La Segunda Fiscalía Provincial de Familia de Trujillo abrió una investigación preliminar contra los presuntos responsables de las lesiones causadas a la menor de 12 años, quien fue atacada en Huanchaco, al interior de la Institución Educativa José Olaya Balandra, por sus compañeros de clase.
Mientras que la Policía y la fiscal Delia María Bracamonte Muguerza continúan las pesquisas para determinar la gravedad de la agresión de los escolares, el comité directivo del colegio no ha brindado apoyo sicológico ni económico, según declaraciones del padre de la menor (Buenapepa no publica ningún dato o información que conlleve a la identidad de menores de edad víctimas y agresores en casos de violencia).
“La Fiscalía ha citado a mi hija para este lunes 20, a una entrevista. Hasta el momento, creo que, por presión mediática, varias instituciones están apoyando; sin embargo, la directora creo que está enojada conmigo porque no me ha escrito ni ha manifestado apoyo alguno”, comentó el progenitor.
Por otro lado, el papá de la víctima indicó que, recientemente, ha recibido el apoyo de la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) y Defensoría Municipal del Niño y Adolescente (Demuna). “El lunes pasado denuncié. Realmente me sentía solo en esta lucha por la tranquilidad de mi hija. Creo que, por presión, se ha logrado que la Ugel, la Demuna y el Ministerio de la Mujer no pierdan el interés de ayudarnos”, comentó.

Secuelas irreparables
Mientras que la Segunda Fiscalía Provincial de Familia de Trujillo trata de frenar este tipo de abuso; la menor agraviada ha iniciado tratamiento sicológico, pero ha cesado su asistencia al colegio. “Mi hija no quería recibir ayuda, pues no le era fácil expresar lo que le había ocurrido. Después de tanta insistencia aceptó recibir el apoyo de los sicólogos. Tiene sesiones diarias, muchas veces mañana y tarde, que siento que la están ayudando”, explicó el padre de familia.
No obstante, señaló que desconoce las medidas que la institución tomará al respecto. “No sabemos si los compañeros que le hicieron ‘bullying’ a mi hija permanecerán en la misma aula o serán retirados por un tiempo. Todavía la directora no se ha comunicado conmigo”, aclaró preocupado.
Además, la policía de Huanchaco ya identificó los nombres de los cinco compañeros de clase que agredieron física, sicológica y verbalmente a la colegiala durante estos tres meses. Ellos golpearon, amenazaron y trasquilaron el cabello de la menor en uno de los baños del colegio.

Indiferencia peligrosa
El padre de familia denunció a la directora del plantel educativo por omisión de funciones. “Ella debía reportar el caso y por la gravedad, avisar a la Policía; pero no lo hizo. A mi hija la han estado hostigando desde hace mucho. Días antes del incidente, me acerqué a la directora, con pruebas, para reportar los abusos que mi hija padecía. El viernes pregunté a la directora si había denunciado el acoso sexual y las amenazas constantes que recibía por parte de sus mismas compañeras. La directora me respondió enojada que no. Se le notaba desinteresada”, comentó el apoderado.
Buenapepa se contactó con la subdirectora del colegio, Dally Gutiérrez Ramírez, con la intención de saber su versión sobre los hechos denunciados. Sin embargo, no se obtuvo respuesta.
Además, el progenitor de la víctima pidió que celeridad en las investigaciones policiales, pues el estudio sicológico está programado para el 23 de junio. “La Policía ha programado en su informe un estudio sicológico para fin de mes. Me parece que es mucho tiempo de espera”, recalcó el progenitor.
Hay muchos más casos en los que la directora ha demostrado su desinterés. los niños siguen en esa aula; mientras mi hija no ha recibido medidas que la proteja
Un colegio cuestionado
El colegio José Olaya Balandra, ubicado en el pasaje Rázuri del distrito de Huanchaco, ha presentado innumerables casos de violencia entre escolares y hallazgos de sustancias nocivas; lo cual, revela la falta de supervisión.
Además, la directora Gutiérrez es criticada por los mismos padres de familia debido a su incapacidad de establecer medidas de solución que ayuden a erradicar la violencia entre los estudiantes.
“No solo es el caso de mi hija. Hay muchos más casos en los que la directora ha demostrado su desinterés. Me siento solo y confundido porque los niños siguen en esa aula; mientras tanto, mi hija no ha recibido medidas que la proteja”, comentó el padre.