La Biblioteca Municipal de Trujillo vive sus peores momentos. Nunca ha tenido un momento pleno y sensacional, al menos que se recuerde. Pero en la actualidad han coincidido muchos aspectos que han creado una tormenta perfecta contra la institución encargada de fomentar la lectura en Trujillo. El ventarrón más fuerte es que la institución lleva unos tres año fuera de su tradicional local de la avenida España (cerca de la compañía de bomberos) debido a que el inmueble fue declarado por Defensa Civil de alto riesgo para el desarrollo de actividades.
Entonces, se mudó a la piscina Gildemeister, a un espacio poco idóneo para albergar una biblioteca. “No hay un cuidado de libros, no hay una personas encargada especialmente de los libros. No es que no hagan actividades, sí las hacen, pero el espacio de préstamo y de lectura no existen. Antes había como diez personas encargadas de varios sectores de la biblioteca. Ahora hay una sola”, cuenta Katty Martínez de Leer Pa’ Vivir.
Frente a ese panorama, El colectivo Bibliotecas Vivas Trujillo, una iniciativa de la sociedad civil, exige a las autoridades trabajar para recuperar la biblioteca municipal como espacio físico y comunitario y, así, reivindicar el derecho a la lectura y la escritura.
A través de un pronunciamiento divulgado ayer por las redes sociales, la organización pidió a la autoridad municipal priorización de la reconstrucción de su local histórico de la avenida España ya que forma parte de la memoria urbana de la ciudad. Sobre el funcionamiento de biblioteca en la piscinas Gildemeister, frente al parque Pinillos, recomiendan su reubicación “a un lugar exclusivo para sus propios fines que contenga estanterías abiertas, áreas de lectura silenciosa y comunitaria, servicios digitales, áreas de descanso, buena iluminación y ventilación, entre otros”.
El colectivo exige la elaboración de un plan que contenga actividades de difusión literaria, presupuesto, recursos, publicidad, espacio físico y alianza con otras instituciones, que sean de libre acceso. Además, demandaron una organización de la Feria del Libro de Trujillo con proyección local, nacional e internacional, diversificada y que convoque a todas las artes, donde se organicen mesas de diálogo para tomar en cuenta las voces y propuestas de las diferentes organizaciones culturales de la ciudad y agentes del libro.
El sábado 23 a las cinco de la tarde se realizará un plantón en la Plaza Mayor de Trujillo para socializar estas demandas.
