Un ataque de risa hasta las lágrimas avasalla a las maestras Cordelia Sánchez García y a Silvia Ricopa Chocano. Una de ellas, incluso, se refugia en el baño para calmarse; pero cuando sale continúa en ese estado de gracia. La otra se apoya en una columna circular para aplastar la carcajada; sin embargo, se rinde, porque la risa es ingobernable.
La maestra Olinda Silvano Inuma, también, ríe, pero no con el frenesí de sus compañeras de la comunidad shipibo konibo, quienes visitan Trujillo, por primera vez. Están en una casona del centro histórico, donde funciona un hotel. Están felices de traer su arte al norte del Perú. En abril será Trujillo y, en mayo, Piura.
El ataque de risa es la evidencia de su espíritu jocoso y del momento que viven estas mujeres, cultoras de un arte declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación desde el 2008 y que todo el Perú necesita y debe conocer. La muestra Non Axebo (nuestras costumbres) será inaugurada el jueves 30 de marzo en la Galería de Arte Impromtu, sexto piso de El Cultural (avenida Venezuela 125. Urbanización El Recreo).
La ganadora
“Estoy muy contenta y agradecida por la exposición y por mis compañeras. Somos 16 artistas que participamos. Estamos muy alegres y orgullosas porque nuestra cultura Shipibo Konibo sea conocida, ahora en Trujillo, ya que son pocos los espacios para difundir nuestro arte”, dice Cordelia Sánchez García.
Al arte étnico y ancestral de la Amazonía del Perú es una burbuja, es poco conocido. Esta situación representa un lastre para un país multicultural que necesita conocer y reconocer todas sus expresiones para insuflar identidad y sentimiento de lo peruano.
Para combatir ese desconocimiento, Cordelia Sánchez presentó un proyecto al Programa de Estímulos Económicos del Ministerio de Cultura, a fin de conseguir los recursos para montar una exposición itinerante por ciudades donde pocas veces se aprecia las expresiones de la Amazonía. Ganó. Por eso están en Trujillo. Por eso están felices.
“Conocerán nuestra historia, nuestras costumbres, cómo es que los shipibos transmitimos nuestra cultura, a través, del arte. Para crear, nos inspiramos en la conservación de la naturaleza y, así, compartir mitos y leyendas a través de dibujos”, dice Cordelia sobre lo que los liberteños verán desde el jueves 30 de marzo.
Personalidad Meritoria de la Cultura
La maestra Olinda Silvano practica una forma de arte en la que canta y pinta. “Así vamos disfrutando”, apuntala. “Porque la vida es para disfrutar y el arte es como comer un plato delicioso”, compara una mañana calurosa de marzo en Trujillo, ciudad a la que visita por primera vez. “Siempre quise venir a conocer pero no se dio la oportunidad. Por eso estoy contenta de estar acá”.
Olinda es una Personalidad Meritoria de la Cultura, reconocimiento otorgado por el Ministerio de Cultura en el 2018. Además, ha recibido distinciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Congreso de la República del Perú, el Ministerio de la Mujer, entre otras instituciones. En el 2020 publicó El día que la abuela me regaló los colores del kené, en coautoría con Julio César Vega, libro que obtuvo una mención especial del Premio Nacional de Literatura–Edición 2021, en la categoría de Literatura Infantil y Juvenil.
Cuando nació, el 13 de mayo de 1969, su abuelo (chamán) posó una corona invisible de conocimiento del kené por medio de la visión de Ayahuasca. Kené significa diseño en lengua shipibo. Es la primera de 11 hijos, por eso su nombre en su lengua es Reshen Jabe, que quiere decir El Primer Suspiro.
“Desde muy niña fui tratada con diversas plantas medicinales para adquirir los conocimientos; cuando era niña tenía visiones y veía muchos diseños y colores en cada hoja, árbol, en el piso, veía kené por todo lado. Trabajé muy duro en la chacra, mis abuelos me enseñaron a ser una mujer luchadora y guerrera. Nuestra familia era humilde, pues no tenía cuadernos ni colores para poder plasmar los diseños, solía dibujar en la tierra al costado de los árboles”, cuenta la maestra.
Olinda Silvano cree que el arte nos hará mejores peruanos, porque el arte es pura vida, terapia y sanación. “Los que estamos haciendo arte, no podemos ser violentos, porque a través del arte curamos nuestro pasado. Quién no sabe el arte, ¡qué aprenda!, ¡qué disfrute! El Estado debe invertir, porque el arte nos cambia la vida”, recomienda.
Además, de la exposición, las maestras ofrecerán talleres para niños y adultos. “Vamos a compartir nuestros conocimientos ancestrales, con nuestros tintes naturales, ecológicos, el barro virgen de la selva. Vamos a trabajar con la memoria. Nosotros cantamos y vamos inspirando. No hay letra, pero lo imaginamos y cantamos. (Olinda empieza a cantar) Vamos disfrutando. Porque la vida es para disfrutar y el arte es como comer un plato delicioso”, expresa.
En Spotify, se puede escuchar su música en la compilación Los cantos del kené.
Un arte de generación en generación
Silvia Ricopa Chocano es otra de las maestras que están en Trujillo para compartir su arte. Es una mujer orgullosa de lo que es y de lo que muestra. Está ataviada, igual que sus compañeras, con su vestimenta típica. Lleva una especie de arete en la nariz y el rostro pintado. “No tenemos que olvidar nuestra cultura”, enfatiza.
“Soy de la comunidad Vista Alegre de Ucayali, pero radico en Canta Gallo, en Lima. Te puedo contar mi historia. Nosotros aprendemos de nuestras abuelas, de nuestra mamá. Yo nunca venía a la ciudad, no quería que me tomen fotos, no quería hablar castellano, yo solo hablaba en shipibo. Solo estudié primaria, pero somos profesionales del arte. Gracias a la Olinda, a la señora Cordelia, ella ganó su premio para venirnos acá”, relata.
Silvia Ricopa practica todo tipo de arte shipibo konibo: bordado, pintura, murales y el canto. “De 5 a 8 años, empezamos a bordar a pintar. No tenemos que olvidar nuestra cultura. Ahora tengo una hija que está pintando y bordando. Nosotros no tenemos certificado, nuestros diseños salen de nuestra mente de nuestra sabiduría”, insiste.
Non Axebo: visión educadora
El gestor cultural y curador de la exposición David Gennell Saldarriaga señala que la difusión del arte étnico en el Perú es muy centralizada, es decir, solo se desarrolla en Lima y con poquísimas experiencias en el interior del Perú. He allí, la importancia de la muestra Non Axebo, que se inaugura el jueves 30 en El Cultural.
Serán 30 obras, entre bordados, pinturas en acrílico y escultura, de 16 artistas mujeres. La inauguración de la muestra será a las 7:30 p. m.
Gennell puntualizó que la muestra tiene una visión pedagógica orientada a formar públicos que se interesen en el arte del selva del Perú. “La exposición ofrece una experiencia que va más allá de sólo apreciar una muestra, pues además de ello el público tendrá la oportunidad de participar en talleres impartidos por experimentadas artistas en el uso de pinturas y materiales obtenidos de la naturaleza. Se trata de un aprendizaje vivencial y contacto con la cultura viva en el sentido más escrito de la palabra”, explica.
En Trujillo, se ofrecerán dos talleres, uno para niños, el sábado por la mañana, y otro para adultos, el miércoles 29, por la noche. Informes e inscripciones.