Sólo cuatro de cada diez personas con discapacidad en Perú trabajan formalmente, según reportó el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).
Estos inquietantes datos, que afectan a aproximadamente 3 millones de peruanos, siendo el 57 % hombres y 43 % mujeres, apuntan a una alarmante brecha en términos de acceso a oportunidades laborales y educativas.
El índice de desempleo entre esta población es casi el doble que el de los peruanos sin discapacidad, cuya tasa de empleo se mantiene en una cifra del 70,6 %, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del 2022.
Este desequilibrio laboral tiene repercusiones más allá del ámbito económico. Según Conadis, el alto índice de deserción laboral entre las personas con discapacidad “debilita su autonomía económica y limita su capacidad para cubrir necesidades básicas, como alimentos, vivienda y atención médica”.
Lo anterior se ve agravado por la amplia brecha educativa existente. Aproximadamente el 41% de la población con discapacidad solo ha podido cursar algún grado de educación primaria, mientras que casi un quinto, el 19,5 %, no ha alcanzado ningún nivel de educación formal, según los datos publicados por la Enaho en 2022.
Día Mundial de la Persona con Discapacidad
En vísperas del Día Mundial de la Persona con Discapacidad, Conadis ha hecho un urgente llamado a la acción, resaltando la necesidad de abordar los desafíos educativos que enfrenta este sector de la población.
Una solución propuesta involucra la creación de “entornos educativos inclusivos”, donde se otorguen “ajustes razonables” y se ofrezca una “capacitación constante” al personal educativo.
Asimismo, se destaca el valor del acceso oportuno a recursos educativos alternativos. En medio de estos desafíos, el hecho es que las personas con discapacidad representan el 10,3 % de la población total de Perú, una cifra que demuestra la urgencia de una iniciativa integral para la inclusión laboral y educativa.