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Pueblo de Gentiles en Salpo: un tesoro prehispánico que busca brillar en La Libertad

Siete horas de aventura para llegar a un rincón cargado de historia y misterio.

En el corazón de la sierra de La Libertad, a tan solo cinco horas de la bulliciosa Trujillo, yace un secreto ancestral conocido como Pueblo de Gentiles.

Este misterioso nombre evoca imágenes de antiguas civilizaciones y despierta la curiosidad de cualquier periodista con un espíritu aventurero.

Impulsados por la promesa de desenterrar fragmentos de un pasado prehispánico, partimos hacia este enigmático lugar, guiados por la experiencia de Víctor Diestra Luján, gerente de Desarrollo Económico de la Municipalidad Distrital de Salpo y las recomendaciones puntuales del alcalde Sigifredo Rojas Guevara.

Nuestra jornada comenzó a las siete de la mañana, después de disfrutar de un revitalizante caldo de gallina en el mercado La Unión, en Trujillo.

Este misterioso nombre evoca imágenes de antiguas civilizaciones y despierta la curiosidad de cualquier periodista con un espíritu aventurero.

Con el ánimo en alto, nos dirigimos hacia el caserío Pagash Alto, punto de partida hacia el Pueblo de Gentiles.

Allí, nos recibió el carismático agente municipal Teodoro Yzaguirre Villanueva, acompañado por el buen Eliazar Rodríguez Cruz y su hijo Jairo, de tan solo 12 años. Juntos formamos una comitiva decidida a desentrañar los secretos que se ocultan en lo alto de los cerros.

Camino de retos y revelaciones

Partimos a las 9:00 de la mañana, conscientes del calor que nos acompañaría en esta travesía.

Desde Pagash Alto, nuestro destino se divisaba en la distancia, coronando un cerro bajo el Mirador Mal Paso, en el caserío El Milagro.

El camino, una senda angosta y empinada, nos desafió desde el inicio. Durante las primeras horas, el silencio predominó, roto solo por breves intercambios que delataban nuestra concentración en la meta.

Al mediodía, después de tres horas de ardua caminata, el cansancio era palpable. Incluso Rayo, nuestro leal acompañante canino, jadeaba en busca de alivio.

Sin embargo, fue en este punto donde comenzó el verdadero desafío. El camino transitado llegó a su fin, y Eliazar, nuestro guía experimentado, nos indicó que aún nos esperaba una hora más de ascenso a través de una montaña semiseca.

Sendero de espinas y esperanzas

Con machete en mano, Eliazar abrió paso entre la densa vegetación, enfrentándose a obstáculos de piedra y maleza que – varias veces – nos obligaban a retroceder y buscar nuevas rutas.

Víctor y Teodoro muchas veces tuvieron que rampar debajo de arbustos espinosos para poder avanzar con determinación, aunque algunas veces tenían que tomarse un respiro para extraer espinas de sus manos al paso.

Salpo, Pueblo de Gentiles. La Libertad

Jairo, el más joven de nuestro grupo, se movía con agilidad, atento siempre al avance de su padre.

Fue en medio de este espinoso camino que nos encontramos con las primeras evidencias de nuestro destino.

Las estructuras de piedra, testigos silenciosos de una civilización pasada que emergieron como guardianes de un tiempo olvidado.

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La emoción era palpable en el rostro de Eliazar mientras exclamaba: “¡Esto es Pueblo de Gentiles!”. Aquí, entre las piedras y la vegetación, yacían los restos de una cultura que aún guarda sus secretos.

La Libertad: un legado por descubrir

En una cueva, los vestigios de lo que pudo haber sido una tumba revelaron ocho cráneos, huesos dispersos y fragmentos de vasijas rotas.

Ante esta escena, Teodoro, con la convicción de un líder comunitario, expresó un anhelo compartido: “Queremos que el Ministerio de Cultura investigue este lugar, que esconde una riqueza cultural inmensa. La comunidad está dispuesta a colaborar para limpiar la zona y permitir el estudio de los expertos. Nuestro sueño es que este sitio se valore y se abra al turismo”.

Las formaciones caprichosas del terreno sugerían terrazas y otras estructuras, aún intactas, esperando ser exploradas.

Según Teodoro, en la meseta que se extiende por unos cinco kilómetros existen más secretos por descubrir, a la espera de ser revelados.

El autor de la nota, el periodista y docente Hernán Flores levanta la mano.

Así culminó nuestra travesía por el Pueblo de Gentiles, un viaje que no solo nos llevó a través de paisajes desafiantes; sino, también, a través del tiempo, hacia un pasado que susurra historias de grandeza y misterio.

Con la esperanza de que estas tierras sean pronto reconocidas y estudiadas, dejamos atrás este rincón de la historia, sabiendo que su legado continúa vivo en la memoria de sus guardianes y en el corazón de quienes, como nosotros, se aventuran a descubrirlo.

Texto y fotos Hernán Flores Rodríguez
Studio 96