La noche del lunes 15 de abril, la ciudad de Guayaquil, en Ecuador, se vistió de luto tras el brutal asesinato de Milton Rivera, un conductor de bus con más de 15 años de experiencia en las calles de la urbe. Con 56 años de edad y tres décadas viviendo en el Suburbio, Rivera fue víctima de un violento asalto mientras cumplía con su jornada laboral.
Así fue el crimen en Guayaquil
El fatídico evento ocurrió alrededor de las 8 p.m., cuando Rivera y su hija, sentada junto a él en la unidad 350 de la línea 45, fueron abordados por tres sujetos encapuchados armados.
A pesar de los ruegos de su hija, los delincuentes dispararon tres veces, hiriendo mortalmente a Rivera. “No tenemos nada, por favor, no lo maten”, se le escucha decir en un video captado por las cámaras de seguridad.
Este hecho de sangre ha conmocionado a Ecuador por la violencia despiadada que se ha apoderado de las calles.
Rivera, recordado por sus vecinos por su rectitud, dedicación y humildad, deja un vacío irreparable en el corazón de su familia y vecindario. Conocidos y allegados lo recuerdan como un hombre trabajador y respetuoso, cuya vida fue segada de manera cruel e injusta.
El crimen ha despertado la indignación de la ciudadanía y ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de tomar medidas para combatir la creciente ola de violencia en la ciudad.
Las autoridades policiales han detenido a dos sospechosos, incluido un adolescente de 14 años, quienes enfrentarán cargos por su presunta participación en el asalto y asesinato de Rivera.
El general Víctor Herrera, comandante de Policía de la Zona 8, condenó el “vil y violento” crimen y aseguró que se está trabajando arduamente para llevar a los responsables ante la justicia.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, también expresó su repudio al atroz suceso y agradeció la colaboración de la ciudadanía en la captura de los presuntos asesinos.