“Ámame, aliméntame, nunca me dejes.” (El gato Garfield).
Otis, un gato de pelaje ceniza y blanquecino, vive con dignidad en el hogar de su cuidadora, Dayan Chunque. Como Garfield, come en abundancia, duerme, ronronea y juega alegremente por toda la casa junto a su hermana Isis.
Hace un mes, su vida era distinta: estaba infestada de bichos, olía a excremento y era ofrecida como mascota en puesto clandestino de la avenida Eguren. Era exhibida, junto a otros gatos, una caja de cartón. Sus maullidos eran débiles por el cuadro de desnutrición y se perdían en el bullicio generado por aves de corral, aves exóticas y perros.
Agentes de seguridad ciudadana y de control de comercio informal de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), intervinieron este punto del cercado, símbolo del comercio informal de animales en esta ciudad.
15 perros, 36 hámsters, 47 conejos, 25 palomas y 17 gatos, entre ellos Otis, fueron rescatados. Tras la diligencia en la que también participaron las subgerencias de licencias y de salud, y la Policía Nacional el Perú, el problema tomó un color distinto al de la nueva vida de Otis.
Rescatados y abandonados
Sandra Miñano es rescatista independiente de Amigos de Fada y también participó del operativo. Denuncia que los animales rescatados fueron trasladados a otros espacios sin que cambie su situación de precariedad.
“Ese día, nadie se hacía responsable de los gatitos. Tuve que exigir a la municipalidad que se hiciera cargo, para que los llevaran a un veterinario, ya que pretendían dejarlos en una caseta de vigilancia de serenazgo. Más tarde, me informaron que habían encontrado un hogar temporal para ellos”
“Regresé a mi casa, pero en la madrugada me avisaron que solo podrían quedarse allí hasta el lunes. Al día siguiente fui a recogerlos, y encontré que estaban en pésimas condiciones.” explica con el ceño fruncido.
Sandra y sus compañeras, Anita Gallardo y Kathy Silva, asumieron la protección de Otis y de los demás gatos. Estaban desnutridos y la primera atención que les brindaron fue en salud: medicamentos y gotas para los ojos; también alimentos costeados por ellas y por donaciones.
También explican que “la veterinaria municipal debería tener más equipamiento, un área de recuperación postoperatoria, campañas constantes de esterilización gratuita, costos sociales para los rescatistas y un horario de atención más amplio”.
En el siguiente video, el estado de salud de un gato rescatado
En redes sociales, el albergue Huellitas Sanando también denunció que, posterior al operativo, no hubo ninguna ayuda. En una publicación por Instagram, señalaron: “La municipalidad llega para fiscalizar, pero luego no proporciona ninguna asistencia a los animalitos y, básicamente, los deja a la deriva“.
Un día después del operativo, volvimos a la avenida Eguren y el tiempo parecía haber retrocedido: las mismas tiendas ofertaban animales domésticos, silvestres y de corral. Los perros, según la raza, cuestan entre S/200 y S/300. Una jaula puede contener hasta 6 perros criollos, que son vendidos a S/ 60 cada uno.
También se ofrecen, conejos y hámsteres, a S/ 30, pequeños gatos de distintos colores a S/.30 y canarios a S/50. Según una vecina de la zona, cada semana traen animales nuevos.
“La municipalidad viene cuando quiere, esto es del día a día, no solo hay gatos o perros, incluso venden hasta monos”, comenta una vecina muy indignada.
En el siguiente video, evidenciamos que la venta de animales continúa.
La venta ilegal de animales genera un serio problema de salubridad para clientes y animales: “los animales que permanecen en cautiverio por un largo tiempo, con otros animales, sin haber sido vacunados, están en riesgo de contraer diversas enfermedades. Entre estas se incluyen la hemobartonelosis, problemas respiratorios, rabia, diarrea y leptospirosis”, explica Lucero Ambrocio, interna en veterinaria.
El abogado penalista Alfredo Galindo, pinta otro color del problema: “la falta de acciones administrativas por parte de la municipalidad para imponer multas a los infractores y la ausencia de documentación presentada al Ministerio Público, para iniciar acciones penales contra quienes cometen maltrato animal”.
Leyes y Sanciones encadenadas
De no ser por los voluntarios, los animales rescatados, quizás, estuvieran muertos o deambulando por la calle. El operativo conjunto que asomaba como una acción preventiva, da luces de negligencia institucional, pues según la Ley N.º 30407, en su artículo 8, detalla que los propietarios, poseedores o responsables de animales deben proporcionarles atención veterinaria adecuada y necesaria para su bienestar y salud.
Además, en 2023, se modificó mediante la Ley N.° 37807, la “Ley de Protección y Bienestar Animal“, para agregar la coordinación y organización de campañas de adopción de animales de compañía en estado de abandono.
Si la Ley de Protección y Bienestar Animal se cumpliera, Otis no hubiera sido víctima de maltrato animal: tiene por finalidad garantizar el bienestar y proteger la vida de todas las especies de animales vertebrados domésticos o silvestres mantenidos en cautiverio. Asimismo, impedir el maltrato y la crueldad causado por el ser humano que pueda ocasionarles sufrimiento innecesario, lesión o muerte.
Al día, cientos de personas transitan por la avenida Eguren atestiguan el mal estado de animales silvestres y domésticos. También policías y funcionarios ediles quienes, al no actuar, normalizan el problema.
Otro punto de venta clandestina de animales es el jirón Orbegoso, cerca de los mercados mayorista y central. Pese a que es un delito conocido, en lo que va del año, la MPT solo ha ejecutado un operativo.
“Solo la fiscalía de prevención del delito, en colaboración con la municipalidad, está autorizada por ley para realizar operativos, brindar atención a los animales y colocar multas a los vendedores. De este operativo no hubo ningún resultado”, explica Galindo.
Buscamos la versión de la Municipalidad Provincial de Trujillo, a través de la Gerencia de Seguridad Ciudadana, pero la responsable, Ana Vásquez, se negó a declarar.
Después del cautiverio y con comida solo para sobrevivir, Otis ha cenado una generosa ración de alimento balanceada para gatos, con sabor a pescado y vegetales. Junto a su hermana gatuna Isis, irradian felicidad, y para su dueña simbolizan una lucha que empieza a ganar fuerza en las redes sociales.
Cifras de maltrato animal
Solo en 2023, se registró un total de 1,129 animales, tanto domésticos como silvestres, que fueron víctimas de abandono o crueldad. Estas cifras representan solo las denuncias que fueron admitidas por la Policía Nacional del Perú. Asimismo, el 58% de ellas (982) fueron archivadas, de forma preliminar o calificada.
Canales de Denuncia
Si presencia o recibe información sobre un caso de maltrato animal, es crucial contactar a la Policía Nacional del Perú (PNP) para garantizar la efectiva aplicación de la Ley N° 30407. Se recomienda grabar discretamente el maltrato, identificar la ubicación y recopilar la mayor cantidad de fotos y vídeos como evidencia.
Asimismo, puede realizar su denuncia llamando a la Línea 1818, pero también puede enviar las pruebas del maltrato al correo electrónico denuncias@mininter.gob.pe.
Por: Fransheska Holguín Vásquez