La población de Pacasmayo y Chepén, al norte de La Libertad, sonríe a medias. La Policía Nacional capturó a doce integrantes de la banda Los dragones rojos, dedicada principalmente al cobro de cupos en esta zona del Valle Jequetepeque; pero la alegría no es completa.
“A mi familiar lo obligaron a cerrar dos veces su restaurante porque se negó a pagar cupo. Primero abrió un local en el sector El Porvenir y, luego, a la altura del muelle de Pacasmayo. Solo duró dos meses su negocio. Esa banda no perdona nada. Siempre cae, pero luego vuelve con fuerza”, cuenta a BuenaPepa un vecino del distrito de Pacasmayo, provincia del mismo nombre, donde la banda lleva actuando a sus anchas desde hace más de una década.
La madrugada de este jueves 27 de abril, la Policía volvió a golpear —por tercera vez— a esta organización criminal. Doce de sus miembros, entre ellos un menor de edad y tres mujeres, fueron detenidos por estar involucrados en extorsiones a empresarios y comerciantes de Chepén y Pacasmayo; así como en delitos de robo agravado, lavado de activos y hasta homicidios.
El megaoperativo policial se desplegó en simultáneo en cinco ciudades. Se allanaron veintidós viviendas en Chiclayo, Pacasmayo, Chepén; y se allanaron cinco celdas en los penales El Milagro, en Trujillo, y La Capilla, en Juliaca.
El coronel Paulo César Arias Romero, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), indicó que el Poder Judicial dispuso la orden de detención preliminar de diecisiete de sus veinticinco integrantes en libertad, de los cuales doce fueron capturados.
“Hemos incautado equipos celulares, documentos que nos servirán como elementos de convicción. Esta banda opera bajo la fachada de construcción civil. Extorsionan a comerciantes y empresarios”, indicó el jefe de la Diviac.
“Esa banda no perdona nada. Siempre cae, pero luego vuelve con fuerza”
Según la Policía, Los dragones rojos emplean la modalidad de lavado de madera, es decir, cobran cupos a empresarios y comerciantes del Valle Jequetepeque usando la fachada de sindicato de construcción civil. Les envían mensajes amenazantes exigiendo el pago de dinero y detonan explosivos para intimidar a sus víctimas y forzarlas a realizar el pago.
Una vez que sus víctimas cedían a las presiones, los integrantes de la red criminal se entrevistaban con los dueños de los negocios para ofrecerles seguridad. Si se resistían, eran amenazados de muerte o atentaban contra sus inmuebles.
Aquí están, ellos son
En la intervención se detuvo a Juan Jeampier Neira Rojas, alias Negro; Porfirio Vidal Pairazamán Alcántara, alias Chiti; Jhon Adán Cruzado Valiente, alias Jhon; Michael Jhon Ramírez Honorio, alias Cuco; Arnald Roys Chiza Pereyra, alias Chiza; María Nelly Altamirano Alva, alias Prima Nelly. También se detuvo a Pablo Andrés Chiroque Lara, alias Pablo Chiroque; Cristian Leonardo Llicán Nieto, alias Llicán; María Esperanza Pérez Correa, alias Gorrión y Rocío del Pilar Correa Pairazamán, alias Ñata.
El cabecilla de esta banda criminal es Luis Oliver Pairazamán Alcántara, alias Oliver o Fran, quien purga condena de cadena perpetua en el penal La Capilla, en Juliaca. Su celda fue allanada durante esta madrugada como parte del megaoperativo. También se intervino la celda de otra integrante de la cúpula de esta mafia en el penal de mujeres Santa Mónica, en Lima.
Intentaron matar al alcalde
El coronel Paulo César Arias Romero, jefe de la Diviac indicó que Los dragones rojos estuvieron detrás del intento de homicidio del alcalde distrital de Pacasmayo, Ricardo Guanilo Ayala, cuando era candidato en las últimas elecciones.
“A esta banda se les sindica de ser los responsables de dos homicidios y un intento de homicidio, al actual alcalde de Pacasmayo. Ya se ha investigado, tenemos los suficientes elementos de convicción para demostrarlo. Estos delitos se cometieron en 2019, 2020 y 2022. Por eso la investigación se inicia en el año 2019”, afirmó.
Sus orígenes en La Libertad
Los dragones rojos operan desde el 2011 en Chepén y Pacasmayo. Primero fueron los transportistas su principal blanco. Luego fueron extendiendo sus tentáculos a los comerciantes, dueños de negocios, empresarios. En el 2015 se capturó a catorce de sus integrantes.
La banda se reagrupó y se convirtieron en Los nuevos dragones rojos, pero volvió a sufrir un golpe tres años después, con la captura de veintitrés de sus miembros.
La Policía y el Ministerio Público lograron determinar que, entre algunas de sus víctimas, figuraban los propietarios de las pollerías Andino Chicken y Marco Antonio, cebichería El Cangrejito, y la empresa Consorcio del Norte, encargada de las obras de remodelación del frigorífico pesquero artesanal de Pacasmayo; entre otras obras.
La Fiscalía no logró determinar con exactitud el dinero que amasó esta organización criminal, aunque se estiman en varios cientos de miles de soles.
En este tercer megaoperativo contra esta banda se incautó 6300 soles, quince teléfonos celulares, chips telefónico, dos armas de fuego tipo escopeta, siete cartuchos, tarjetas de entidades bancarias, cuaderno con anotaciones, entre otras especies.
