Cada vez que se le presentó la oportunidad, el escritor Gustavo Rodríguez, flamanete Premio Alfaguara 2023, ha recordado lo significativo que ha sido Trujillo en su vida. Cuando tenía cuatro años llegó a la capital de La Libertad porque su padre compró una farmacia.
“Primero vivíamos por el mercado Mayorista y, después, por la urbanización San Andrés. Cuando estaba en el colegio era malísimo en el deporte, pero me las arreglaba para estar en el cuadro de honor sin ser señalado como chancón”, publicó el portal libroperuano.com, con base en una entrevista del diario Perú 21.
La Editorial Alfaguara reveló hoy, jueves 19 de enero, que el peruano Gustavo Rodríguez ganó el aclamado premio Alfaguara de Novela 2023 por su obra Cien cuyes. El título hace referencia a los roedores domésticos que son parte importante en el ámbito cultural y gastronómico de lo peruanos.
Alumno del Claretiano
Rodríguez, hoy de 54 años, estudió en el colegio Claretiano de la avenida Húsares de Junín. Las experiencias y vicisitudes propias de la adolescencia que vivió en Trujillo fueron configurando parte de su universo creativo que luego ha ido manifestando en sus libros tanto de cuentos, como de novelas.
“Primero vivíamos por el mercado Mayorista y, después, por la urbanización San Andrés. Cuando estaba en el colegio era malísimo en el deporte, pero me las arreglaba para estar en el cuadro de honor sin ser señalado como chancón”.
Entre sus principales obras destacan: La furia de Aquiles, La risa de tu madre, Trece mentiras cortas, Ampay Perú (junto con el sociólogo Sandro Venturo), Juan Diego Flórez. Notas de una voz, La semana tiene siete mujeres, Cocinero en su tinta, República de La Papaya, Te escribí mañana, Madrugada, Machista con hijas y Treinta kilómetros a la medianoche.
Una infancia tranquila
“A Trujillo le debo una infancia más tranquila que la que podría haber tenido en Lima -con un solo robo de bicicleta y no con tres-. Y también le debo haber saboreado el ser provinciano y haber mirado con ese desdén envidioso a Lima”, dice Gustavo Rodríguez.
Regresó a Lima para estudiar Arquitectura. “Cuando vine a Lima a estudiar, dejé en Trujillo a una chica de la que estaba templado y pensé que, estudiando una carrera corta, podría regresar como un caballero en su caballo blanco -más bien, en su Tepsa blanco- a recogerla”, recordó en el 2006 frente al periodista José Gabriel Chueca.
A finales del 2020, participó, de manera virtual, en un seminario de comunicación organizado por la Universidad Nacional de Trujillo. “Encantado de estar conectado con una ciudad que quiero tanto, en la cual pasé gran parte de mi infancia y mi adolescencia completa”, saludó a los asistentes.
Antes de escritor, Rodríguez desplegó su creatividad en la publicidad. Es considerado uno de los creativos de ventas más fértiles del Perú.
Los clásicos helados
En setiembre del 2020, publicó en su cuenta de Twiter un hilo sobre la historia de la emblemática heladería trujillana El Chileno, cuando esta abrió una sede en Lima. “Les quiero contar la curiosa historia de los helados más ricos del Perú (al menos según los trujillanos) y por qué se llaman… El Chileno”, inició.
“Había una vez un peruano llamado Antonio Solari que, en la guerra con Chile, peleó a las órdenes de Cáceres. Él vivía en Arica y cuando Perú perdió esa ciudad, se mudó bien al norte. A Trujillo. ¿Qué apodo le pusieron al pobre expatriado? Pues ‘El chileno’. En 1930 abrió allí su heladería y desde que me mudé a Trujillo de niñito sus sabores se me quedaron incrustados en el cerebro. Sobre todo el de lúcuma. La nieta de Antonio es amiga mía desde la adolescencia y ahora ha traído a Lima esos helados legendarios”, continúo.
“Mi hija M, por ejemplo, acaba de probar los que muestro arriba y dice que el de chocolate es el mejor que ha probado en su vida. El de capuccino no está nada mal, tampoco”, recomendó.
Premio Alfaguara 2023
En su edición del 2023, al premio Alfaguara se presentaron 706 manuscritos originales. De España fueron enviados 296; de Argentina, 112; de México, 99; de Colombia, 81; Estados Unidos, 43; Chile, 28; Perú, 27 y 20 desde Uruguay.
El galardón está dotado con 175 000 dólares, una escultura de Martín Chirino y la publicación simultánea en todos los países de habla hispana. La novela llegará a las librerías el próximo 23 de marzo.
“Cien cuyes es una novela tragicómica, situada en la Lima de hoy, que refleja uno de los grandes conflictos de nuestro tiempo: somos sociedades cada vez más longevas y cada vez más hostiles con la gente mayor. Paradoja que Gustavo Rodríguez aborda con destreza y humor. Un libro conmovedor, cuyos protagonistas cuidan, son cuidados y defienden la dignidad hasta sus últimas consecuencias”, destacó el jurado calificador.
La vejez
En sus primeras declaraciones, el también publicista consideró que escribió una novela sobre la vejez, porque cuando alguien como él “pasa la mitad de la vida”, empieza a cuestionarse en lo que viene y en lo que les pasa a las personas de su círculo íntimo. “Y eso influye más de lo que uno piensa”, aclara.
“También se debe a la muerte de gente mayor que tengo cercana, principalmente mi suegro. Y la estela mortal que dejó el covid en mi país. De la muerte se habla menos que del sexo. Se puede comprobar con la cantidad de eufemismos que usamos cuando alguien muere. La esquivamos totalmente. Cuanto menos hablamos de algo, más daño se hace uno al esquivar. Hay que hablar más y con más humor de la muerte. Sin humor no se puede entrar en estos temas”, contó al diario El País.
El Premio Alfaguara de Novela se entrega desde 1965. Con Rodríguez son dos los peruanos que recibieron el galardón. En 2006, Santiago Roncagliolo lo ganó con Abril Rojo.
