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Corazón Serrano no cumplió con Trujillo: afiches de su concierto siguen contaminando la ciudad

Carta firmada por propietaria de la agrupación piurana evidencia compromiso incumplido siete días después del concierto.

Siete días después de su compromiso público, la famosa agrupación de cumbia Corazón Serrano no ha retirado los afiches publicitarios de su concierto en el Estadio Mansiche, lo que ha dejado a Trujillo con una evidente contaminación visual.

El incumplimiento se produce pese al ultimátum del alcalde Mario Reyna y a la promesa de la orquesta de solucionar el problema en 48 horas.

El conflicto comenzó el sábado 2 de agosto, cuando el burgomaestre denunció en un video que la agrupación había invadido la ciudad con publicidad no autorizada.

«No podemos permitir que se ensucie Trujillo con propaganda sin control», declaró Reyna, y exigió su retiro de inmediato. 

«Estos afiches en los espacios públicos no están autorizados. Tienes plazo hasta el mediodía para que los retiren, en caso contrario vamos a tener que imponer el orden y el respeto. Entre hermanos peruanos debemos llevarnos bien», señaló el burgomaestre.

El conflicto comenzó el sábado 2 de agosto, cuando el burgomaestre denunció en un video que la agrupación había invadido la ciudad con publicidad no autorizada.

Corazón Serrano respondió con un comunicado, en el cual aseguró que cumplirían, pero una semana después, los carteles siguen pegados en postes, paredes y espacios públicos.

Noemí Guerrero, una de la propietaria de Corazón Serrano, es quien firma el juramento no cumplido.

«Me comprometo formalmente a retirar en su totalidad toda la publicidad instalada correspondiente al concierto de Corazón Serrano, programado para el sábado 2 de agosto en el Estadio Mansiche, en un plazo de 48 horas», se lee en el documento.

Sin embargo, un recorrido por avenidas como Tupac Amarú y América Sur evidencia que los carteles —con imágenes de la agrupación— permanecen intactos, algunos se han desprendido parcialmente, lo que empeora el impacto visual.

BuenaPepa logró tomar fotografías en la cuadra 12 y 13 de la avenida Tupac Amaru, cerca al cruce con Pablo Casal y en el límite con el distrito de La Esperanza, donde una larga hilera de carteles de la agrupación piurana continúan afeando la ciudad.

Corazón Serrano y la contaminación visual

La contaminación visual es la saturación de elementos artificiales en el entorno urbano —como publicidad invasiva, cables, grafitis no autorizados o estructuras desorganizadas— que alteran la armonía del paisaje y generan un impacto negativo en la calidad de vida.

Esta sobrecarga de estímulos no solo afecta la imagen de la ciudad, sino que tiene consecuencias directas en la salud y seguridad de las personas. La OMS considera la contaminación visual un factor de estrés urbano.

Trujillo, corazón Serrano.

Estudios demuestran que la exposición constante a entornos visualmente caóticos provoca estrés, fatiga ocular y distracción, lo que incrementa, incluso, el riesgo de accidentes de tránsito debido a la proliferación de anuncios que compiten por la atención de conductores y peatones.

Además de los efectos en la salud, la contaminación visual erosiona el patrimonio cultural y natural, porque oculta arquitectura histórica o espacios verdes bajo una capa de desorden gráfico.

Leer más: Retiran carteles publicitarios de las principales avenidas de Trujillo

Para los ciudadanos, vivir en ambientes saturados de elementos intrusivos genera descontento crónico y reduce su bienestar emocional, mientras que, para las ciudades, implica un deterioro de su atractivo turístico y económico.

En Trujillo, este problema se ha evidenciado con casos recientes como los afiches no retirados de eventos masivos, que persisten como recordatorios de la falta de regulación y conciencia sobre este tipo de contaminación.

Ley contra la contaminación visual

En el Perú no existe una ley específica sobre contaminación visual en general. Son los gobiernos locales (municipios) quienes tienen la facultad de regular la publicidad exterior visual y otros elementos que puedan generar contaminación visual. 

Concierto de Corazón Serrano en el estadio Mansiche.

En Trujillo está vigente la Ordenanza Municipal N.° 005-2020-MPT, la cual establece sanciones estrictas para quienes instalen elementos de publicidad exterior en lugares no autorizados, como áreas de dominio público, estructuras de soporte de servicios eléctricos o comunicaciones, y áreas verdes.

Las infracciones se clasifican según la cantidad de elementos instalados, con multas que van desde el 20 % hasta el 80 % de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) e, incluso, una UIT completa si la publicidad se coloca en el Centro Histórico de Trujillo.

Además, se ordena el retiro inmediato y decomiso de los elementos publicitarios sin necesidad de trámite previo.

Los responsables, incluyendo propietarios y anunciantes, deben asumir los costos de reparación por daños causados.

La ordenanza busca proteger el ambiente urbano, las áreas verdes y el ornato de la ciudad, alineándose con políticas de sostenibilidad y cuidado del espacio público.

El 16 de junio, la comuna trujillana publicó una severa advertencia contra un espectáculo que pegó avisos en lugares no autorizados.

Sin embargo, en la infracción y la falta de respeto a Trujillo por la afamada agrupación Corazón Serrano, ni el alcalde Reyna ni la municipalidad se han pronunciado