fue trasladado al complejo policial Alcides Vigo, sede de la División de Investigación Criminal (Divincri), para las investigaciones.
Trujillo: principales modalidades de estafa
Las pepitas de oro o monedas de oro son modalidades de estafa que timadores realizaban desde hace varias décadas, advirtió la División de Investigación de Estafas de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirincri). Es muy conocida, al igual que la modalidad denominada la cascada.
Los estafadores primero estudian a sus víctimas y, por lo general, operan en los exteriores de los bancos o centros comerciales. En el cuento de la cascada, el ladrón prepara un fajo de billetes que están fuera de circulación y los mezclan con papel periódico.
La Policía informó que son dos o más delincuentes los que operan bajo esta modalidad de estafa en la vía pública. Uno deja caer un fajo con billetes verdaderos y sigue su camino apurado, el otro finge ser un peatón que camina detrás de la víctima. Este cómplice entra en acción cuando la víctima está a punto de recoger el fajo de billetes verdaderos y le hace saber que él también lo vio y que deben repartirse.
El cómplice le conversa a su víctima, intenta romper el hielo y le pide ir a un lugar donde no haya mucha gente para repartirse el dinero. Luego lo estafa con el fajo de billetes falsos o, en el peor de los casos, lo asaltan.
El cuento de las pepitas o monedas de oro tiene el mismo modus operandi. El estafador, por lo general, se hace pasar como provinciano y aborda a un transeúnte. Le dice que está perdido, que necesita ayuda o dinero. Y a cambio ofrece pepitas o monedas de oro.