El jefe nacional del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Javier Llaque Moya, negaba, la noche del 14 de marzo, a menos de un metro de César Acuña, que ola de extorsiones se planifique y administre desde las celdas del penal El Milagro de Trujillo.
Al parecer, esta postura no convenció al gobernador de La Libertad, quien gestiona el cambio del director de dicho centro penitenciario, Genaro Escamilo Gómez, y de los agentes del Inpe.
El objetivo: frenar todas las situaciones irregulares y delictivas en las que estarían implicados.
La Libertad en emergencia
Acuña expuso dicha solicitud en la reunión del comando de autoridades por la emergencia contra la criminalidad y explicó que abordará el tema con el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana Ysa.
“Tengo conocimiento que el actual director del penal ha trabajado bastante tiempo en esa función. Debemos tener una persona nueva, que no tenga ninguna relación con las personas de adentro. Ese será mi argumento al Ministro de Justicia. No sorprende a nadie, ni tampoco es un mito, que desde adentro sale mucha información”, sostuvo el gobernador.
Director del penal lo niega todo
El pasado 6 de febrero, tras participar en el pleno del Consejo Regional de La Libertad, Genaro Escamilo aseguró que no existe ninguna investigación fiscal en torno a posibles llamadas extorsivas que se realizan desde las celdas.
“No tenemos y no he recibido como director del penal ningún requerimiento de parte del Ministerio Público o de la Policía Nacional respecto a un expediente o carpeta de investigación de la participación de algún interno en hechos ilícitos por intermedio de un celular o una llamada”, enfatizó.