La Policía Nacional del Perú y el Ejército del Perú han estado en el ojo del huracán debido a la crisis y corrupción que se ha desatado en ambas instituciones.
Los casos de corrupción continúan reportándose al interior de ambas instituciones, lo que evidencia su urgente reestructuración, a fin de combatir con mejores armas a la criminalidad.
El programa La Encerrona reveló que soldados y efectivos policiales están involucrados en la venta de armas, tráfico y cambiazo de un lingote de oro y, además, el robo de gasolina.