Como lo informó BuenaPepa, hay un mal aroma en torno a las obras de prevención que ejecutaron las autoridades frente al fenómeno El Niño, en el sector Wichanzo, del distrito La Esperanza, el más golpeado por las lluvias del ciclón Yaku, en marzo de 2023.
En la calle Los Jazmines se levantó un muro de concreto de 60 centímetros de alto, que cumplirá la gallarda función de proteger a las viviendas de una inundación.
En este sector de Trujillo, el nivel del agua y barro producto de Yaku superó el metro y medio y estuvo a punto de sepultar todas las viviendas.
Por fin el alcalde Sánchez
Esta mañana (12 de enero del 2023) el alcalde de La Esperanza Wilder Sánchez, elegantemente vestido, participó en el acto de juramento del nuevo burgomaestre de Trujillo, Mario Reyna
BuenaPepa aprovechó su presencia en ese acto público para preguntarle sobre el peligro al que están expuesto los vecinos de Wichanzao, ya que, el diciembre del 2023, cuando, un equipo de este medio buscó entrevistarlo nunca fue posible, por las —según el área de prensa de la comuna de La Esperanza— “multiples ocupaciones” de la autoridad.
“El tratamiento integral de Wichanzao no es solamente esos sardineles, sino es un tratamiento en tres medidas: una es ensanchar, descolmatar, evitar que el agua venga con toda fuerza que vino la vez pasada; el segundo plano son los bloques de contención en Maria Moyano, porque por ahí entra el agua”, explicó la autoridad.
En relación al segundo plano, Sánchez se refiere a varios bloque de concreto, que habitualmente son usados para el cerco de calles o en diligencias de descerraje que, pintados de amarillo, fungen de muros de contención en el cauce de la quebrada del cerro Cabras.
La Esperanza: sin sustento técnico
Wilmer Sánchez reconoció que las obras que describe y que han demandado el uso de recursos públicos, carecen de sustento técnico.
¿Y quién garantiza, técnicamente, que la obra será funcional?
“No de repente técnicamente se ha hecho con la oficina correspondiente de Defensa Civil, de la Subgerencia de Proyectos y la Subgerencia de Obras que son los que han hecho una evaluación de estos proyectos (en otras jurisdicciones). Porque son algunas medidas que estamos haciendo porque, de otra forma, tendríamos que hacer otro muro de contención”. La premura omitió lo técnico.
“Esperamos que esta medida preventiva, nos dé solución. De repente no tenemos un tratamiento de análisis fluvial. Lo correcto sería que esa quebrada de Los Ángeles se canalice hacia la quebrada de León, pero ese es un proyecto a largo plazo”.
Sin embargo, los mecanismo respecto a obras de prevención por El Niño exigen, como en todo gasto público, una fundamentación técnica que justifique el gasto; caso contrario, se incurre en una falta administrativa (y hasta penal) según la tipificación que den los órganos de fiscalización y control como la Contraloría General de La República.
“Estamos mandando hacer más bloques (…) una cantidad razonable que permita que el agua no entre con toda esa fuerza”, puntualiza Sánchez.
“Muro de la vergüenza”
A la contención de concreto, de sesenta centímetros, los vecinos de Wichanzao lo denominan “el muro de la vergüenza”.
Lo usan para sentarse y recordar que la inundación superó el metro y medio de altura; en algunos casos, llegó hasta el segundo piso.
En el siguiente video, el testimonio de Lucía Iglesias, vecina de Winchanzao, quien considera que esta obra es una burla.