Paul Pogba, jugador del Juventus Turín, rechaza rotundamente la sanción de cuatro años de suspensión impuesta hoy tras dar positivo en un test de dopaje. El futbolista, campeón del mundo en 2018, ha anunciado su intención de apelar la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD), argumentando que su carrera se ve amenazada por una medida que considera injusta.
En una declaración publicada en su cuenta de Instagram, Pogba expresó su consternación y tristeza ante la confirmación de la petición de la Fiscalía Antidopaje italiana (NADO). “Todo lo que he construido en mi carrera como jugador profesional me ha sido arrebatado”, publicó el francés. El caso se remonta al pasado 20 de agosto durante el partido Udinese-Juventus, donde se detectó la presencia de testosterona en su organismo.
Pogba rompe su silencio
El internacional francés, próximo a cumplir 31 años, manifestó sentirse “conmocionado y desconsolado” al ver cómo todo lo construido en su carrera como profesional se ve amenazado. Afirmó que, una vez libre de las restricciones legales, se esclarecerá toda la historia.
Pogba aseguró que nunca ha tomado conscientemente sustancias prohibidas y que jamás ha buscado mejorar su rendimiento mediante prácticas irregulares. También rechazó haber faltado al respeto o engañado a compañeros atletas y aficionados de los equipos en los que ha jugado.