El jefe de la oficina defensorial de La Libertad, José Luis Agüero Lovatón, reveló hoy a Buenapepa que, hasta el momento, se han reportado 49 mujeres asesinadas por presuntos feminicidas en el país; seis de esos casos ocurrieron en esta región.
“Preocupa la cantidad de casos de feminicidio que tiene La Libertad. Se dan más de diez mil casos de violencia cada año que ubican a la región en el sexto lugar. Además, somos la tercera región en el país donde más feminicidios hay; y los terceros, también, en las tentativas de feminicidio”, expresó José Luis Agüero Lovatón.
En el último reporte de casos atendidos por el Centro de Emergencia Mujer, se registraron 82 tentativas de feminicidio a nivel nacional; y 4, en la región La Libertad. Según el marco estadístico para medir homicidios por razones de género, el modus operandi de los presuntos feminicidas implica el secuestro, uso de la fuerza, previo abuso sexual, la mutilación corporal de la fémina agredida y el arrojo del cadáver en un espacio público que intransitable.
Al respecto, el jefe de la Tercera Macro Región Policial de La Libertad, Jorge Luis Ángulo Tejada, se comprometió a reforzar las estrategias para afrontar está problemática. “Son muy lamentable las pérdidas, sobre todo por la manera tan violenta en la que han fallecido. Esto nos causa zozobra. Tengo que hacer un diagnóstico para ir monitoreando cuál es el comportamiento criminal; y si es posible reforzar las estrategias para afrontar esta situación”, comentó.
Perú se encuentra en el puesto 11 entre los países con altos índices de criminalidad, de acuerdo con la base de datos global Numbeo. Además, con 43 % de confianza en la Policía, es uno de los cuatro países de América Latina que desconfía de los organismos de seguridad del Estado, según la última encuesta mundial de opinión pública Global Law and Order Index elaborada por la consultoría Gallup.
Al respecto, especialistas consultados por Buenapepa opinan que la cultura machista, las deficientes estrategias del Estado para frenar la violencia de género y los polémicos criterios para sentenciar al autor del crimen generan que el feminicidio alcance niveles inimaginables.
El origen
Durante la primera semana de junio, se hallaron féminas muertas en extrañas circunstancias que cumplen el mismo patrón: sus cuerpos presentan rasgos de violencia física y sexual. Además, los cadáveres son abandonados en zonas descampadas y los agentes policiales no son los que los encuentran.
Según el general PNP. Jorge Angulo, se está manejando diversas suposiciones que implican un posible feminicidio. “Cada uno de los casos registra varias hipótesis dentro de la carpeta fiscal. Trujillo, de por sí, es una ciudad con una gran cantidad de habitantes; por ende, es imposible hacer un control tan pormenorizado”, comentó.
Para la sicóloga clínica Rosa Díaz Giraldo las causas del feminicidio son diversas. “Actualmente, el enfoque que se usa para explicar este tipo de homicidios es el modelo ecológico de la violencia de Heise. Es por ello que la Policía evalúa los antecedentes penales del autor del crimen; así como su cultura, patrón sicológico, posición económica, sus vicios y adicciones. También, evalúan las denuncias que ha hecho la víctima, la relación que mantenían con sus padres y cuánta violencia ha recibido desde niña. Todo ello genera un cuadro de feminicidio”, explicó la especialista en salud mental.
Por otro lado, el sicólogo Igor Valverde Rodríguez postula que el aumento del feminicidio está siendo generado por la cultura machista de nuestro país. “Hay que entender que el feminicidio es una expresión de la fragilidad de la identidad masculina que quiere recuperar su poder de una manera desesperada y violenta. El hombre proyecta su debilidad en la mujer hasta tal punto que cuando ella se aleja, él recurre a la violencia para atraerla. Es totalmente injustificable, pero la sicología masculina juega así”, comentó.
Deficiencia en las leyes
Según el marco estadístico para medir el homicidio de mujeres y niñas por razones de género, el modus operandi del feminicida implica acoso, secuestro, violencia sexual previa, uso de la fuerza, mutilación del cuerpo de la víctima y arrojo de esta en un espacio público intransitable. Si cumple uno de estos criterios, el atentado se considera un homicidio por razones de género.
Generalmente, los homicidios de mujeres y niñas son cometidos por la pareja, expareja u otro miembro de la familia. Una vez identificado el autor, las autoridades policiales y judiciales deben evaluar la relación que mantenía con la víctima, así como el consumo de drogas u otras sustancias que alteren el sistema nervioso, la situación económica, la reincidencia y los antecedentes penales.
Para el abogado penalista Luis Saldaña Monzón, el proceso penal es arduo debido a la complejidad que implica el hallazgo del autor del crimen y los criterios a tener en cuenta al sentenciar. “La mayor preocupación del Ministerio Público es la de encontrar elementos de convicción que acrediten quién es el sujeto autor. La investigación preliminar dura cuatro meses; la investigación preparatoria dura seis meses. Cuando pasa ese plazo, se archiva; pero no es definitivo. Basta que se presente un elemento de convicción grave y fundado para que se reabra el proceso”, comentó.
Además, el especialista en leyes señaló que el código penal establece penas mínimas difíciles de entender; que, inclusive, los mismos feminicidas podrían obtener tras el juicio. “Nosotros tenemos un sistema de pena por tercios. Cada delito tiene sus años de condena. Si el autor tiene antecedentes penales, se debe poner la máxima; pero si no tiene, le corresponde la mínima”, expresó Luis Saldaña.
Estrategias deficientes
La sicología clínica Rosa Díaz Giraldo recomendó que la estrategia del plan nacional de salud mental deben ser multisectorial y, para ello, el equipo convendría que sea multidisciplinario. “Las estrategias están centradas en patologías. Esto se debe a que los siquiatras son los únicos que las diseñan. El Estado debe incluir a más especialistas en esta misión y considerar que cada pueblo tiene sus peculiaridades y que no todo es patológico. Por ende, el tratamiento no debe ser parametrizado a lo que la estrategia establezca. Los especialistas únicamente piden estadísticas de los hospitales de provincia, distritales y caseríos; sin embargo, estas estadísticas no reflejan al 100 % lo que realmente pasa. A nosotros incluso nos obliga a realizar determinada cantidad de test ViF que evalúa el nivel sicológico de las víctimas de violencia intrafamiliar que atendemos”, expresó.
Por otro lado, el sicólogo clínico Igor Valverde enfatizó la necesidad de que se reduzca la tolerancia de violencia en la cultura peruana. “En muchas familias se viven severos cuadros de violencia. De una manera u otra, todos estamos expuesto a ella. Las mujeres deben de dejar de asimilar la violencia como algo normal porque lo único que podría ocasionar es más muerte. Incluso, existe violencia que, muchas veces, no se manifiesta como tal. Deben estar alertas”, comentó.
En este sentido, el defensor del Pueblo indicó que se debe mejorar las estrategias de prevención. “La prevención que se está trabajando en la familia y en los colegios no está dando mayores frutos porque se está generando en las casas este tipo de violencia. Hay que tomar mayor atención en el sistema de prevención porque el sistema de investigación y de sanción está mejorando. Además, las municipalidades están obligadas a coordinar con todas las entidades para prevenir (el feminicidio y la violencia) y eso es algo que no está funcionando”, expresó.
Botón del pánico
El Poder Judicial ha habilitado un software que opera en los teléfonos celulares para brindar asistencia inmediata y efectiva a quienes padecen de violencia intrafamiliar en caso de riesgo severo. Mediante la activación de esta alarma digital, la mujer que cuenta con medidas de protección y continúa siendo acosada recibirá auxilio inmediato de la Policía o el Serenazgo; ya que el software registra su ubicación geográfica en tiempo real para enviarla a la central de monitoreo municipal. Asimismo, el defensor del Pueblo, José Agüero Lovatón, insistió en que se debe denunciar a tiempo cualquier acto de violencia; así como, la mala atención de los funcionarios de los Centros Emergencia Mujer (CEM) y de la Policía.