La calle es un gran escenario que el fotógrafo aprovecha para capturar escenas irrepetibles, como las que se presentan en esta serie. La fotografía callejera, que duda cabe, cada vez tiene más adeptos.
La street photography, fotografía urbana o callejera, es el género fotográfico de moda. Aunque, siendo sinceros, la fotografía callejera ha existido desde los inicios de la fotografía. La primera fotografía con presencia del ser humano, por ejemplo, muestra una escena en el Boulevard du Temple de París. La foto lograda por Luis Daguerre desde la ventana de su estudio en 1838, aunque algunos la ubican en 1839, muestra la figura de una persona en una plaza (al parecer tenía el pie apoyado sobre un banco mientras alguien le lustraba los zapatos.)
Pero por ahora dejémosla historia a un lado. Siempre digo que la calle es el mejor estudio fotográfico del mundo. No necesitas modelos, pues ellos están allí actuando inconscientemente para ti. La calle es como un teatro urbano y está abierto las 24 horas del día. Solo necesitas una cámara, hasta un teléfono móvil y ya puedes adentrarte en este género que, aunque parezca fácil, no lo es, pues, en la calle, todo pasa muy rápido, un segundo y todo es el ayer.
Para trabajar en la calle, se necesita de mucha concentración, estar atento, estar en sintonía con la vida y así como en el deporte anticiparse a la juagaba. Es donde más se cumple aquella famosa frase de Henrry Cartier Bresson del “momento decisivo”. En la fotografía callejera cándida no hay segundas oportunidades. Tienes la foto o no tienes nada, así de simple. El fotógrafo callejero juega con cosas que aparecen y desaparecen y cuando lo hacen es para siempre.
Y es que hacer fotografías, sobre todo, en la calle, es como escribir un poema donde los sentimientos afloran abiertamente. Los versos dentro de la imagen son la luz, la estética, el diseño y, por supuesto, la temática que debe llegar al corazón. Debe hacernos sentir, pensar, reflexionar. Las temáticas en la fotografía callejera abundan como en la poesía. Algunos hacen retratos cándidos, yuxtaposiciones, color, geometría, minimalismo, humor, ironía y coincidencias. Las coincidencias consisten en relacionar dos elementos dispares para formar una escena curiosa. Esta puede ser humorística, irónica, sarcástica. Les invito a ver esta serie de imágenes donde las coincidencias es el eje central de este cuerpo de trabajo. Mejor no les digo más y juzguen ustedes mismos. Buena vista.
Nació en un lugar donde no se cultivan manzanas, pero si las ganas de superarse. Emigró a la ciudad donde habían otras frutas, pero no eran gratis. Así que tuvo que trabajar y estudiar mucho. Ingresó a la Universidad Nacional de Trujillo donde su refrigerio era jugo de naranja. Allí se enamoró de la fotografía cuando disparó a un canasto lleno de frutas frescas. Llegó a trabajar en el Diario La Industria de Trujillo donde le sacó el jugo a todas las comisiones. El 2020, la mejor pepa le llegó con el Gran Premio Nacional de Periodismo por una pepaza fotográfica sobre las protestas agrarias en Virú, La Libertad.