Escribe María Villalobos*
Cuando nos referimos a la violencia de género, a los feminicidios, siempre contamos los miles de muertes y desapariciones de personas con vulva. Debemos saber de muchas herramientas para protegernos como por ejemplo enviar nuestra ubicación en tiempo real a alguien de confianza, siempre sentarse detrás del asiento del conductor, mirar por dónde va y si las calles o avenidas son conocidas. Lamentablemente no pasa eso con nuestros compañeros del sexo opuesto.
Esta realidad no es cercana para ellos. No es algo que hayan vivido ni que viven en carne propia. Ese es el desafío para enseñar no solo las niñas
Para ello, los niños y jóvenes necesitan de modelos masculinos que representen las personas éticas, roles sociales y positivos que la sociedad del siglo XXI necesita. Es fundamental fortalecer la educación que se les brinda para mejorar su relación como pareja.
“Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el mundo”.(John Fitzgerald Kennedy)
En Perú, nada más el año pasado se presentaron 240, 875 denuncias a la Policía Nacional del Perú (PNP) dentro de la categoría de “violencia familiar”. Nunca me va a dejar de sorprender la cantidad de denuncias que se realizan de violencia familiar, ya que eso demuestra que, al fin y al cabo, todas esas mujeres viven junto a su agresor día a día y eso que no se lleva la cuenta exacta de cuántos casos no reportados existen.
Según el Observatorio Nacional de la Violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar esa cuenta aproximada es de un 70,7% entre mujeres de 15 a 49 años que no recurren a ningún tipo de institución para realizar su denuncia ¿por qué? Porque evidentemente hay un miedo a su agresor, a que cometa represalias hacia ellas.
“Lo que se dé a los niños, los niños darán a la sociedad”. (John Fitzgerald Kennedy)
Ahí es donde el trabajo recae en la educación, principalmente en la educación en casa. Puedo entender que ciertos padres se excusen con la idea de que son así o actuaron así porque sus padres los criaron de tal manera; sin embargo, creo que, en lugar de excusarse y culpar a otros, esa puede ser la señal de alerta para romper ese patrón, pues no considero que haya algún padre que desee ver a su hijo en prisión o en televisión nacional siendo alertado como un feminicida.
La violencia de género es trabajo de todxs, desde allí parte todo. Si queremos hablar dentro de lo binario. Las mujeres y hombres deben aprender a ser emocionalmente estables y tener valores para una relación en pareja, la cual con planificación puede llegar a ser una familia con la responsabilidad de criar niñxs que aporten de manera positiva a nuestra sociedad.
*Estudiante de Ciencias de la Comunicación de la UPAO. Creadora, editora gráfica y videográfica de @rozamiento___ (cuenta de Instagram sobre temas de educación sexual, comunidad LGBT, arte y cultura). Activista social. Disfruto mucho del arte, la música, el cine y las largas conversaciones descifrando y cuestionando la sociedad.
