Escribe Sandy Crespo Carrasco
Debido a las lluvias, por la casa de Mónica Rodríguez Coronado se ha caído un árbol y los vecinos se quedaron sin luz por seis días. Cuando su familia avisó al serenazgo del peligro, les pidieron los datos, pero nunca llegaron.
“En Miraflores (Piura) las pistas están dañadas, y lo que me extraña es que son pistas nuevas, que se han inaugurado hace casi dos o tres meses. Eso ya queda en la conciencia y en cómo han realizado su trabajo las autoridades. Encima, a las pistas las rellenan con tierra, pero no sirve de nada porque genera más polvo o la lluvia termina llevándose nuevamente esa tierra”, describió indignada.
“Lamentablemente, no estamos preparados para las lluvias. Esa gente que, por ahorrar, no les importó construir en zonas inundables, es la misma que está sufriendo más ahora. No pensaron en las consecuencias o, tal vez, no estuvieron al tanto de las inundaciones. Nuestro sistema de drenaje es muy deficiente. Cuando llueve, Piura es todo, menos una ciudad”, puntualizó Mónica.
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Las lluvias continúan y los daños también. La ayuda llega, pero no suficiente. El norte del país está en aprietos, en especial, región Piura, donde se han reportado fallecidos, viviendas inundadas, pistas dañadas, hospitales deteriorados, colegios afectados y miles de familias que claman por ayuda, como Mónica Rodríguez sin luz.
La ingeniera Rina Gabriel Valverde, vocera del Comité Multisectorial Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno del Niño (Enfen), señaló que en los siguientes días de abril seguirán presentándose lluvias intensas en Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad. Incluso hay probabilidad de lluvias en algunos días de mayo.
En abril puede llover bastante, en mayo un poquito y en junio, no. “Cuando se saca el promedio de tres meses va a salir por encima de lo normal, pero siempre el Enfen (Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño) presenta sus proyecciones como promedio trimestral. Ya las precipitaciones más precisas en dónde, cuánto y cuándo iniciará y terminará, ya es competencia directa del Senamhi”, declaró Gabriel.
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Giordan García Ruiz vive en el asentamiento humano Los Ángeles, en Piura capital, donde aún, sus vecinos habitan casas de adobe y triplay. En estas viviendas, las paredes se vinieron abajo porque no soportaron tanta humedad. En las calles, en lugar de pistas y veredas hay lagunas.
“Las autoridades no se pronuncian, ni siquiera vienen al asentamiento a traer ayuda o al menos, a ver qué pasa. Los vecinos se han reunido por cuadras, han contratado volquetes y han comprado arena para rellenar las lagunas. Otros hemos apoyado a los damnificados con víveres y calaminas”.
No solo los lugares alejados de Piura capital son afectados. “A los damnificados de Canchaque se les está llevando alimento a través de helicóptero, acá ni siquiera llegan a bombear las calles”, declaró.
Por su parte, Sheyla Távara Quezada lamenta que, en Piura, la mayoría de pistas están llenas de huecos, y sus vecinos han tenido que instalar calaminas encima de sus techos para que el agua no filtre.
“Es muy lamentable lo que está pasando, la mayoría de las personas han perdido sus cosas y han contraído enfermedades debido a que sus casas se han inundado. Las autoridades no saben qué hacer, y esto se debe a que muchos de ellos no están capacitados para enfrentar esta situación. Desafortunadamente, cada vez vamos de mal en peor porque estos no actúan bien”, expresó.
“Las autoridades no se pronuncian, ni siquiera vienen al asentamiento a traer ayuda o al menos, a ver qué pasa. Los vecinos se han reunido por cuadras, han contratado volquetes y han comprado arena para rellenar las laguna”.
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), hasta junio se presentarán días lluviosos y que frente al mar de Piura se observa un núcleo convectivo bastante consistente (precipitaciones intensas), asociado directamente a las altas temperaturas del agua. Algunos núcleos convectivos se presentan bastante violentos en diferentes puntos del departamento de Piura y Tumbes.
Paita
Las lluvias en Paita han causado varios daños, tanto en las calles, como en viviendas. Martha Troncos Alberca es testigo de ello. “Ha habido deslizamiento de cerros hacia las carreteras, calles rotas y hundidas. Más afectados han sido los asentamientos humanos, donde el agua se acumulaba y entraba a sus casas, ellos no podían salir de ahí, estaba todo inundado”, contó
Asimismo, reveló que los ciudadanos se han unido para instalar sacos llenos de tierras alrededor de sus casas. “Solo nos queda tomar las precauciones, unirnos y ser solidarios con los demás, y juntos poder superar estas tragedias. Las autoridades han estado trabajando con maquinarias para remover los deslizamientos y también con motobombas; pero no se han abastecido”.
Lucía Obregón Saavedra dice que las filtraciones en las paredes y el empozamiento de aguas en las calles de Paita trajeron consigo la aparición de zancudos y moscas. Han construido pequeños muros en los techos para evitar que el agua de la lluvia se dirija a las paredes, mientras que las calles, al ser de tierra, se han realizado zanjas a fin de que no se empoce. “No hay presencia de ayuda por parte de autoridades y cuando lo hay, la ayuda es poca. No vemos una participación activa u obras que beneficien”, denunció.
Talara
Tristeza es lo que siente la talareña Karla Cotrina Lejabo por la mala gestión de las autoridades y el desconocimiento de la población sobre las medidas que deben cumplir para mitigar el impacto de las lluvias.
“Ya hemos tenido una experiencia no hace mucho, en el 2017, y los Gobiernos no han realizado nada para evitar este tipo de catástrofes. La gente igual sigue construyendo viviendas en los lugares menos apropiados, donde con algún fenómeno natural, se puede venir abajo”, lamentó.
Tristeza es lo que siente la talareña Karla Cotrina Lejabo por la mala gestión de las autoridades y el desconocimiento de la población sobre las medidas que deben cumplir para mitigar el impacto de las lluvias.
“Por ahora he visto que han estado contratando maquinarias para ayudar en las casas que se llenan de agua, también han repartido víveres, pero aún falta apoyo”.
Desde hace más de un mes, no llega el agua a muchas zonas de Talara. En más de una ocasión, cisternas han abastecido a las familias. “Creo que, si el gobierno estuviera haciendo un buen trabajo, la gente no habría hecho un paro como el de hace unos días (en Talara).”, consideró.
Sullana y Morropón
En la casa de Adriana Reyes Rojas, las lluvias han arruinado la infraestructura y algunos artefactos. Afuera, las pistas también han sido dañadas. “Hemos tenido que arreglar los techos para soportar las lluvias, lo cual ha generado un gasto extra que no estaba dentro de nuestro presupuesto”, aseguró.
“Es muy lamentable porque somos muy vulnerables en los momentos de lluvias y aún más cuando las autoridades no se han encargado de hacer buenas infraestructuras, ya sea en las pistas o sistemas de drenaje para el agua, y nosotros, como ciudadanos, no hemos sido responsables al momento de construir. Esto también nos hace tomar conciencia acerca de los cambios climáticos que se vienen dando por la contaminación. No estamos preparados, pero tratamos de actuar lo mejor posible para mejorar nuestra situación”, asiente.
Morropón no es una zona propensa a inundaciones ya que el agua escurre en los canales, pero ello no impide que los pobladores tomen medidas preventivas. Diego Guarnizo Gallardo declara lo siguiente: “En mi zona se están limpiando los desfogues de las casas y se está quitando todo tipo de obstáculos que puedan impedir el paso del agua”.
Se ha deteriorado una parte de la carretera en la entrada de la ciudad. “Esto está causando dificultades para el transporte de personas, al mismo tiempo afecta el comercio de la localidad, ya que se tiene que hacer trasbordo, y los mototaxistas abusan de la necesidad de los demás y duplican sus pasajes”, contó.
Diego considera que el desastre se hubiera evitado si las autoridades actuaban con capacidad de gestión y compromiso con la población para ejecutar obras de calidad. “En estos momentos de emergencia lo único que están haciendo es dar obras provisionales, pero esperemos que luego de la emergencia empiecen a realizar obras de calidad para que no vuelvan a ocurrir desastres”.
Huacabamba y Chulucanas
Lili Romero García cuenta que en Huancabamba ha pasado de todo: huaicos, caídas de casas, destrucción de carreteras, salida de ríos, etc. Las autoridades han tenido que evacuar a las personas afectadas, limpiar y divisar una vía más factible.
“La región Piura no está preparada para lluvias de tal magnitud, no hubo prevención, a pesar de las incidencias de otros fenómenos ocurridos a nivel regional. Creo que el actuar de las autoridades puede mejorar, pero los efectos de la naturaleza muchas veces son impredecibles y no se puede solucionar todo a la misma vez”, señaló.
Según Piero Alama Flores, en Chulucanas, las lluvias son casi todos los días, desde las tres de la tarde, y, a veces, desde el mediodía. “Las paredes de mi casa están húmedas, al igual que la otra vivienda donde se alquilan cuartos y minidepartamentos. A pesar de ser de material noble, el agua entra y los inquilinos se incomodan”.
Los padres de Piero, también, tienen un negocio de alquiler de ropa elegante. Por las lluvias han mermado los ingresos de manera considerable, ya que la gente celebra pocas fiestas, unas incluso llegan a cancelarse.
“En el fenómeno del 2017, un amigo falleció porque un rayo cayó en su casa. Fue bastante lamentable para Chulucanas. Se cayeron casas y también el puente, y casi nada ha mejorado. Ahorita, el puente de Chulucanas está a punto de caerse. No hay pase y las lluvias no paran, sobre todo, en las zonas rurales, donde menos se enfocan los medios, donde poco informan de la situación”, expresó indignado.
Piero dice que muy poco se habla de Chulucanas, y que la ayuda del Gobierno es casi nula. “Entiendo que están haciendo algo para amortiguar lo que está ocasionando la lluvia, pero de que sea eficiente, hasta ahora, no. Se puso todo en alerta cuando se presentó el ciclón, pero ahora ya no es el ciclón y siguen las tormentas, hasta con más presión”.
En Chulucanas sí hubo una buena construcción de las pistas y un buen drenaje —en comparación a otros lugares de Piura— porque cuando llueve hay pocas zonas en las que se inunda. La parte urbana, por el buen drenaje, se seca de inmediato, destaca Piero.
“Los desagües rebotan, se va la luz, el agua. El gobierno debería ver más allá. Hay pocos ingresos, pero más gastos. La comida escasea”, finalizó.
Hablemos de soluciones
¿Cómo preparar a la región para las de lluvias? Los ingenieros y profesores de la Universidad de Piura Rodolfo Rodríguez Arisméndiz y Gaby Ruiz Petrozzi respondieron a la interrogante en el diario El Tiempo.
Para el profesor Rodríguez, se deben tomar medidas adaptadas al cambio climático. Las alteraciones del clima deben tomarse en cuenta en la toma de decisiones y en el diseño de las infraestructuras (puentes, carreteras, edificios públicos, viviendas, etc.). El Gobierno Regional (GORE) tiene que darle atención al mejoramiento de la infraestructura y priorizar el plan de manejo de drenaje integral de la ciudad.
“La población tiene que ser consciente de que esta solución no se puede hacer en tres, seis meses o un año, sino que va a tomar tiempo e implica invertir recursos importantes para que los especialistas desarrollen soluciones adecuadas”, apuntó la ingeniera Gaby Ruiz.
Agregó que el GORE debe coordinar con los gobiernos locales la revisión del mapa de riesgos; y, en la ciudad, se necesitan alternativas que faciliten el drenaje. Las motobombas se deben olvidar para solucionar este problema porque su uso funciona si hay dos o tres cuencas ciegas en la ciudad, pero si hay más de 50, no tiene sentido.
“Cuando la municipalidad establece la zona de desarrollo urbano también deben tener marcadas las zonas donde la topografía es más baja y donde existe riesgo. Los gobiernos locales pueden establecer directrices a través de ordenanzas municipales para cuidar estos aspectos en los proyectos urbanos”, expresó Ruiz. También, se debe alertar a las inmobiliarias, de modo que, si reciben esos proyectos para aprobación, aunque no lo pida la norma, revisen también ese aspecto. “No obviemos estudios importantes con el pretexto de que la norma no los pide”.
Gaby Ruiz recomienda mantener en buen estado las vías, pues muchas veces se dejan sardineles o bermas con tierra lo que ocasiona que las lluvias deterioren las pistas y colapsen los buzones. Además, sugiere que las autoridades y la población deben procurar un crecimiento urbano ordenado teniendo siempre en cuenta vivir en una ciudad no inundable. Ante ello, Rodríguez, emite que los datos de lluvias y caudales deben ser tomados en cuenta en el diseño de las infraestructuras, como canales, calles, drenes, etc.
Las alternativas de solución deben estar pensadas a largo plazo y que no solo sean hechas por la crisis o por el gobernador de turno, sino que sean responsabilidad de todos los gobiernos locales y regionales, independientemente de la autoridad que llegue en su momento. “Esto debe ser como una hoja de ruta a nivel regional en coordinación con todas las provincias porque ya no podemos seguir en este plan”.