El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha emitido una declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa, anunciando su firme decisión de continuar liderando el Ejecutivo “con más fuerza si cabe”.
Este anuncio pone fin a días de especulación sobre la posibilidad de su dimisión, en medio de lo que él mismo ha denominado como una campaña de “acoso y derribo” tanto contra él como contra su esposa, Begoña Gómez.
Pedro Sánchez: su esposa y una denuncia por corrupción
Un juzgado de Madrid inició un proceso contra la primera dama por la supuesta comisión de delitos asociados al tráfico de influencias y corrupción en los negocios, que la fiscalía ha pedido archivar.
La denuncia se basa en noticias que difundieron los medios de comunicación españoles sobre la presunta interferencia de Begoña Gómez en la elección de empresarios en licitaciones con el Estado.
Uno de los empresarios que habría obtenido obras por 10 millones de euros organizó, tiempo después, un máster que dirige la esposa de Pedro Sánchez en el Africa Center, del centro de estudios Instituto de Empresa.
Según el colectivo Manos Limpias, la compañía aérea española Air Europa “pactó pagar 40.000 euros al año al Africa Center de la denunciada” y que “el acuerdo entre Globalia (propietaria de la aerolínea) y el Instituto de Empresa incluía la entrega de 15.000 euros al año en vuelos de primera clase para la denunciada y su equipo”.
“Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos diez años sufriéndola”, dijo en su defensa.
Durante su intervención, Pedro Sánchez destacó la importancia de trabajar incansablemente por la regeneración política, así como por el avance y consolidación de los derechos y libertades en España.
Su decisión de seguir al frente del Gobierno llega después de un período de reflexión en el que evaluó detenidamente si continuar era lo más conveniente. En sus propias palabras, esta decisión representa “un punto y aparte”, no simplemente un punto y seguido.
“Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos diez años sufriéndola”.
El mandatario español ha enfrentado una dura oposición por parte de sectores conservadores y de extrema derecha, así como de algunos medios de comunicación y organizaciones afines a estas ideologías.
Este embate político ha alcanzado también a su esposa, quien se encuentra bajo investigación judicial por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, una denuncia presentada por el autodenominado sindicato ultraderechista “Manos Limpias”.
La decisión de Sánchez de permanecer en el cargo ha sido respaldada por una parte significativa de la sociedad española, así como por líderes políticos y sindicales que han mostrado su apoyo en estos días de incertidumbre.
Para el presidente, esta situación va más allá de su destino personal, representando una encrucijada sobre el tipo de sociedad que España aspira a ser.
En sus palabras, el desafío actual radica en revertir “la política de la vergüenza”, abogando por una movilización de la mayoría social en defensa de la dignidad y el sentido común.
Sánchez reconoce que la lucha contra la corrupción y las prácticas políticas tóxicas requiere de un compromiso colectivo, una reflexión que considera ya ha comenzado en la sociedad española.
A pesar de las adversidades y las persistentes campañas de descrédito, Pedro Sánchez ha reafirmado su determinación de seguir adelante, agradeciendo el apoyo y la solidaridad recibida.