El cuerpo de Karla Milagritos Mangia Chávez, adolescente de 15 años y estudiante del colegio Julio Gutiérrez Solari del centro poblado El Milagro, fue encontrado el 27 de marzo en el interior de un inmueble en construcción en el sector Sol Naciente II del distrito de la Esperanza. Hasta las siete de la mañana del día martes 12 de abril, la familia aguardaba la esperanza de que ella aún se encontraría con vida; sin embargo, el antropólogo forense Manuel Grados Castillo corroboró que los restos pertenecían a la menor.
“Mi hija desapareció el día 20 de marzo. La busqué por todos lados, pero al ver que no la podía encontrar; acudí a la prensa recién cuatro días después. Gracias a investigaciones policiales y criminalísticas, el 27 de marzo hallé a mi niña, pero sin vida y en dicho estado”, declaró Ronal Mangia Tuesta, padre de la menor.
Justicia y apoyo
Hallaron el cuerpo de la menor en avanzado estado de descomposición siete días después de que ella salió de casa. Según las investigaciones, se sabe que la menor sufrió de agresión y violación, además su rostro presentaba moretones graves y cortes en el cuello. “La encontramos degollada. Queremos llegar hasta el fondo de las investigaciones. Lo que pido es justicia. No tengo palabras”, exigió Roxana Chávez Polo, la madre.
Familiares y amigos piden justicia y celeridad en las investigaciones. “Era una niña con muchos sueños. Desde aquí, a la Ministra de la Mujer, el alcalde de Huanchaco y a la alcaldesa de El Milagro y a todas las autoridades les pedimos que se unan y actúen con trasparencia”, solicitó la abogada y vecina de la víctima, Luisa Villarruel.
El cuerpo de Karla fue sepultado el miércoles 13 de abril en el cementerio Municipal del distrito de La Esperanza. Hasta el momento no se sabe quién o quiénes podrían estar implicados en el crimen contra la menor, el cual extiende la larga lista de violencia contra menores de edad que han ocurrido, de manera escalofriante, en las útimas semanas en el Perú. Ante ello, los padres exigen celeridad.
“Hasta el momento, la Policía me ha informado que la última persona con quien mi hija estuvo caminando era un hombre encapuchado, pero no se reconoce el rostro por la mascarilla que llevaba. Están aún en diligencias”, mencionó Ronal Mangia.
Por otro lado, primas y amigos de Karla sospechan de la posible intervención de su enamorado, ya que, según sus declaraciones, él le habría prometido acompañarla hasta el centro de Trujillo para comprar prendas de vestir y, después de ese día, eliminó su cuenta de Facebook y apareció inactivo en WhatsApp. Actitud que, según ellos, es muy extraña.
“No sabemos lo que pasó con su celular. Nosotros la llamábamos y no respondía. No sabemos si la persona o las personas que hicieron esto le intentaron robar. Aún no hallamos su celular. Esto dificulta en las investigaciones. Sin embargo, el abogado pedirá intervenir la línea telefónica”, comentó Ronal Mangia.
Todo lento
Además, los padres comentaron su fastidio ante la lentitud de la investigación. “Hasta ahora no sabemos si se trata de un culpable, de dos o tres. Por ende, desconocemos su paradero. Además, la Policía no fue la que encontró el cuerpo de mi hija; quien la halló fue la misma dueña de la casa de construcción; que hasta el momento desconozco su nombre”, dijo el padre de la víctima durante la marcha de protesta realizada el sábado 16 de abril.
Las diligencias las dirigirá la fiscal Mercedes Emperatriz Torres Carnero, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo. “Pedimos que sea transparente. Usted es madre. Hoy fue Karla; mañana, quizá otra niña. Por favor, solo pedimos justicia”, clamó Luisa Villaruel.
Hasta el momento se sabe que el abogado que interviene en las investigaciones es Manuel Ocampos del Centro de Emergencia Mujer; sin embargo, aún los deudos no reciben más informaciones al respecto.
Unidos en la lucha
El sábado 16 de abril, amigos y familiares de Karla Mangia realizaron una marcha de protesta para exigir celeridad en las investigaciones y la pronta identificación de los implicados. Desde las 3 p.m. hasta casi las 8 p.m., se desarrolló el acto al que se unieron deudos de Teresa Zegarra Guerrero, así como de Solange Aguilar Vega, dos mujeres que perdieron la vida en confusas circunstancias. Niños, niñas y madres de familia, así como agentes femeninos de Seguridad Ciudadana, que no habían conocido a las víctimas, también participaron de esta fuerza lila.