InicioFruta frescaMasacre en Texas: autor de tiroteo era víctima de bullying

Masacre en Texas: autor de tiroteo era víctima de bullying

Durante su etapa escolar, Salvador Ramos sufría constantes abusos por su tartamudez. Otros alumnos se burlaban de él por la ropa que vestía y por la situación de vulnerabilidad económica de su familia. Primero asesinó a su abuela, luego se dirigió a su exescuela y acabó con 19 niños y dos profesores.

Los 19 niños y 2 maestras muertos en un tiroteo el martes en Uvalde (Texas, EE.UU.) se encontraban en una misma clase, en la que se atrincheró el atacante y disparó indiscriminadamente contra los presentes, informó la Policía norteamericana.

En declaraciones a los medios, el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivarez, explicó que el agresor, identificado como Salvador Ramos, disparó contra su abuela en casa, luego se montó en un vehículo y tuvo un accidente en las cercanías de la escuela Robb Elementary.

Fue en ese momento cuando las fuerzas de seguridad recibieron las primeras llamadas de alerta, indicando que un individuo armado se dirigía hacia el colegio. Cuando la policía llegó al edificio, el agresor abrió fuego contra los agentes y finalmente fue abatido. El autor del tiroteo fue identificado como Salvador Ramos, ciudadano estadounidense de 18 años, residente en Uvalde y que iba armado con un rifle.

A primera hora del miércoles, todas las víctimas mortales ya habían sido identificadas y sus familias notificadas, y algunas de ellas revelaron a los medios los nombres de sus hijos fallecidos en el tiroteo. El portavoz de la Policía indicó que aún están investigando si la escuela era un objetivo premeditado del atacante o si accedió al edificio dada su cercanía con el lugar donde tuvo el accidente de tráfico.

Olivarez también ofreció nuevos detalles sobre Ramos, de quien dijo que vivía con sus abuelos, no tenía empleo, fue alumno en un instituto de secundaria local, no tenía amigos ni pareja. La Policía no tiene conocimiento de que formase parte de ninguna banda. Pese a haber recibido los disparos de su nieto, la abuela de Ramos sigue viva, y las autoridades están tratando de localizar al abuelo.

Perfil psicológico
Es el autor de la segunda matanza más mortífera en Estados Unidos de la década tenía 18 años recién cumplidos, una mayoría de edad que le permitió adquirir las armas con las que ha abierto fuego en un colegio de Uvalde (Texas). Se llama Salvador Ramos y ha sido abatido tras perpetrar el tiroteo en la escuela de primaria a la que él iba de pequeño.

Todavía no son muchos los detalles que han trascendido del joven, más allá de una fotografía que ha difundido la policía y en la que aparece con una melena oscura y un gesto serio. Pero algunos medios estadounidenses sí cuentan con testimonios de algunos de sus amigos o conocidos que nos ayudan a hacernos una idea sobre él.

Un excompañero de clase, con el que aún seguía quedando de vez en cuando para jugar a la Xbox, cuenta a la ‘CNN‘ que sufría bullying en la escuela. Otros alumnos se burlaban de él por la ropa que vestía y por la situación de vulnerabilidad económica de su familia.

Estas mofas llevaron a Ramos a acudir menos al colegio. “Él no quería ir a clase y, simplemente, lo fue dejando poco a poco. Rara vez venía”, ha contado el que fuera su compañero. Después de la graduación, explica el chico al citado medio, perdieron más el contacto, pero Ramos le escribía cada pocos meses para quedar y jugar a la consola.

Días antes del ataque, al compañero, que no ha querido revelar su nombre a la prensa, recibió un mensaje del asesino en el que le enseñaba un arma y una bolsa llena de municiones. Fue hace cuatro días y él no dudó en preguntarle por qué tenía eso. Ramos le contestó: “No te preocupes. Me veo muy diferente ahora, no me reconocerías”.

El Washington Post recoge que era un joven solitario, que de pequeño había sufrido acoso escolar por sus dificultades para hablar. También, que creció en un entorno violento y había desarrollado recientemente comportamientos agresivos contra compañeros y extraños.

Lo hacía también contra sí mismo. Según ha revelado un amigo de Ramos, Santos Valdez, recientemente le había visto en un parque donde habitualmente jugaba al baloncesto con la cara llena de cortes. Primero le dijo que había sido un gato, después le contó que él mismo se había cortado la cara con cuchillos.

Las armas las había comprado este mismo mes, tras cumplir los 18 años, y hace tan solo unos días publicó imágenes de ellas en Instagram. Antes de dirigirse a la que había sido su escuela y asesinar a casi una veintena de niños, el joven disparó a su abuela, que está siendo atendida en un hospital.