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El fútbol es un poema: versos para sosegar el alma frente a un partido histórico

El balompié tiene vasos comunicantes con la poesía. Ambos son fuente inagotable de emociones. Para dimensionar la importancia del encuentro Perú-Paraguay aquí te ofrecemos versos de autores que la conocen.

De Epigramas Confidencias, Enrique Babosa.

“Ya está en orden el caos de este pueblo.

De nuevo somos grandes y triunfales.

Con entusiasmo todos entonamos

el himno patrio: do, re, mi fa, gol”.

Fútbol, Gianconda Beli

“¿Para qué Dioses 

si aquí tenemos estos muchachos 

con sus zapatos y jerseys de colores?

¿Qué otra religión cabe sino ésta?”.

El Guardameta, Carlos Germán Belli.

“En tanto ayunan contigo tus deudos en las tribunas,

mirándote todos mustios

como velas noche a noche

tu arco más inanimado

que la piedra, el agua o el aire”.

Fútbol, Blanca Varela

“Mi guardavalla mi espantapájaros

mi atila mi niño

la tierra entre tus pies

gira como nunca

prodigiosamente bella”.

Fin de tiempo reglamentario, Mario Cuenca Sandoval

“No sea nadie ingenuo.

Porque siempre hay un palmo de terreno

donde podrá la muerte masticar segundos 

mientras discurra el tiempo del partido

(La muerte es un antílope

El terreno de juego igualmente es su hábitat)”.

Fútbol, Antonio del Toro

“Contra el hacer, contra la dictadura de la mano, 

yo canto al pie emancipado por el balón y el césped,

al pie que se despierta de su servil letargo,

a la pierna artesana que vestida de gala va de fiesta”. 

Loa del fútbol (Juan Parra del Riego)

“En el foot-ball todo es clara poesía,

luz de sol, viento viril y panorama

que le pone a uno en la risa azul del día

todo fresco el corazón, como una rama”.

Oración por el gol, Vicente Gaos

“Pero siempre hay que esforzarse.

Ganará el gol con el sudor de tu frente charolada por el 

brillo del trabajo tenaz tan bien hecho que parece juego

de niños y no esa laboriosa tarea que perla de agua su

rostro”.

Domingos por la tarde, Luis García Montero

“No conviene que demos a estas cosas

un valor excesivo.

Son noventa minutos en un vaso de agua.

Pero a mí me han quitado muchas veces la sed”.

César Clavijo Arraiza
César Clavijo Arraiza
Nació en un desierto frente al mar, donde solo crecen árboles de algarrobos. Dice que le gustan todas las frutas, pero en los últimos meses se ha decantado por el pepino, de origen andino; pero con una mala fama: se cree que si se consume después de beber licor puede causar la muerte. Periodista, escritor, docente, padre y esposo. Es torpe con la pelota, pero ama jugar fútbol. En el 2018 publicó "Tercera persona" y ahora está a punto de terminar un doctorado en comunicaciones.
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