Un caótico episodio se vivió este domingo en el Hard Rock Stadium de Miami, cuando una avalancha de decenas de aficionados con camisetas de las selecciones de Colombia y Argentina irrumpió sin entradas, obligando a las autoridades a cerrar temporalmente el acceso al estadio, pocas horas antes del inicio de la final de la Copa América.
Desde tempranas horas, cinco antes del partido entre Argentina y Colombia, se congregaron numerosos hinchas a las puertas del estadio. Inicialmente, la atmósfera era festiva, pero con el paso del tiempo, la tensión fue en aumento.
Violencia empaña final de la Copa América
A tres horas del encuentro, la situación se desbordó: fanáticos sin entradas, en su mayoría colombianos y algunos argentinos, escalaron rejas y superaron en número a los guardias de seguridad, generando momentos de caos y pánico entre los asistentes que sí contaban con boletos y esperaban ingresar de manera ordenada.
La acción brutal de los hinchas forzó a los organizadores a cerrar temporalmente todas las puertas del estadio. Este abrupto cierre desató protestas de aquellos con entradas, quienes se vieron momentáneamente impedidos de ingresar.
La intervención de la Policía de Florida fue crucial para recuperar el control. En minutos, los agentes arrestaron a varios de los fanáticos que ingresaron de manera ilícita, mientras se reforzaba la seguridad en las inmediaciones.
Las imágenes, que se viralizaron en las redes sociales, muestran los momentos de tensión. Los fanáticos violentos, al superar la capacidad de reacción de los guardias, se dispersaron por diferentes pasillos del estadio, causando una estampida que afectó incluso a los familiares de los jugadores, quienes quedaron fuera del recinto durante el cierre temporal de las puertas.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) había emitido previamente un comunicado instando al buen comportamiento dentro y fuera del estadio. Sin embargo, el llamado no fue suficiente para evitar los disturbios. A menos de dos horas del comienzo del partido, solo una fracción de los hinchas había logrado ingresar, dejando el estadio a menos del 50% de su capacidad.