Marialejandra Puruguay Guillén dice que el premio que ha ganado es pura gasolina, ese combustible que sirve para impulsar máquinas. En su caso, la aprovechará para seguir moviendo proyectos culturales que impacten positivamente a la sociedad y aporten a la reactivación del sector cultural y de las industrias creativas en Trujillo. Y así convertir a esta ciudad en algo más tolerante, amigable y visitable.
Un premio es fiesta y reconocimiento; pero, también, un impulso y un compromiso. Junto a Claudia Araujo Su, líderes de Clío Cultura y Ciudadanía, recibieron de la Asociación de Curadores del Perú el reconocimiento Llama 2021 en la categoría Republicano Presencial por su curaduría de la muestra Trujillo Bicentenario.
La exposición se presentó en junio del 2021 y se mantuvo hasta octubre del mismo año en el Centro Cultural del Banco de la Nación y en la Alianza Francesa de Trujillo. En febrero de este año se exhibió en Mall Plaza Trujillo en formato de tótems. En 115 días, recibió unos 7 300 visitantes, quienes, a través del arte, han redescubierto la historia de la independencia de Trujillo y su participación en la gesta emancipadora del Perú.
El Premio Nacional de Curaduría Llama busca reconocer, visibilizar y renovar el interés en la actividad curatorial en el Perú, así como afirmar una base sólida para su formalización y buenas prácticas. En esta segunda edición, debido al contexto sanitario, se consideraron exposiciones presenciales y virtuales, realizadas durante los años 2020 y 2021.
Buenapepa conversó con Marialejandra Puruguay Guillén para conocer el impacto de este reconocimiento en el trabajo que realizan en Trujillo.
-¿Esperaban el premio o fue una absoluta sorpresa?
-Estamos superemocionadas porque no esperábamos este reconocimiento. Planificamos la muestra Trujillo Bicentenario con la finalidad de que la ciudadanía tenga una participación activa en las celebraciones del Bicentenario, porque la mayoría de actividades que se desarrollaban eran muy para autoridades; pero no para la comunidad. Nuestro fin fue armar esta muestra para que las personas se detuvieran a pensar en la importancia que jugó el espacio donde vivimos —Trujillo— en un momento tan importante para el Perú, que es cuando se convierte en nación. Y bueno, recibimos con muchísima emoción, con una satisfacción muy grande este reconocimiento que no es más que gasolina para seguir trabajando en más proyectos.
-Es la primera vez que un trabajo propio de Trujillo recibe este reconocimiento.
-Es alentador el saber que en las provincias ya se desarrollan iniciativas que reúnen las características para llevarse el premio Llama a la curaduría. Para nosotros, como Clío es muy relevante.
-¿Qué aspectos de su trabajo ha valorado el jurado?
-Una de las fortalezas de la muestra es que se ha seguido una metodología propia de un proyecto cultural. Se ha valorado el trabajo con artistas locales y la investigación amplia y profunda. Además, también, el esfuerzo por comunicar arte de manera distinta. Sucede que la información histórica se ofrece de manera compleja. Entonces, no es fácil de asimilar para un niño, para un adolescente, para un adulto. Nosotros hemos contado la historia a través de imágenes, fotografía e ilustraciones.
–Te quiero regresar, Marialejandra, a la concepción del proyecto. La muestra Trujillo Bicentenario era una rara avis en las actividades desarrolladas en la región para celebrar los 200 años de república, las cuales eran reduccionistas y hasta elitistas. De pronto, llega este proyecto y refresca los festejos.
-Un proyecto cultural nace porque se identifica un problema o una necesidad. En Clío identificamos que las personas, que no son autoridades, no participaban en la agenda del Bicentenario. Ante esa necesidad insatisfecha nace nuestra propuesta. Nos preguntamos, ¿cómo es que usualmente se dan a conocer la historia?: en conferencias, aburrida, densa y con el uso de términos muy académicos que son difíciles de entender.
-¿Cómo comunicar información dura de manera sencilla?
-Claudia (Araujo Su) es comunicadora y yo, gestora cultural, hicimos un buen mix (risas) y desarrollamos esta propuesta de contar la historia con imágenes. ¿Cómo consume la gente las historias ahora? Con fotografías e ilustraciones. ¿A través de qué medio? Instagram, Facebook y, en general, las redes. Entonces diseñamos un espacio ‘instagrameable’. Así surge la muestra con artistas locales, con Amy Arreategui, fotógrafa de espacios monumentales arqueológicos, y Renato Barrantes, un ilustrador muy capo, con sensibilidad muy grande al patrimonio y que, además, tiene una gran cantidad de seguidores en Instagram. Ellos plasmaron la profunda investigación desarrollada por Frank Díaz Pretel, un historiador joven, brillante, quien maneja información, muy buena, verídica, con fuentes certeras.
La ciudadanía tenga una participación activa en las celebraciones del Bicentenario, porque la mayoría de actividades que se desarrollaban eran muy para autoridades; pero no para la comunidad.
-Una interpretación más amigable de la historia.
-Lo que nosotros hicimos fue generar toda una temática para conocer los espacios, los personajes y el contexto que se vivía durante el proceso de independencia. En lugar de encontrarlo en un libro, de ir a una conferencia, escuchar a alguien hablar sobre lo que pasó en Trujillo; tú ibas a la exposición y te topabas con imágenes, a través de las cuales podías conocer, cómo era el espacio, cómo era ese tiempo y cómo eran las personas de entonces.
-La muestra también se presentó de manera virtual.
-Inició presencial, pero nos mudamos al espacio virtual porque como estábamos en pandemia, necesitábamos llegar a las personas que habíamos planeados, como los estudiantes, que no podían salir a las galerías.
-Y también intervinieron espacios abiertos, espacios públicos.
-Cuando estuvimos en el escenario virtual, nos dimos cuenta de que era posible hacer una recuraduría y ese allí que la montamos en unos elementos, que nosotros llamamos tótems —unos módulos triangulares— y los colocamos en espacios públicos. Así llegamos al Mallplaza. Era como un bosquecito, donde la gente, que hacía sus compras, se topaba con las imágenes, con personas que hacían mediación, los (códigos) QR, las audioguías. Fue muy atractivo. Además, estuvimos en Laredo y en una feria de uno de nuestros patrocinadores.
-Cómo es el comportamiento de la empresa privada con estas iniciativas?
-Debo valorar que muchas empresas de La Libertad confiaron en esta iniciativa, como Escalabs, Estudio Cueva, Primavera Distribuidores, Danper y Faber Castell. Gracias a ellos es que la muestra vio la luz.
-Al inicio de la entrevista dijiste que este premio es gasolina para los proyectos que están realizando. Cuéntanos de ello.
-Estamos elaborando junto a la Alianza Francesa una programación cultural anual y, también, desarrollamos una muestra sobre la participación femenina en la historia para reivindicar el rol de las mujeres, que, probable, tengamos lista a finales de año.
La versión virtual, de acceso libre y gratuito, de la muestra Trujillo Bicentenario está alojada en la web de https://cliocultura.org/Expo-Virtual.html. Esta versión es, además, una herramienta educativa que la asociación puso a disposición de la Gerencia Regional de Educación de La Libertad para ser utilizada por los docentes en clase.
