Tacna. Día a día, decenas de extranjeros indocumentados llegan a la frontera de Perú con Chile para solicitar su ingreso a tierras peruanas. Ante el negado acceso, muchos de ellos han generado múltiples conflictos y amenazas contra las autoridades nacionales; sin embargo, como una respuesta a estas coacciones, el ministro del Interior, Vicente Romero, confirmó que están enviando 390 agentes de la Policía Nacional y un contingente de las fuerzas armadas a partir del viernes para controlar la situación, ante la presencia de un grupo de extranjeros que quieren ingresar al país en forma irregular.
Romero confirmó que 200 policías llegaron durante la jornada del último jueves por la noche a Tacna para reforzar la seguridad en la frontera, pero que ese número de agentes se elevará hoy a 390. El ministro llegó al complejo Santa Rosa, fronteriza con Chile, para verificar los servicios en ese puesto limítrofe y a supervisar “los problemas que tenemos sobre la crisis migratoria”, según declaró a los periodistas en el lugar.
El ministro, lejos de declarar la guerra a los malos extranjeros, declaró que buscarán ayuda humanitaria a estas personas, en especial a los niños y ancianos que llegan semanas varados en la frontera. “Se está trabajado con nuestros pares (de Chile) para ver cómo se hace un corredor humanitario, pues entre los extranjeros varados en la frontera hay niños y ancianos, y no se puede tomar una decisión tan rápido. Tenemos que asistir humanitariamente a estas personas”, declaró Vicente Romero.
Fuerzas armas, desde hoy
Agregó que hoy viernes los servicios de las fuerzas armadas “estarán apoyando a la Policía Nacional a primera hora”, en cumplimiento del estado de emergencia decretado por el Ejecutivo para mantener el orden interno en la frontera. Además, insistió en que la actual crisis migratoria tiene un componente humanitario y también otro referido a la seguridad ciudadana en las regiones más expuestas a estos ingresos irregulares de extranjeros.
Ayer por la mañana, en Tacna se registraron más enfrentamientos, tras los cuales un grupo de migrantes burló el cordón policial y se lanzó a cruzar en medio del árido desierto. Muchos de ellos fueron interceptados y devueltos. A raíz de ese incidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al embajador de Chile en Perú para expresarle “su protesta por la falta de colaboración mostrada por las autoridades policiales chilenas, la cual ha generado los acontecimientos producidos”.
Estos continuos incidentes ocurrieron en el primer día del estado de emergencia decretado por el Gobierno peruano en Tacna y en todo el resto de distritos y provincias de los departamentos fronterizos con Ecuador, Colombia, Brasil y Chile.
