La formación que reciben los policías peruanos es una de las razones de su magro desempeño en el esclarecimiento de los crímenes. Hasta el 2019 en el país funcionaban 27 instituciones donde estudiaban los futuros policías.
“La gestión de 27 escuelas es ineficiente porque no hay tantos profesores especializados, no hay suficientes recursos para estandarizar el nivel de enseñanza y no se pueden prevenir los actos de corrupción, como el cobro de cupos”, declaró para el diario Perú21, el viceministro del Interior, Ricardo Valdés. El que mucho abarca poco aprieta.
Entonces, para garantizar adecuados estándares de calidad, el Ministerio del Interior (Mininter) declaró en reorganización a los centros de formación. (Decreto Supremo Nº 018-2019-IN). El objetivo es reducir el número de escuelas e incrementar la capacidad instalada en diez centros, ubicadas en Arequipa, Cusco, Chiclayo, Huancayo, Huánuco, Iquitos, Lima (Puente Piedra y San Bartolo), Tarapoto y Trujillo. Mientras que los establecimientos restantes se están convirtiendo en espacios de reentrenamiento y especialización. El decreto supremo, además, prohíbe la creación de nuevas escuelas.
Se busca un modelo
Pero no basta solo con el cierre de escuelas. Los cambios en la formación y capacitación del personal policial deben ser más profundos. Así lo entendió en mayo del 2021, el viceministro de Seguridad Pública del Mininter, Nicolás Zevallos Trigoso, quien aseguró que el punto de partida para fortalecer y modernizar a la PNP es contar con el Perfil Policial Peruano, herramienta que establecerá los conocimientos y habilidades que los agentes que el Perú necesita.
“Este es el cimiento principal para garantizar una Policía moderna. A partir del perfil se define el proceso de admisión, la malla curricular, la asignación del personal”, refirió Zevallos. No le falta razón. En julio se aprobó el perfil (Resolución ministerial N° 0590-2021-IN).
Desde hace más de 30 años, la institución no había visado un documento que establezca los lineamientos en los que espera convertirse. Este modelo se elaboró luego de entrevistar y desarrollar grupos focales a policías en actividad y en situación de retiro, expertos en seguridad, organizaciones de sociedad civil, expertos nacionales e internacionales. Además se aplicó una encuesta en la que participaron 21,794 efectivos.
El Perfil Policial Peruano se enmarca en el proceso de fortalecimiento y modernización que la institución emprendió en el 2019. El documento establece todos los aspectos formales y normativos a los cuales los policías deben adherirse. Además de tratarse de una herramienta de identidad corporativa (como la misión, la visión, los principios y los valores institucionales), este material establece la pauta del rendimiento institucional y profesional del servicio policial.
Además, el Perfil Policial Peruano cumple la función de orientar el ejercicio profesional de la Policía. Este instrumento especifica los deberes y las obligaciones procedimentales, morales y éticas que regulan el ejercicio profesional del cuerpo individual y colectivo de la Policía: está orientado a dignificar la profesión policial, asegurar que los policías garanticen la vida y la salud de los ciudadanos, y establecer límites racionales al uso de la fuerza (sólo cuando sea estrictamente necesario, y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas), con arreglo a protocolos que buscan evitar las violaciones a los Derechos Humanos, la corrupción y el abuso de autoridad.
¿Cómo será?
El Perfil Policial Peruano está integrado por dieciséis rasgos característicos: siete competencias genéricas y diez competencias específicas. Las competencias básicas o genéricas, por su propia naturaleza, pueden ser aplicables a todos los servidores públicos, especialmente aquellos que ejercen alguna función social. Estas dimensiones son desarrolladas por el núcleo familiar, la comunidad y el ámbito laboral, las cuales deberían de ser certificadas en la formación que reciben los policías en las escuelas de la institución y evaluadas constantemente durante su desempeño profesional.
Las competencias básicas son:
- Liderazgo
- Pensamiento crítico
- Innovación
- Efectividad y empatía
- Trabajo en equipo
- Integridad
- Adaptabilidad
Por su parte, las competencias específicas del policía peruano se adaptan a las circunstancias, funciones especializadas y de las ciudades en donde ocurre su desempeño. Estas características son desarrolladas y certificadas en la ‘formación inicial’ por las escuelas y desplegables en el mundo laboral de la seguridad y convivencia ciudadana. “Sin embargo, a diferencia de las competencias genéricas, estas dimensiones específicas se configuran a partir de dos fuentes: los saberes originarios de las ciencias policiales y los saberes actuales que derivan de la interrelación de las ciencias policiales con otras disciplinas”, dice el manual.
Las competencias específicas son
- Disciplina por convicción
- Identidad doctrinal
- Condición física y salud mental
- Gestión policial de la problemática social
- Servicio a la comunidad
- Uso de la fuerza con respeto de los Derechos Humanos
- Metodología de la investigación criminal
- Función guiada con inteligencia
- Adaptabilidad a nuevas tecnologías
- Equidad frente a la diversidad
El Perfil Policial Peruano está integrado por dieciséis rasgos característicos: siete competencias genéricas y diez competencias específicas.
Respecto a la competencia vinculada directamente con la investigación criminal, el perfil considera que el personal policial conduce una intervención científica en la escena del delito y procede con la recolección de indicios y potenciales evidencias; el embalaje de las muestras colectadas; y la observancia de la cadena de custodia que le permitan Ministerio Público la judicialización de casos con la presentación de suficiente carga de convicción probatoria del delito, entre otros procedimientos.
Suena bastante bien la conceptualización de la competencia, la misma que ataca directamente la herida expuesta y que supura ineficiencia, que en regiones como en La Libertad, al norte del Perú, de 204 crímenes en un año solo se resuelvan dos.