Más que esperada, la última entrega de los forajidos redimidos en héroes galácticos; que nos presenta una conmovedora despedida y nos deja con un dulce sabor de boca.
Guardianes de la Galaxia Vol. 3 (James Gunn, 2023) nos cuenta como el equipo que vive en relativa paz, en lo que fue la cabeza de un antiguo celestial transformado en su base espacial, son atacados por un poderoso Adam Warlock en busca de Rocket, a ordenes de su creador el Alto Evolucionador, quien sometió al pequeño héroe a una serie de experimentos con la intención de encontrar una especie perfecta.
El atacante deja malherido al mapache por lo que sus amigos tratarán de buscar la forma de salvarlo, llevándolos, de nuevo, en un viaje por los confines de la galaxia en pos de la clave para curar a su compañero.
La película es muy entretenida, se nota que Gunn tuvo carta libre para jugar, como siempre, con la música, los chiste y la acción; sin llegar a ser una mezcolanza; sino todo lo contrario, se desarrolla una historia bien llevada, que conduce por el presente y pasado, dejándonos entender el sufrimiento por el que paso Rocket, mostrándonos de forma directa sin llegar a ser completamente tosco al hacerlo.
También nos presenta a un muy buen villano y no las caricaturas a los que Marvel nos tiene acostumbrados, mantiene motivaciones, es un ser despreciable, un genocida poderoso, con una idea tantas veces presentadas en el cine, pero que esta vez llega a un punto más elevado.
La película es muy entretenida, se nota que Gunn tuvo carta libre para jugar como siempre con la música, los chiste y la acción; sin llegar a ser una mezcolanza.
No hay que olvidar que en la cinta muestra una serie de personajes ya conocidos o nuevos que demuestran su valía o importancia para la historia; así como pequeños, aunque, inesperados cameos.
Los héroes tienen que ingeniárselas a fin de lograr su cometido, sin olvidarse que son un grupo de amigos a los cuales hay que molestar e incomodar. Esto llega a tener un buen equilibrio a pesar de que la cinta cuenta con momentos lentos o aburridos en su metraje, superables por las escenas de acción muy bien coreografiadas y, sobre todo, grabadas. La presencia en pantalla que se le da a cada héroe, se agradece, pues podemos llegar apreciar la evolución que tuvieron a lo largo de todo esta trilogía.
La música, como siempre, es un punto a parte. Nos engancha desde el principio con temas muy conocidos y otros rebuscados, aunque por momentos se exagera en su uso o no llega a calzar del todo con la acción a cubrir; pero estos son momentos muy específicos que se pueden dejar pasar gracias a toda la carga emotiva de la que está rodeado el filme.
A pesar de esperar desde hace meses un final trágico, este llega de una manera calmada, triste, sí, pero casi natural, casi comprensible. Los guardianes ya no regresarán como los conocemos, aunque todo hace intuir que los volveremos a ver, de una forma u otra.
Esta película es una de las mejores de la filmografía que Marvel viene acumulando, por su historia conmovedora, plagada de acción, por ser un buen cierre, por ser preciso en lo que desean contar; pero, sobre todo, por ser conscientes de que es el fin de una nueva era. Los Guardianes de la Galaxia en su momento empujaron a Marvel Studios al éxito, en esta oportunidad ¿los llevará a un nuevo inicio? Solo nos queda esperar, pero qué buen cierre, qué buena trilogía que se armó James Gunn (ahora jefazo de la distinguida competencia: DC).