“Ciudadanos contra la corrupción”, así se autodenominan los seguidores de Arturo Fernández Bazán quienes son indiferentes a la verdadera razón que dejó fuera del palacio edil a su líder: una sentencia en segunda instancia por el delito de difamación.
Enterados de la ceremonia de juramentación de Mario Reyna como alcalde provincial de Trujillo, hicieron un plantón en el frontis de la comuna. Su forma de luchar contra la corrupción es lanzar insultos y frases peyorativas a quienes piensan distinto y, esta vez, nadie se salvó.
El primer agredido fue el decano del Colegio de Arquitectos quien, al salir de la ceremonia, fue perseguido por un grupo de mujeres que le gritaban “corrupto”. La policía tuvo que intervenir para que no ingresen al local de la orden profesional.
Después, fue la comitiva del titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, quien desarrolló actividades en La Libertad, con miras al fenómeno de El Niño. Fue confundido con el gobernador César Acuña y la llovieron los insultos.
La prefecta de La Libertad, Carolina Velasco, salió del brazo del jefe de la Tercera Macro Región Policial Norte, general PNP. José Zavala, para evitar que la agredan.
De su propia medicina
Pero recibieron de su propia medicina. Los seguidores de Fernández estuvieron apostados en las dos puertas de acceso al municipio, situadas en los jirones Pizarro y Almagro. Fue en este último que encontraron al alcalde de Florencia de Mora, Wilson Toribio.
Toribio no estaba preparado para correr y su lentitud hizo que fuera alcanzado. Además de insultos, le arrojaran botellas con agua y bolsas de basura.
Los seguidores del alcalde florenciano, la mayoría mujeres, reaccionaron y se enfrentaron a golpes con los adeptos del “loco de Moche”, a puño limpio y en una imagen que habla de lo violenta que es Trujillo en cuadrantes ajenos a la delincuencia.
Con las revoluciones desaceleradas, “los ciudadanos contra la corrupción”, fueron advertidos por la Policía: “Dejen de hacer desorden público e insultar a las personas; caso contrario, reaccionaremos”.
Se fueron pasado el mediodía sin lograr su objetivo: insultar directamente a Mario Reyna, pero sí sabotearon la presentación de un pool de compactadoras que el Ministerio del Ambiente envió para el Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo.