En los últimos años, el Perú ha sido testigo de un preocupante incremento en los asesinatos a sueldo, resultado de la llegada de peligrosas organizaciones criminales extranjeras. Estas bandas han instaurado un clima de terror y violencia, cobrando la vida de cientos de personas que se niegan a pagar los cupos exigidos por los malvivientes.
Recientemente, un nuevo caso ha conmocionado a la sociedad. En plena luz del día, en un taller de mecánica ubicado en el pueblo joven 3 de octubre, en Chiclayo, una víctima de extorsión fue asesinada a disparos por un sicario disfrazado de trabajador de construcción civil. La violencia de este acto evidencia la audacia y el desprecio por la vida humana que caracteriza a estos criminales.
Chiclayo en zozobra
Las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia muestran al sicario, vestido con casco blanco y chaleco naranja, conversando por teléfono celular en la esquina del taller. Mientras tanto, la víctima, identificada como Alejandro Pérez García (45), se encontraba distraído en la puerta del local. De repente, el sicario se acerca, saca un arma de fuego y comienza a disparar contra el mecánico, quien intenta correr para salvar su vida. El crimen quedó registrado en el móvil del delincuente, quien grabó la espantosa escena y huyó rápidamente en una motocicleta conducida por un cómplice.
La familia de Pérez García exige justicia y clama por una pronta identificación y captura de los responsables. Doris Tenorio García, prima hermana de la víctima, asegura que Alejandro no tenía enemigos y pide a las autoridades policiales que actúen con celeridad para esclarecer este brutal asesinato en Chiclayo.
El video del crimen, difundido en redes sociales, contiene una advertencia dirigida a las víctimas y hace referencia a Los Gatilleros, una banda criminal de Venezuela que opera en Perú, señalando que deben realizar los pagos exigidos y “respetar el sistema”. Estas palabras demuestran la impunidad con la que operan estas organizaciones criminales.
Sicariatos en aumento
El incremento alarmante de los casos de sicariato es evidente en las cifras. Durante los meses de enero y febrero del presente año, se han registrado 44 denuncias por este delito, lo que representa un aumento del 50 % en comparación con el mismo período del año anterior. El director de la Dirección Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional del Perú (PNP), Óscar Arriola, afirma que se han realizado importantes capturas y desarticulaciones de bandas dedicadas a diversas modalidades delictivas que desembocan en el sicariato.
La preocupación de los residentes de Chiclayo se intensifica debido al aumento de los robos al paso en la zona, y los casos de extorsión en la modalidad de Gota a gota. un problema que se agrava por la falta de servicio de alumbrado público. La comunidad clama por una pronta respuesta de las autoridades y por medidas efectivas para frenar la violencia y devolver la tranquilidad a la ciudad.
La lucha contra el sicariato y el crimen organizado debe ser una prioridad para las instituciones encargadas de la seguridad en el país. Es necesario fortalecer la investigación, el trabajo coordinado entre las fuerzas del orden y promover una cultura de denuncia para desmantelar estas redes delictivas que amenazan la paz y la vida de los peruanos.
